viernes, 2 de abril de 2010

Inmigración y Presencia de Chinos en Los Palacios

Fragmentos del Libro Jesús Nazareno de Los Palacios, 250 Años de Historia
Por el P. Joaquín Gaiga

"Para eso fuimos hechos: para recordar y ser recordados". Vinicius de Moraes.

¿Cuándo, cómo y por qué se produjo esta inmigración de chinos a la Isla en general y a nuestro territorio en particular y qué dimensiones alcanzó?.

Los primeros colonos chinos llegaron a Cuba en el año 1847. Esta inmigración china al principio "fue radicalmente ilegal, pues las leyes de su país la prohibían, fue favorecida por la venalidad de los funcionarios de China y el deseo de emigrar de la gran parte de la población empobrecida y de altísima densidad". La inmigración china se favorece más tarde con la suspensión del tráfico de negros. Se pensó positivamente en los chinos "por ser gente robusta, inteligente, laboriosa económica y sufrida hasta lo sumo".

En el año 1852, el Capitán General José de la Concha autorizó los contratos para conducir a Cuba 13,000 chinos: 6,000 por la firma Villaldo Wordrop y Cía y 7,000 por Pereda Machado y Cía. Fueron ingleses los principales intermediarios y transportadores.

Por ciertos aspectos esta inmigración asiática --afirma Levi Marrero--, procedente sobre todo de Cantón y de Amony y favorecida, a partir del año 1852, por el debilitamiento del poder imperial chino, fue una virtual trata de esclavos desde China a La Habana. Pues los esclavos rurales y los colonos chinos empleados sobre todo en el trabajo azucarero eran obligados hasta a 16 -18 horas de trabajo jornalero en los meses de Diciembre a Junio, con sólo 4 horas nocturnas de descanso. Por eso también entre ellos se produjo un auge del suicidio como vía de escape de una situación, en ciertos casos, humanamente insostenible.

De hecho, durante el período de los años 1853-1860 entraron en Cuba 49,300 chinos. Otros 56,504 llegaron entre los años 1861 y 1869. La llegada de chinos a nuestro territorio municipal en parte fue debida a cierto desarrollo de la actividad azucarera, y en parte a otras oportunidades de trabajo y de comercio, como las de la construcción del Ferrocarril del Oeste en las últimas décadas del Siglo XIX y de la Carretera Central en las primeras décadas del Siglo XX.

En nuestro pueblo algunos de ellos llegaron a abrir varios negocios revelándose gente emprendedora, haciéndose estimar e integrándose bien al conjunto social palaceño. No pocos de ellos además entraron a ser parte activa de la iglesia católica y de organizaciones fraternales. Vamos a escuchar algunos interesantes testimonios de palaceños descendientes de estos chinos. Son descendientes de chinos de Cantón que, como observara Alejandro de Humboldt, junto a Río de Janeiro, se encuentra en el mismo paralelo de La Habana. Estos chinos entones encontraron aquí por lo menos condiciones climáticas muy parecidas a las de sus lugares de procedencia.

Adelaida Reinoso Crespo, nacida 1-4-1911:
Adelaida con sus 90 años cumplidos, al momento en que me es concedido entrevistarla, es la más anciana palaceña descendiente de chinos. Vive, cariñosamente cuidada por su hija Aida Lam Reinoso, nacida 29-1-1934, casada con el palaceño Rafael Muñoz Plasencia, en una sencilla pero digna casita de una calle al sur de la línea del ferrocarril. Ha perdido completmaente la vista como le pasa a no pocos ancianos del pueblo en estos años, al parecer por falta de vitaminas.

No sin cierta fatiga, y con la ayuda frecuente de su hija Aida, así me cuenta Adelaida:
"Mi padre venía de Cantón e hizo parte de los emigrantes chinos que llegaron a Cuba en las últimas décadas del Siglo XIX. Su nombre chino era Ignacio Amán. Aquí le cambiaron el apellido. Sé que trabajó en distintos lugares en un primer tiempo en el sector azucarero. Se casó con una cubana, mi madre era de aquí. En aquel tiempo ganaban un buen dinero y podían enviar ayuda a la familia de allá".

"Después fue maestro tabacalero. Él y mi madre fueron a varios lugares pero, antes de establecerse aquí en Los Palacios estuvieron por cierto tiempo en Pinar del Río donde nací yo".
"Yo me casé aquí en Los Palacios, con Luis Lam Cham, también él de origen chino, de Cantón. Mi marido trabajó en Los Palacios principalmente como comerciante de víveres. Administramos varias tiendas. En un primer tiempo la tienda "La Paloma", (de víveres y frituría). Después: "La Sombra Misteriosa" (víveres), en fin, la de "Serafín García", que fue intervenida; son fechas que no se pueden olvidar, el día 9 del mes de Septiembre del año 1965. Mi marido que pertenecía a la Logia Montecristi murió en el año 1982. Tuvimos 8 hijos (4 hembrasy 4 varones). De ellos 6 se quedaron en Cuba, mientras que 2 emigraron".


 
María Muñóz Rojan, de 60 años de edad, que me habla de sus orígenes:

 
"Mi abuelo era chino y se llamaba Flores Muñóz. Este apellido lo recibió de la familia bajo la cual trabajó como esclavo en el campo primeramente en Artemisa donde sa casó con una cubana de origen mestizo que se llamaba Ramona Rodríguez. Yo soy natural de Los Palacios porque mis abuelos, de Artemisa, se trasladaron para el Central La Francia con los seis hijos entre los cuales estaba mi padre Esteban Muñóz. Mientras que mis abuelos murieron en el central donde hicieron una pequeña fonda, mi padre se casó entre los años 1935-1940 con mi madre Amparo Rojan Andarsio (cubana de origen mestizo). Tuvieron 3 hijos entre los cuales estaba yo".

Ejemplares de cheques.
 "Mi padre trabajó siempre como mecánico en el Central La Francia y cuando este cerró, pasó a trabajar, siempre de mecánico, en el Central José Martí de San Cristóbal, donde además trabajé yo, por 20 años en las oficinas del Poder Popular".


 Julia León Diaz, nacida en 1-10-1936:
De origen chino es la señora Julia León Díaz que vive en la Calle 21, esquina con la Calle 20. De su padre conserva celosamente muchos recuerdos, como por ejemplo, todos sus documentos de cuando vino de China y después de cuando, durante el gobierno de Machado, recibió la ciudadanía cubana. Hasta posee algunos ejemplares de cheques que él enviaba a China desde Cuba para ayudar económicamente a su mamá.




"Mi padre --cuenta la señora Julia-- emigró de Cantón a Cuba en el año 1919 y se llamaba Lau Lam. Tenía entonces 28 años de edad. Al principio trabajó en el comercio aquí en Los Palacios. En el año 1934 se casó con mi mamá, Consuelo Díaz, una campesina palaceña. Al casarse, mis padres se mudaron para Bahía Honda donde nací yo, primera hija, en el año 1936. Después tuvieron un varón y otra hembra, mi hermano y mi hermana, respectivamente en los años 1938 y 1944".





"En Bahía Honda mi padre trabajó en el central azucarero del mismo nombre (Bahía Honda) y se jubiló entre los años 1952-1954. Para sustentar la familia aquí y enviar alguna ayuda a su madre allá, en los meses en los cuales la zafra se paraba, traajaba vendiendo retazos de tela. Yo vine a vivir a Los Palacios en el año 1962, después que fue intervenida en Bahía Honda, la peluquería donde trabajaba y también porque conocí y me casé con Raúl Sánchez, que residía en este pueblo".
Antes de despedirme de la señora Julia, ella me muestra también el documento con el cual su padre asumía el nombre nuevo de Andrés León y una tarjeta con la cual en los años 1940 al 1960 podían presentarse al Casino Chino y hacer compras ventajosas sobre todo de productos de su tierra de origen.