sábado, 28 de noviembre de 2009




ASOCIACIÓN DE PALACEÑOS DE CHICAGO
ILLINOIS, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA
"La familia es el seno espiritual donde se fomentan las creencias y las costumbres". Santo Tomás de Aquino.
Por Osvaldo Gotera Perugorría
Es cierto que la existencia de la Asociación de Palaceños de Chicago, no forma parte de la historia de nuestro querido Término Municipal de Los Palacios, pero consideramos también muy ciertamente, que fue un organismo (fundado y compuesto en su gran mayoría, como es lógico, por palaceños, con la valiosa cooperación de otros cubanos y de personas de otras nacionalidades, como miembros incorporados) que con su extraordinario esfuerzo creó las condiciones para poder ayudar a muchos palaceños y cubanos en general, así como a organizaciones creadas con ése fín, tratando de aliviar en lo posible tanto situaciones ecónomicas como de salud, etc., y destacando el nombre de nuestro pueblo de Los Palacios. Por lo tanto, fue algo muy palaceño, radicado en tierras extranjeras.

La Asociación de Palaceños de Chicago, se constituyó con fines patrióticos, sociales y culturales, como reza en su Reglamento, y la primera reunión se efectuó el sábado dia 6 de mayo de 1972, en el domicilio de Félix Rancaño, antiguo vecino del Central La Francia, situado en la calle Spaulding Norte número 4844, en la ciudad de Chicago, Illinois, Estados Unidos, con la asistencia de las siguientes personas: Félix D. Ortega, Mario Ortega, Félix Rancaño y Señora, Efrén Toledo y Señora, Osvaldo Gotera y Señora, Osvaldo Lázaro Gotera, Leonel Alvarez y Señora, Pedro Romero y Señora, Cipriano Cruz Acosta, Manuel Hidalgo Hernández, Manuel Hidalgo Diaz, Juan A. Fernández Franchi, Sergio Toledo y Señora, Valentín Hernández y Señora, Inocencio Argos y Señora, Tomás Ulloa y Señora, José Fernández y Señora, Cayetano Guerrero y Señora, Ana María Valdés, Maria Arrugueta, Rogelio Pérez Abreu, Jorge Laborde, Juan Rodríguez y Señora, Armín Pérez y Señora y Justo Cordero.

La directiva de la Asociación de Palaceños de Chicago, quedó formada inicialmente de la forma siguiente: Presidente, Cipriano Cruz Acosta; Vice-presidente, Manuel Hidalgo Hernández; Secretario, Efrén Toledo Valdés; Vice-secretario, Osvaldo Gotera Perugorria; Tesorero, Juan A. Fernández Franchi; Vice-Tesorero y Asesor Legal, Jorge Laborde. Vocales: Leonel Alvarez Ipsán, Rogelio Pérez Abreu, Valentín Hernández Castillo, Tomás Ulloa, Manuel Hidalgo Diaz, Félix D. Ortega Fúster, Félix Rancaño Caraballo, e Inocencio Argos Román. En el transcurso de los años, fueron miembros de la directiva, entre otras, además de las ya mencionadas, las siguientes personas: Eusebio Hernández, José Adamo, Giralda Adamo, Miguel Milíán, Aida Hernández, Nereida Ulloa, Rolando Valle, Mario Ortega, Leonel Bárcenas, Juan Rodríguez, Iraida Rodríguez, Tito Ramón Garcia, Orlando Valle.

Queremos destacar en forma especial, la actuación de los Presidentes Tomás Ulloa y Eusebio Hernández. De una manera desinteresada y usando tiempo necesario para sus actividades y asuntos personales, estos dos queridos palaceños, ofrecieron sus mejores esfuerzos en lograr el engrandecimiento de nuestra asociación. Permitieron el uso de sus residencias para las reuniones correspondientes y sus respectivas esposas, Nereida y Aida, trabajaron incansablemente igualmente con el mismo propósito. En cuanto a la situación ecónomica, citamos a Eusebio Hernández, en relación con la organización de festivales bailables que nutrieron los fondos necesarios e indispensables para poder hacerle frente a nuestras contribuciones a distintos sectores. En éste grupo también queremos mencionar a José y Giralda Adamo, que estuvieron presente hasta el último momento de la existencia de nuestra asociación. Es posible que sean omitidos algunos miembros que realmente trabajaron arduamente por la asociación, pero esperamos nos perdonen si ello ha ocurrido. Tuvimos contratiempos y dificultades como existen en todo tipo de organización de esta índole, (somos humanos) pero pudimos salir de ellas, siempre con el pensamiento puesto en nuestro objetivo, que no era otro que el de contribuir al bienestar del ser humano en general.

Aparte de las celebraciones normales de una organización como la nuestra, tales como reuniones bailables, celebraciones con motivo de las fiestas de fin de año, romerías, etc., deseamos detallar el desenvolvimiento de nuestra asociación, en lo que se relaciona a ayuda ecónómica, cuyos fondos eran alimentados por el pago de los recibos mensuales correspondientes así como beneficios bailables, rifas, etc.

Aún cuando se estaban haciendo los preparativos para la organización de nuestra asociación, y ya completamente constituída, es extensa la ayuda económica que se le entregó a distintos palaceños, que por entonces se encontraban en terceros países, algunos en más de una ocasión, así como a miembros de la asociación en general y cuya constancia aparece en los libros de nuestra asociación que aún se conservan, detallando las cantidades y fechas correspondientes. Palaceños que se encontraban en otros países: Vicente García en Costa Rica; Andrés López en Alicante, España; René Nardo en Costa Rica. Rómulo Pérez, gastos de pasaje de su hija desde Cuba a España y ayuda en España. Debemos señalar que la ayuda al hermano René Nardo, se efectuó por hermanos masones miembros de la Asociación. Esta ayuda económica era tanto de los miembros de la Asociación en particular, como de los fondos de la Asociación.


Osvaldo Gotera, Secretario de la Asociación,  
(centro) entregando una placa a Tony Oliva.
A la derecha Claro Duany, que también
fue homenajeado. Al centro, el querido
hermano Efrén Toledo, Vice-Secretario de la
Asociación y uno de los fundadores.

En el año 1973, se le otorgó un homenaje a Tony Oliva, estrella que fue del equipo de los Gemelos de Minnesota, en la Liga Americana, el cual como muchos saben, jugaba con nuestro equipo de béisbol en Los Palacios, cuando salió de Cuba. Este homenaje se hizo extensivo al gran jugador del beisbol cubano Claro Duany, muy conocido por los fanáticos cubanos, miembro del equipo de Marianao, en la liga profesional cubana, que residía en Evanston, Illinois, EE.UU.
En el año 1974, se le dió un merecido homenaje a los conocidos e ilustres palaceños, Eleuterio León Medina, por sus constantes desvelos y preocupaciones con nuestro pueblo, por entonces ya residiendo en la ciudad de Nueva York y a las educadoras palaceñas, Ana María Valdés y Angelina Franchi-Alfaro, ambas residiendo en Chicago, por sus distinguidos y devotos servicios en la enseñanza, en nuestro querido pueblo. Este homenaje se hizo extensivo también a todos los hijos de miembros de la asociación, mayores de 13 años (hembras) y mayores de 15 años (varones), en reconocimiento a sus respectivas conductas y ejemplares actuaciones en nuestra sociedad, habiéndoseles entregado respectivos diplomas al efecto. También se hizo entrega de una placa al asociado Miguel Milián, que aunque no es palaceño, lo consideramos como tal, por sus desinteresados servicos a distintas familias palaceñas, a la llegada de éstas a tierras norteamericanas.

Fotografía a la derecha: La profesora Angelina Franchi-Alfaro, recibe la placa testimonio del homenaje de la Asociación de Palaceños de Chicago, de manos de su hijo Bebo. Año 1974.

 

En más de una ocasión entrega de juguetes a hijos de asociados en navidad y entrega de regalos, cumpliendo acuerdo al efecto, a los mismos, con motivo de contraer matrimonio. Entre ellos, los jóvenes palaceños, Leonel Hernández, Nelson Rodríguez, Osvaldo L. Gotera, Jorge M. Bárcenas, Pilar Cabrera, Odalys Argos, hija del asociado Israel Sánchez, Thelma Álvarez.

Entrega al Club de Leones, de Chicago, (Nov. 1974), de nuestra contribución ($114.00) a los gastos incurridos por ellos con motivo de los funerales de la señora Delia Huelga, de nacionalidad cubana. Ayuda económica a varios miembros de la Asociación por motivos de familiares enfermos o situaciones económicas difíciles. Jorge Sánchez, Israel Sánchez, Fabién Pagán, Rafael Rodríguez, Vicente Cecilia (enfermedad).

Ayuda económica directa de la Asociación a los damnificados de las Repúblicas de Honduras y Guatemala. Años 1974 y 1976. Honduras, $80.00 y Guatemala, $50.00 Contribución de la Liga de Bolos, “Dr. Lucilo Díaz Fernández”, ($80.00), entonces auspiciada por la Asociación de Palaceños, para los damnificados del terremoto de Nicaragua. Colecta hecha entre los participantes del campeonato de bolos.
Entregas de placas a los antiguos presidentes Tomás Ulloa y Eusebio Hernández, por sus extraordinarios servicios a la asociación.
Fotografía a la izquierda: Rodeando al querido palaceño León Medina, de izq., a derecha, Bebo Prado, Ramón Chávez y Juan Antonio Fernández. Año 1974.

Envio de medicinas a Cuba, en varias oportunidades, para palaceños que realmente la necesitaban y que no tenían familiares o quienes podían ayudarlos en ése sentido en ésta ciudad o en otro lugar de los Estados Unidos. Nuestro representante en Los Palacios, fue René González Ledesma. Agosto-78, $74.00; Sept.-79, $57.95; Julio-80, $62.35; Sept.-81, $70.10, TOTAL $264.40. Nos ayudaba en Hialeah, Florida, en la compra de de las medicinas, Maria del Pino Guerra. Facturas detallando los envíos, así como las medicinas enviadas se encuentran en los archivos de la Asociación.


El querido palaceño Eleuterio León Medina,
a su llegada al aeropuerto O´Hare, en Chicago.
En la fotografía, Osvaldo Lázaro Gotera y
Manuel Hidalgo, que formaron parte del grupo
de palaceños que le dieron la bienvenida.

Contribución a las organizaciones correspondientes, con motivo de la llegada de cubanos refugiados, durante el año 1980: $300.00. Contribución de Tomás Ulloa, $100.00; Contribución directa de la Asociación, $200.00.

Envíos de ofrendas florales por fallecimientos de familiares de miembros de nuestra Asociación, así como envíos de postales de felicitación con motivo de las navidades. En los archivos de la Asociación de Palaceños, se conservan los recibos, comprobantes y cheques correspondientes, así como anotaciones en los libros de actas y de tesorería, para futuro conocimiento y veracidad de las personas que lo estimen conveniente. A pesar de la intensa labor realizada, en sus últimos años la Asociación de Palaceños, por distintas razones, se mantuvo inactiva y al fracasar ciertas gestiones en el sentido de reorganizarla, considerando que los fondos depositados en el Banco de Ravenswood, en Chicago, podían ponerse a mejor uso y ser más útiles, se acordó por la directiva actuante en ésos momentos, previa citación al efecto, de lo cual consta el acta correspondiente, distribuir los fondos existentes de la forma siguiente: Entrega al Bicentennial Lion Club, de la ciudad de Chicago, de nuestra contribución y aporte ($500.00) a los distintos programas que ésta organización sostenía en su ayuda a los necesitados.

En el año 1988, (Enero 9) se le entregó a la Casa Central, de la ciudad de Chicago, organización establecida desde hacía muchos años, dedicada a la ayuda de personas de avanzada edad y niños de nuestra comunidad hispana, de la cantidad de $4,352.85, como nuestra contribución a sus variados programas de ayuda. Quedando de ésta manera cerrada la existencia extraordinariamente fructífera de nuestra Asociación de Palaceños de la ciudad de Chicago, Estados Unidos de América. Esperamos que en su tiempo correspondiente la ardua labor realizada por éste grupo de palaceños, miembros incorporados y cubanos en general, se reconozca por su contenido humano.

A la izq., la educadora palaceña Ana María Valdés, orgullosamente recibe el reconocimiento merecido por sus años al servicio de la educación palaceña, de manos de su hijo Efrén. Año 1974.
A la derecha, entrega de la placa correspondiente al querido palaceño Eleuterio León Medina, por el entonces Presidente de la Asociación de Palaceños de Chicago, Tomás Ulloa. Año 1974.

Enero 9, 1988. Entrega del Cheque No. 1006, de la fecha, por
la cantidad de $4,352.85, al Presidente de la Casa Central,
(Hogar de Ancianos Hispanos), Reverendo Daniel Álvarez,
como donación de la Asociación de  Palaceños de Chicago.
De izq., a derecha, Reverendo Álvarez, Giralda y José Adamo
                                      y Osvaldo Gotera,  miembros de la organización.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Huracán Gustav en Paso Real de San Diego

30 de Agosto de 2008














Según los expertos, en el devastado Paso Real de San Diego, unas 62 millas (100 km) al oeste de La Habana, se registraron rachas de "315, 320 y hasta de 340 km/h", antes de que los vientos del huracán derribaran la torre del punto de observación, donde estaba instalado el equipo para medir la fuerza de los vientos. Al referirse a la estela de destrucción dejada por Gustav en el oeste de la isla, fue calificado como el más destructor en los últimos 50 años.
"Trescientos cuarenta kilómetros por hora. Una racha de viento de esa velocidad, precedida por varias que sobrepasaban los 300, fue el número más escalofriante de los relativos a las afectaciones en Pinar del Río", señaló el periódico.
Según las autoridades, Gustav no provocó muertos, aunque sí decenas de heridos.Los ciclones, que afectan a Cuba entre el 1 de Junio y el 30 de Noviembre, han dejado un saldo en el último medio siglo de miles de muertos y damnificados, pueblos y cultivos arrasados y daños severos en la infraestructura. Entre ellos figuran Flora (1963, 1,200 muertos), Dennis (2005, con 16), George (1988, con seis) y Wilma (2005), que dejó pérdidas por más de $700 millones y provocó históricas penetraciones del mar en La Habana.
Fotografias de ARCHIVO (OGEPE).
(A) Calle 18, frente a la Farmacia. (B) Farmacia, esq., de las Calles 18 y 19. (C) Calle 18. La baranda azul es la Cafetería (Antiguo Bar de Julián Andarcio). (D) Bodega, esq., de las Calles 18 y 23. Antigua bodega de Santiago (El Chino).









Huracán Gustav
Segunda Parte


30 de Agosto de 2008
En Los Palacios, se calculó que 90 por ciento de las viviendas fueron afectadas, así como la mitad de la infraestructura eléctrica. Los Palacios no se inundó, pero la lluvia se filtró en muchas casas y entró a raudales en las que perdieron los techos. Algunas personas formaron pequeños grupos en la calle para intercambiar experiencias.
Las calles estaban bloquedas por ramas de árboles, postes eléctricos caídos, trozos de columnas ornamentales, pedazos de madera, puertas, cabinas telefónicas azules y láminas de metal corrugado que antes fueron un techo. El edificio principal de la escuela perdió todas las ventanas del piso superior. Muchas casas perdieron los techos y otras se derrumbaron por completo.

No había electricidad, gas, combustible o agua, aunque los vecinos tenían guardada suficiente agua potable para 72 horas. El primer pase duró unas dos horas. Luego estuvieron en el ojo alrededor de 45 minutos y el tiempo estaba completamente despejado. Después del ojo perdió un poco de fuerza, pero las primeras ráfagas fueron violentas''.


Más fotografías del Pueblo de Los Palacios
ARCHIVO (OGEPE).



















































Fotografías: ARCHIVO (OGEPE)

(1) Esquina de las Calles 21 y 24. (2) Iglesia Bautista, a la izq. (3) Torre de Observación derrumbada. (4) Calle 21, a la izq., antiguo Policlínico. Actual Casa de la Cultura. (5) Calle 21, Iglesia Bautista al fondo. (6) Tendido eléctrico dañado. (7) Área cerca de uno de los cruceros del ferrocarril.








domingo, 22 de noviembre de 2009

Presencia Religiosa en Los Palacios

Por Jesús M. García Vázquez

Los Estados Unidos cada día hacían sentir más su influencia sobre la Isla de Cuba, motivado por su cercanía geográfica, el incipiente y cada vez más próspero comercio y por la constante presencia de cubanos en su extenso territorio en busca de mejores horizontes de vida o del refugio seguro que siempre han encontrado, ante persecuciones políticas. En estas influencias recibieron los cubanos nuevas formas de adorar a Cristo y practicar su doctrina en el seno de las llamadas iglesias evangélicas o protestantes, de gran arraigo estos cultos religiosos en Estados Unidos. Algunos palaceños se convirtieron a estas religiones y recibieron sus bautizos en iglesias protestantes. Fotografía a la derecha: Iglesia Católica. Calle 23 (antes Calle Antonio Maceo). Fotografía de: Angel González.

En 1929 es fundada en Los Palacios la primera iglesia protestante; la Iglesia Adventista del Séptimo Día, en esta fundación participaron los masones; Emilio Girado y Calixto Arrebato. En ese propio año 1929 son bautizados: Felina Delgado, Magdalena Delgado, Rosa Arrebato, Matea Arrebato, Hortensia Martínez, Amparo Martínez Batlle (esposa de Emilio Girado), Eulogia Arrebato (esposa de Calixto) y Genoveva Arrebato. Los primeros cultos se veneraron en la vivienda de Emilio Girado, sita en la Calle 23, (antes Calle Antonio Maceo) , entre las Calles 20 y 18, (antes Calles Avenida Warren y Calle Froilán Núñez). También funcionaron como iglesia en la esquina de la Calle 25, (antes Calle Luis A. Fernández), donde estuvo la Funeraria Rodríguez; en la Calle 17, (antes Calle Aliño), lugar que fue la residencia del Juez Carluch; en la esquina de la Calle 21, (antes Calle José Martí), casa donde vivieron Osvaldo Gotera y Gonzalo Casanova. Actualmente su sencillo y acogedor templo radica en la Calle 21, (antes Calle José Martí), entre las Calles 20 y 22, (antes Calles Avenida Warren y Calle Ajuria), y contiguo al mismo la casa vivienda del pastor.

Las primeras expresiones de la religión bautista o baptista se reciben de pastores que a caballo predicaban por los campos del suelo palaceño. Los bautistas celebraron sus primeros cultos y bautizos en los hogares de sus fieles. De gran apoyo para la obra bautista en Los Palacios lo fue la Tía Jino Cargot, su familia y su vivienda en Paso Real. La Iglesia Bautista de Los Palacios fue fundada en 1947, construyéndose su templo y casa pastoral en la Calle 21, (antes Calle José Martí ), esquina a la Calle 24, (antes Calles Céspedes). Fotografía a la izq.,: Iglesia Bautista. Calle 21, esq. con la Calle 24 (antes Calle José Martí y Calle Céspedes. Fotografía: Luis J. Puentes (Pilingo).

A finales de los años cuarenta en las zonas rurales de Los Palacios comienzan a sentirse las primeras manifestaciones religiosas y proselitistas de la secta conocida por los Testigos de Jehová. Este grupo religioso cristiano fue fundado en 1872 en Pittsburg, Pensilvania, por el norteamericano Charles Taze Russell. La sede internacional de los Testigos de Jehová radica en Brooklyn, Nueva York. Los miembros de esta secta creen en la segunda venida de Cristo; se consideran seguidores de la cristiandad primitiva y ven en cada testigo a un ministro de Dios. Insisten en el conocimiento y estudio de la Biblia y en la absoluta obediencia a sus preceptos. Las enseñanzas de los Jehová son difundidas por sus miembros que predican de puerta en puerta y distribuyen folletos a los transeúntes en la calle. Las clases de estudios bíblicos son impartidas por lo general en hogares privados. Salones del Reino es el nombre que reciben los lugares donde celebran sus reuniones y asambleas.

Los Testigos de Jehová reconocen lealtad tan sólo al Reino de Jesucristo. Se niegan a saludar bandera alguna, aunque sea la de su patria, votar en elecciones, ser enrolados en el ejército, cumplir con el servicio militar o a expresar lealtad de cualquier modo a ningún gobierno. Este proceder les ha creado enfrentamientos y conflictos con las autoridades institucionales de muchos países. En 1954 en Los Palacios establecieron un Salón del Reino en la Calle 25, (antes Calle Luis A. Fernández), en el lugar conocido por la Cuartería de Puentes. A partir de los años sesenta ante la negativa de sembrar tabaco, cumplir con el alistamiento en el servicio militar y otras leyes del Gobierno Revolucionario, fueron considerados enemigos de la revolución y una feroz persecución y acoso se cernió sobre ellos.

A los poseedores de tierras se les decomisó las mismas y obligados a vivir en lugares inhóspitos; los jóvenes que se negaban a ser reclutados en el servicio militar eran encarcelados. Todos aquellos, hombres o mujeres, que fueran sorprendidos predicando o en registros a sus viviendas se les encontrara la Biblia o materiales propios de su religión, además de ser decomisados estos materiales religiosos, fueron condenados a fuertes multas o privación de libertad, acusados del delito de posesión de impresos clandestinos. Estas medidas represivas y de fuerza no lograron destruir o disminuir esta secta, que cada día crecían más en adeptos y se fortalecían en su fe. A partir de 1990 una controlada tolerancia en las prácticas religiosas y de logias fraternales concedida por el Estado Cubano, también ha sido disfrutada por los Testigos de Jehová.

El metodismo, movimiento protestante fundado en Londres, Inglaterra el 1 de Mayo de 1739 por el teólogo inglés John Wesley, llegó a territorio norteamericano muchos años antes de la Declaración de Independencia de este país el 4 de Julio de 1776. De los Estados Unidos pasó a Cuba y al municipio de Los Palacios llegó en la década de 1940. En Paso Real de San Diego se constituyó un templo para la práctica de esta religión en el año 1949. Siendo reconstruido totalmente por el pastor Ramiro Expósito en 1990. (A la izq., Iglesia Metodista de Paso Real). Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).
El espiritismo que es un sistema por el cual se trata de establecer comunicación con los muertos, por lo general a través de un clarividente o médium, también tuvo asiento en Los Palacios y muchos, palaceños y transeúntes a veces, ejercieron de médium. Uno de los espiritistas que mayor tiempo estuvo ejercitando esta profesión en una consulta situada en la vetusta antigua colonia, en la Calle Maceo, fue Domingo Fonte. Muy en moda siempre estuvieron en Los Palacios los curanderos, que utilizaban para curar, además de la buena fe, una mezcla de medicina verde o natural ligada con rezos. Muy recordados en esta función Manuel Martínez y Antonio Martínez (Calinga el tintorero).
Nuevas formas de practicar el cristianismo en el seno de iglesias evangélicas llegaron a Los Palacios entre 1985 y 1990. Se fundaron cuatro de estas iglesias en el municipio; dos en el casco urbano, una en Perico García y la otra en Paso Quemado. También en Paso Real existe un pequeño templo denominado “Los Guardianes de la Cruz de Cristo” y una casa de oración de esta religión en Los Palacios. (A izq., y derecha respectivamente, Iglesia Evangélica, e Iglesia Protestante, en el Término Municipal de Los Palacios. Fotografías: ARCHIVO (OGEPE).








¿Te acuerdas, palaceño?

* De los paseos que todas las tardes, cuando el tiempo estaba bueno, le daba el bodeguero Eduardo López a su auto, un chevrolet de 1949 color marrón. Eduardo compró este auto “nuevo de paquete” y nunca salió el mismo de Los Palacios. En el asiento trasero jamás se sentó persona alguna. Cuando terminaba su paseo, estaba un buen rato lustrándolo con un paño hasta que lo entraba de nuevo al garaje.






* De la colección de carros y motores antiguos de Juan Barreiro, y su obsesión por los autos Ford modelo T (tres patá). Barreiro fue mecánico de aviación, al crearse la Fuerza Aérea en Cuba, y conoció a los pioneros de la aviación cubana: Rosillo y Parlá. Durante mucho tiempo funcionó en Los Palacios un Ford de los de Barreiro, lo poseía Ramón, el hijo de Chilo Álvarez y funcionaba correctamente.






* Del cilindro de vapor del contratista Matías Guerra, si; aquel isleño de mal carácter que se casó con la joven palaceña Maruca Canosa. Su cilindro era de los primeros modelos que llegaron a Cuba, cuando aun no se conocían aquí los motores de combustión interna. Lo estuvo mucho tiempo operando el masón José María Pérez y de vez en cuando alguna casa de techo de guano se incendiaba, como la de Ángel Palacios y José Fernández, por las chispas que brotaban de su chimenea.


* De los chivos del señor Barcenas en sus correrías por el pueblo, sus daños a los jardines y las embestidas que de vez en cuando le propinaban a alguien. Todavía hoy en día oímos la expresión de algún palaceño molesto: “jodes más que los chivos de Barcenas”.

* De Sotero Jane y sus intercambios comerciales. Sotero era un señor de la raza de color de estatura mediana, musculoso y con una dentadura muy blanca y pareja, que relucía aún más su blancura ante el color de su piel. Cargando en la espalda, en forma de mochila, una enorme caja de fuerte cartón, la que fortalecía con cordeles o delgadas sogas cruzadas, se le veía diariamente con los primeros rayos del sol por el viejo camino del Arroyo de la Majagua rumbo a las fincas colindantes o a el faldeo de las lomas. La caja iba repleta de imágenes de santos y vírgenes de yeso, vasos, tazas de café, adornos, velas etc, y demás encargos que le hacían los pobladores de las zonas rurales. Esta mercancía era cambiada por pollos, guanajos, guineos, huevos y otros productos del campo, los que después eran vendidos en el pueblo. Con este pequeño comercio, primero de intercambio o trueque, y después de venta, alimentó y vistió Sotero a su numerosa familia con la honradez más absoluta, sin jamás desprenderle nada a nadie. Se decía que poseía una fortaleza extraordinaria.

* Del acueducto de Tatín López y el Neno Rojas con su tanque, que parecía una nave espacial en la rampa de despegue, al final de la Callle 23, (antigua Calle Antonio Maceo), cerca del río. El suministro de agua para este acueducto era el propio río.

** Del ejército de vendedores ambulantes que se movían por Los Palacios, proliferando cada día más para terror de los comerciantes establecidos. Los mismos te llevaban a la puerta de la casa, con facilidades de pago, un equipo electrodoméstico, una pieza de vestir, que una prenda de oro legítimo de 18 o 22 kilates o el mejor perfume. Los más sobresalientes en este giro lo fueron el sonriente As de Oro y el fraternal y caballeroso de Monguito Solapeña. El As de Oro tenía los colmillos encasquillados en oro y siempre los estaba enseñando, no porque fuera de naturaleza sonriente, sino por ser diente frío.

* Del tiempo que mantuvo Ciriaco Ramírez en taquilla, con el cine repleto, la película “Tu y las Nubes” protagonizada por Miguel Aceves Mejías, Lola Flores y el cómico Mantequilla.

* De la imperturbabilidad y sangre fría de Alberto García Coll, que ante nada se alteraba, ni aún cuando estaba perdiendo en el póker, donde solamente se le oía exclamar en voz baja: “la suerte me es adversa”.
* De los cuentos de Tavo Sordo todas las noches en el paseo de Los Palacios y los líos que se buscó ante palaceños airados, al relatar las inclusiones protagónicas, de ellos o familiares, en pasajes nada gratos.

* De las célebres tertulias culturales de Ramón Alonso, el dueño de la Ferretería “La Revoltosa”. Estas tertulias se mantuvieron, noche por noche, desde el año 1930 en que se estableció con una mueblería en Los Palacios, hasta al mes de Abril de 1980, en que retornó a España.

* Del triste final que tuvo la moderna y flamante ambulancia, que se compró para el municipio con las ganancias de la Verbena de 1954. Un atardecer trajeron de urgencia a la Casa de Socorros de Los Palacios una envenenada de Paso Real, la ambulancia se encontraba parqueada frente a la misma y el chofer había salido. Tatá Piñera se prestó para chofer y la popular Justica, la madre de Liberal, de enfermera acompañante. A todo lo largo de la antigua Calle Warren, hoy Calle 20, no quedó un vecino que no saliera al portal ante el atronador ruido de la ambulancia, por la velocidad alcanzada. Después del Entronque de Los Palacios se volcó y dio no se sabe cuantas vueltas. Al buscar la envenenada, había vomitado tanto que ella misma, sin que nadie la viera, tomó una guagua y retornó a Paso Real. .Tuvieron que seguir con Justica para el Hospital de Pinar del Río. La ambulancia no sirvió ni para chatarra.
La Primera Orquesta en Los Palacios

El censo de 1862 recoge en su empadronamiento que en Los Palacios existían en esa época seis músicos; 5 blancos y uno negro, pero eran señalados dentro de las distintas ocupaciones u oficios existentes en la localidad. Se hace también mención de 35 costureras; 25 blancas y 10 negras, 14 tejedores de sombreros; 12 blancos y 2 negros. Los palaceños, desde los primeros momentos, dieron muestras de sus inclinaciones festivas y artesanales, fundamentalmente en la música popular y en la artesanía popular tradicional. Es bien conocida la tradición palaceña, de generación en generación, de poseer diestras costureras en la confección de esa prenda de vestir tan criolla como es la guayabera, utilizando tejidos importados e hilos de algodón y lino, botonadura de hueso, carey y tarro. Desde la segunda mitad del Siglo XIX hay referencia de costureras que se destacaban en estos menesteres.


En el campo de la música la primera orquesta que se tiene noticias, fue creada por una Sociedad de Tabaqueros.

El acta de constitución dice así: “En el pueblo de Los Palacios el 3 de Enero de 1864 ante mí, el Capitán y dos testigos de asistencia, comparecieron Don Jaime Bonn, Don Victoriano Machó, Juan Piñera, Don Domingo Suteras, Don Vicente Piñeras, Don José Molinero, Don Ángel Pérez, Don Carlos y Don Tarafa, Don Antonio Hernández, Don Fernando Fonte, Don Antonio Lines, Don Eusebio, Don Pedro y Don José Cruz, Don Manuel y María Guzmán, Don Pedro Midiuno y Don Inocencio Álvarez. Expusieron los primeros que se constituyen y obligan a satisfacer el último por mensualidades de cuarenta y dos pesos y cuatro reales.

 
La suma de treinta onzas españolas al año. Obligándosele a Antonio Álvarez a presentar una orquesta con cornetín, dos clarinetes, un bajo y los timbales con los  que tocarán las festividades y bailes siguientes: el estreno día Jueves Santo, la procesión del jueves. Misa del Sábado de Gloria, procesión y/o misa el Domingo de Resurrección, Misa y Procesión del Santo Patrono, Misas de Aguinaldo y Noche Buena y Segundo Día de Pascuas, más dieciséis bailes distribuidos en el orden siguiente; día de los Santos Reyes, 3 en el Carnaval, 3 en Pascuas de Resurrección, 3 en el Santo Patrono, 1 el día del Corpus Christi, 3 en la Pascua de Navidad, 1 en el día del Año Nuevo y otro cuando se encuentre  el Señor Obispo. Como nota curiosa se establece en el propio expediente que en los bailes debía cobrarse 2.00 pesos y un (1) real a cada bailador que no fuera socio.
 
Continúa en el género campesino tradicional las tonadas pinareñas y como su estrofa dilecta la ya citada décima con su abanico de temáticas, entre las que descuellan, el amor, el paisaje, la vida cotidiana que a veces no podía eludir cierto matiz pesimista.


Sirva de paradigma la siguiente:

Vete a la llama de amor,
Y pagarás lo que hiciste,
Donde candela encendiste,
Ha de quedar un calor.

No te parece mejor,
Que los dos tengamos paz,
Mírame una vez no más,
Con esos ojos tan bellos,
Mírame una vez con ellos
Aunque no me mires más.