E.L. Medina-Testimonios Sobre Acontecimientos Históricos en el T.M., de Los Palacios
"Para preservar la integridad de la identidad colectiva de un pueblo, es necesario acceder a sus símbolos culturales". Elizabeth Liz Medina
Memorias Palaceñas
Por Eleuterio León Medina
Figuras que ocuparon cargos Administrativos y de Seguridad en Los Palacios, en ciertas épocas: Alcaldes Pedro Liz, en dos ocasiones (1922-1936); Emilio Puentes (1933, de facto). Jefe de Policia, Antonio Badosa (El Teniente Villa); Sargento José León; Cabo Alberto Acosta y miembro del cuerpo, el policía Emilio. (A la derecha fotografía donde aparece el señor Pedro Liz, Alcalde de Los Palacios en la ocasión, al lado del conductor del vehículo, con motivo de un concurso de belleza. (Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).
Nuestro amigo Pánfilo Herrera, veterano de la Guerra de Independencia, muy amigo de Pedro Liz y padre de Antonio Herrera, este que fué dirigente obrero y miembro del Sindicato de Trabajadores Azucareros del Central La Francia.
Nos contaba Pánfilo, según historias pasadas de generaciones en generaciones, que alrededor de la segunda mitad del siglo XIX, en el pequeño pueblecito de Los Palacios, el padre de Paciano Prier, que también se llamaba Paciano, por las tardes, con una escalera y un mechón con petróleo, encendía mechones en varias calles del pueblo, entonces formado de 15 o 20 casas de guano y que el ganado vacuno y los caballos venían por las noches a las casas y por la mañana estaban todos los portales de tierras, llenos de las porquerias de los animales.
Paciano Prier, el hijo, trabajó en la Jefatura de Salubridad, mucho tiempo después, en unión de Cristóbal Solano, (Popa) y Teófilo Reinoso, que recogían la basura del pueblo en un carro tirado por una mula.
Antiguos Jefes de Salubridad: Doctores Planas y Rojas. En una ocasión un médico del vecino pueblo de San Cristóbal, de apellido Echevarria, venía todas las semanas al pueblo de Los Palacios, a desempeñar el cargo. El Dr. Rojas, muy amigo mio, preso conmigo en la cárcel de Pinar del Rio, (Maceo 18). El Dr. Rojas, vivió en la casa que fabricó frente donde se encontraba últimamente la Junta Municipal Electoral. Dicha casa pasó luego a ser residencia del Dr. Puentes y más tarde de la familia del Dr. Morales Escobar.
A la izquierda, (Años 1940-44), fotografía del Alcalde del T.M., de Los Palacios, Dr. Lucilo Díaz Fernández, rodeado del Cuerpo de la Policía Municipal. De pie, de izq., a derecha, aparecen entre otros, (4) Juan Victorero, (5) Ramón Barroso y (6) Yiyo Cuala. Sentados, de izq., a derecha, el Jefe del Cuerpo (2) Víctor Jiménez, (3) Dr. Lucilo Díaz, (4) Francisco Sánchez y (5) el Señor Soto, vecino del pueblo de Paso Real. (Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).
La corriente eléctrica se recibía en el pueblo por entonces, de Artemisa o directamente de La Habana, (no recordamos exactamente), cuando el ingeniero eléctrico Gabriel Maristany, instaló en la Calle Serafín Garcia, (actual Calle 28), esquina a la Calle José Martí, (actual Calle 21), una planta eléctrica con el buen amigo Rafael Brito, de administrador. La primera noche la planta no funcionó y el pueblo se incomodó un poco contra el Señor Maristany. El Maestro Don Antonio Valdés Valdés, que siempre caminaba con su paraguas.
El gigantesco tanque de agua, construido por el Señor Betancourt, donde existía la fábrica de hielo, en las Calles Warren (actual Calle 20) y Ramón Cruz, (actual Calle 19), donde parte de su construcción básica permanecía visible hasta los años sesenta. Este lugar, conjuntamente con el Parque y su fuente, formaban parte de lo que pasó a llamarse “Reparto Betancourt”. Esta cuadra completa fue adquirida mucho más tarde por el Señor Tomás Guerra, nativo de Islas Canarias, donde fabricó su residencia y en cuyos terrenos se estableció la Academia de Enseñanza Privada, “José de la Luz y Caballero”, dirigida por sus hijas, las profesoras Hilda Maria y Maria del Pino, lugar educacional donde estudiaron muchos jóvenes palaceños y de los alrededores, que se convirtieron tiempo después en útiles profesionales que sirvieron a la comunidad en general.
Antiguos maestros: Antonio “Ñico” Castro, padre de Rosalina Castro. El maestro Castro, hubo de trasladarse y ubicarse en el pueblo de Santa Cruz de Los Pinos, donde ejerció igualmente su profesión. El Maestro Ambrosio Sotolongo, la Profesoras Fortuna Medel, Amparo Martínez Valle y Amparo Martínez Rodríguez.
Familias palaceñas: Al lado del Colegio de Sotolongo, en la Calle Céspedes, (actual Calle 24), vivía la familia de Agapito Martínez, el gallero; al otro lado la familia de Guillermo Suárez, otro gallero y padre del conocido sastre palaceño Gabo Suárez; después la casa ocupada por Prado y Angelina Franchi y después, la panaderia y dulcería de Serra. Seguidamente vivíó la familia de Mario “Mayito” Fúster, padre del Doctor Emilio Fúster Sosa (dentista que ejerció muchos años en Los Palacios, antes de abandonar la isla y radicarse durante mucho tiempo en la República de Puerto Rico, antes de trasladarse a la ciudad de Miami, en los EE.UU.). En la esquina, (José Martí (actual Calle 21) y Calle Céspedes) (actual Calle 24), una talabarteria de un moro, al frente de la Ferretería La Unión de Emilio Gómez, con Mateo Gómez, como socio.
Otros comercios: Almacén de Víveres El Dragón Chino, de Carlos Lau, en la calle que conducía al Cementerio Viejo (Serafín Garcia), (actual Calle 28), cerca del domicilio de la familia Cabrera, que yo tanto visitaba. Farmacia de Ramón Ramírez, en la Calle Antonio Maceo, (actual Calle 23), casi esquina a Piñera, (actual Calle 26), después de Mario Cabrera y después del Dr. Lucilo Díaz Fernández. Años atrás, la farmacia de Víctor Diaz.
Viejas anécdotas: En Taco-Taco, era de dominio popular el decir relacionado con el lugar conocido por Bacunagua. Existía un señor de avanzada edad, que trasladaba muy a menudo una lata de agua en la cabeza y al preguntársle, ¿Que llevaba en la lata? Contestába: “AGUA”. Se cree que de ahí surgió la frase: “VA CON AGUA”, por lo tanto la palabra “BACUNAGUA”. ¿Qué creen ustedes?
También existía en el pueblo de Los Palacios, el comentario popular relacionado con el Dr. Delgado, que fue Jefe de Salubridad y su célebre trigémino, un aparatico que hubo de aplicar en la nariz en su consulta a un señor algo retrasado mental nombrado Alipio, y éste señor salió corriendo y gritando por todo el pueblo.
Regresando a Bacunagua diremos que era un pequeño poblado campesino, donde vivían entre otras las familias Remedios y Evoras, con una bodega de víveres (tienda mixta), un salón de escogidas de tabaco, donde los 25 de Diciembre se celebraban bailes, al igual que después lo hicieron en Fierro, (Barrio Limones), con las mejores orquestas nacionales.
Frente a la bodega de Evora habia un camino vecinal que salía hacía el norte a la Carretera Central, hasta Carabelas, con fincas llenas de sembrados de cañas y tabaco a ambos lados. Desde Fierro, existía una carretera que conducía hasta Rancho Mundito, (Barrio Limones), ya en la Sierra del Rosario.
En el Entronque de Los Palacios, teníamos la fonda de Periquín y la bodega de Pulido.
En el año 1920, ya estaba el Central Los Palacios, (pequeño ingenio azucarero), moliendo cañas de la zona de Macurijes, fincas de Benito Remedios, de Paso Real y Santa Mónica, finca de los Leales. El administrador era un señor de apellido Manatine. Jefe de Máquinas o del Ingenio era Sotolongo. Para ir al central habia un camino que pasaba por el cementerio viejo, situado en la esquina de las Calles Lens (actual Calle 31) y Serafín García, (actual Calle 28).
La economía del pueblo por entonces era bastante buena. Habia un banco llamado Popular. El Central La Francia (1916), barrio de Macurijes. Administrador Cagigal. Jefe del Batey, Gillo Nuñez; Secretario de Oficina, Vicentico Medel. Existían las carnicerías de Arrugueta. También residía la familia de los Chávez.
Nos recordamos que en unión de Pepe Dorta, que mucho después, fue conductor de los omnibus de Los Palacios a La Habana (El Directo), recogíamos cañas en una carretilla. También César Barroso, que hubo de formar parte de la Guardia Rural en Los Palacios, y llegó hasta el grado de sargento.
José Capote, tenía una panadería detrás de la casa de la familia Bárcenas. Cerca Mariano Méndez, que después fue propietario de la tienda de ropa El Encanto, y más tarde del Nuevo Encanto, al quemarse el primer establecimiento, situado en la esquina de las calles Antonio Maceo (actual Calle 23) y Piñera (actual Calle 26), cuando vino de España, tenía una sastrería.. En la misma calle Higinio Alvarez tenía una sombrerería, donde arreglaba sombreros. Esquina conocida popularmente como la Esquina de Aquilinito.
Recordamos cuando César Barroso, Pepe Dorta y yo, llegábamos a la panadería a las cinco de la mañana y José Capote, nos daba a cada uno dos panes blancos y a cada uno también, sacos de panes para llevarlos en el CUCHI al Central La Francia, para la bodega comercial. Como ha llovido.
En la Esquina de Bárcenas, había un establecimiento de víveres y fonda, y tenían un billar y jugábamos. Bárcenas nos enseñaba a jugar al billar. Había en el centro de la mesa de billar, cinco palitos blancos, con 6 huecos a los lados, donde caían las bolas del billar. Tenía tres bolas blancas. Se decía que se jugaba a la viuda; luego vino el tradicional Chicago-Billar.
Higinio Hevia, que fue representante de los productos de la Cervecería La Tropical, en la Avenida Warren, (actual Calle 20), que entraba al pueblo desde el Entronque con la Carretera Central, hubo de comprarle a Betancourt como 100 parcelas de terreno. El Dr. Gaudencio Castro, tenía las escrituras de los solares inscriptos en el Registro de la Propiedad de San Cristóbal. Todos éstos solares fueron vendidos por Higinio. Hice los contratos privados y más tarde se hizo a través del Notario Dr. Alberto Jardines y Notario Ernesto Dominguez. Por ellos trabajé haciendo matrimonios. Las escrituras se llevaban a la Zona Fiscal de Consolación del Sur y luego, se inscribían en el Registro de la Propiedad de San Cristóbal, cabecera del Partido Judicial.
En el Reparto Betancourt, donde existía el parque de su nombre con una fuente luminosa, que fue construída en los años 20, en ruta al Entronque de Los Palacios, se construyó en la década de los años 30, (no recordamos exactamente la fecha), una pista circular de alrededor de medio kilómetro, para carreras de automóviles. Participaron en la carrera Bienvenido Martínez, Baletón, un tal Llarine y otros más. A las máquinas Ford, las llamaban Fotingos. Ganó la carrera Llarine. Todos los fotingos Ford fallaron y no llegaron al final. (A la derecha, uno de los autos participantes en la carrera. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE). Casi todo el pueblo de Los Palacios, fue a presenciar las carreras.
En el Reparto Norton, (Ave. Warren), (actual Calle 20), el chalet donde vivió el Juez Municipal, Dr. Jacinto Carluch.
Nos gustaba mucho la carrera de derecho, por lo cual hube de abandonar la profesión de barbero, cuando vendí la barbería, situada en la Calle Antonio Maceo, (actual Calle 23), casí esquina a la Calle Piñera (actual Calle 26), al señor Jesús Romero. Me gradué de Procurador Público y siendo Procurador Universitario, empezé a estudiar derecho.
En el Reparto Nueva Era, tenían propiedades Higinio Alvarez, (que fué Alcalde de Los Palacios); igualmente Benito Remedios. El padre de Alberto Garcia, conocido político palaceño, que usualmente tenía en sus manos un tabaco apagado, tenía una relojería, en la calle Antonio Maceo, (actual Calle 23).
También en el Reparto Nueva Era, Benito Remedios, tenía una fábrica de conservas de piña y el administrador era José Maria Viñas, (Cheme), que era muy buena persona, hijo de Eusebio Viñas. Frente a la fábrica, estaban los chuchos del ferrocarril del Central La Francia que se usaba también por el popular CUCHI, que conducía a los trabajadores del central y que residían en Los Palacios y los alrededores. Todavía hasta hace solo pocos años, se veían las bases de cemento de la fábrica de conservas, frente a las líneas del ferrocarril occidental
Los nombres de las calles del pueblo de Los Palacios, fueron sustituídos por números después del año 1959. La Calle Ramón Cruz (Calle 19), terminaba en la Finca de Cuco Machó. En la esquina de las calles Ramón Cruz (19) y Serafín García (Calle 28), donde comienza el camino que conducía a La Majagua, pasando por el naranjal de la familia Lugo, el Señor José (Joseíto) Díaz, tenía un molino, donde vendía maíz y harina. Cerca vivia Calinga, el planchador. Al comienzo del camino, vivía la familia del hermano masón de la Resp. Logia Montecristi, Agustín Calderón.
Este camino salía a la Carretera Central, frente al lugar conocido como Perico Garcia, donde residía la familia García (Bienvenido, Pedro, Ramón). También existía una bodega, propiedad del Señor Eligio Rodríguez.
Por los años 20 y 30, residían en el pueblo, entre otras, las familias de Emilio Sosa, Isidro Chávez, Félix Cobo, Juan Obregoso, Vicente Medel, Manuel Verde, Dr. Armando Valverde, el Farmacéutico Víctor Diaz, Antonio Bárcenas, Capdevila, Higinio Hevia padre e hijo, Luis A. Fernández, Alfredo Rodríguez, que formaban parte muy principal del núcleo que mantenía la economía del municipio. También Juan Remedios y Antonio Santos.
El Señor Piñera, fallecido a la edad de 80 años, padre de Rosa y Josefa Piñera. Se cree que la Calle Piñera, (Calle 26), lleva su nombre. En ésta calle, esquina a la calle José Martí (Calle 23), estaba situado el almacén de víveres del Sr. Juan Fernández, esposo de Juanita Medel y padre de Anibal Fernández.
En la Calle Iglesias (Calle 32), esquina a la Calle José Mártí, (actual Calle 21), Higinio Hevia tenía un lugar donde tostaba café; al frente Manuel Verde poseía una tienda de víveres, cerca de la iglesia.
Cuando en unión de Luis Estrada ayudábamos como sacristanes o monaguillos en la iglesia, recordamos que hubimos de recibir algunos “cocotazos”, del Padre Cura Pepe. En una ocasión Luis Estrada y yo nos subimos en la azotea de la iglesia y empezamos a tocar las campanas como si hubiera fuego y desde entonces no pudimos asistir más a la iglesia. Fiallo era el Jefe de la Policía y el Alcalde era Filiberto Azcuy. De ésto hace como 70 o 75 años. ¡Como ha llovido!.
Eleuterio León Médina, cariñosamente conocido por Medina El Barbero, Procurador, y que cuando salió para los Estados Unidos, vivía en la Calle Piñera, (actual Calle 26) , es uno de los palaceños apasionados con su querido pueblo, con su pensamiento siempre puesto a través de todos los años de exilio, en su lugar de origen. Residente que fue de la ciudad de Nueva York, EE.UU., en unión de su esposa Graciela , sus hijos Rubén y Thelma y nietos.