viernes, 7 de diciembre de 2012




Apuntes Cronológicos de la Historia del
Término Municipal de Los Palacios
Por: Omar Rubio Alvarez
 
1569: Se adjudica el Hato de Dayaniguas, como merced para el desarrollo ganadero, al colonizador Juan Gutiérrez. Dayaniguas es vocablo aborigen (Arauaco). Este sería durante los siglos XIX y parte del XX, propiedad de los Condes de la Fernandina, cuyos apellidos Herrera y Garro, abundan en nuestro territorio.
 
1760: Fundación de Los Palacios. Su nombre es debido a la primera familia asentada en las márgenes del Río Macurijes. Manuel Díaz Palacios, natural de Paso Real, que cuenta con 98 años de edad (2000), es uno de los últimos descendientes de esa familia.

1820: Fundación de Paso Real de San Diego, pueblo cabecera del Partido de San Diego de los Baños. Primeramente se llamó Santa Rita de Izquierdo; el actual sitio de este pueblo se nombraba “Las Pozas”. Don Diego de Zayas y Soto está muy ligado a su crecimiento original.

1837: Francisco Estevez, célebre Capitán de Rancheadores, natural de Bahía Honda, recorre nuestro Partido, persiguiendo a un grupo de cimarrones lidereados por una audaz esclava llamada Mamá Pastora. Menciona en su diario a la ensenada de Dayaniguas.
 
1838: Cuentan Santa Mónica, Dayaniguas y Carraguao con 219 caballos, 112 yeguas, 13 mulas, 6 asnos, 116 yuntas de bueyes, 1,023 toros, 4,300 vacas, 922 añojos, 2,483 cerdos, 211 ovejas. Se levantan en Paso Real 13 tiendas mixtas, 2 panaderías, 2 fondas, 1 talabartería, 1 billar - Café, 1 botica y 1 teatro.

1841 - 1843: Cuenta Paso Real con 281 habitantes. Una Compañía Naviera construye un gran muelle y almacenes en la Playa de Dayaniguas. Enorme trasiego de mercadería y pasajeros entre La Habana - Dayaniguas - Pinar adel Río. Fundación del Embarcadero Cortés a unos 4 kms., de la desembocadura del Río San Diego, por Don José Bustamante. Un cayo de este mismo nombre integra la toponimia de esa región. Personajes históricos como el Mayor Ignacio Agramonte, el Ex Presidente de Estados Unidos Ulises Grant y el General Sherman, utilizaron esa vía de comunicación para llegar al Balneario de San Diego de los Baños.

1853: Cuenta el Partido de San Diego, al cual pertenece Paso Real, con 3,120 habitantes.

1858: Las autoridades civiles y militares del Partido radican en Paso Real. La mayoría de los sandiegueros se oponen a este status.

1860: Poseen los Partidos de los Palacios y San Diego 2,869 caballerías de bosques, 12,565 toros y vacas, 5,400 añojos, 1,400 caballos, 465 vegas de tabaco y 2 ingenios.

1861: Viven en Paso Real 4,507 habitantes, agregándoseles 1,810 esclavos y alrededor de 800 negros libertos.
1866: Fundación del Ayuntamiento de Paso Real, el actual Paso Quemado.

1868: Existe en Paso Real un grupo conspirativo lidereado por el hacendado Rafael del Pino Díaz, alcalde de este pueblo y que llegó a ser Coronel del Ejército Libertador. Fue deportado junto a su hijo del mismo nombre a la isla de Fernando Poo. Descendientes pasorrealeños de esa familia que aún viven, entre otros el profesor Juan Arturo del Pino Veliz y Enrique del Pino y del Pino, de 64 y 82 años respectivamente.

1877: Ascienden a 5,122 los habitantes de Paso Real, así como 661 esclavos.

1879: Nace Luis F. Rodríguez Molina. Eminente urólogo. En la década de 1940 fue profesor del joven palaceño Mariano Valverade, quien también se convertiría en un prestigioso clínico.

1880: A finales de esta década llega el ferrocarril a Paso Real, entonces una estación. Se inicia el declive comercial y de pasajeros a través del Embarcadero de Dayaniguas.

1890: Nace en Santa Mónica Armando Valdés Gálvez quien, por una amante que tuvo, motivó a su esposa Guillermina de Aramburu a escribir la letra de la canción “20 Años”, de fama internacional. Un artículo al respecto le fue publicado a Jesús Marcos García en la Revista Vitral. Era sobrino de la esposa del señor Yeyo Arrastía.

1896: Primer combate de la Guerra de Independencia en la provincia entre fuerzas españolas y la vanguardia mambisa comandada por el Coronel Roberto Bermúdez. La esposa de este controvertido oficial, Ursula Hernández fue hermana de la bisabuela paterna del Licenciado Juan Arturo del Pino. Aún subsisten relaciones sentimentales entre esas familias.

1896: Combate de Paso Real. Los mambises lamentan 58 bajas, cifra muy elevada de acuerdo con los promedios de bajas del Ejército Libertador. Los españoles sufrieron alrededor de 100. Adquiere fama internacional este combate, entre otras heroicidades, al hecho de que nuestra Enseña Patria es tomada por los españoles junto al cuerpo exánime de su abanderado. Se le concede a Pantaleón Herrera la distinción de Jefe de Prefectura por parte del Lugarteniente General Antonio Maceo. En Paso Real hubo 2, una en El Guajiro y otra en Herraduras. Numerosos descendientes de este mambí viven en esta zona. Según el historiador César García del Pino, su tío Adolfo del Pino y Ponce de León y su madre Esperanza del Pino, residían por esta fecha en Paso Real y le testificaron que Bermúdez incendia al poblado, (desde entonces Paso Quemado), resentido porque muchos familiares se habían opuesto a que ejecutara en la horca a un bandido de apellido Pozo.

1897: Viven en Paso Real 4,960 habitantes.
 
1897: La población alcanza a 1871; es decir se aprecia una disminución de 3,149 pasorrealeños, como consecuencia de la guerra, la reconcentración genocida de Weyler y el éxodo hacia lugares más seguros. Fue uno de los pueblos de esta provincia más desvastado por la guerra.
 
1899: Licenciamiento de 44 miembros del Ejército Libertador en Los Palacios; alrededor de 20 procedían de Paso Real.

1900: Pertenecen a Paso Real los barrios de Soledad, Ceja de Herradura, Arroyo Colorado, El Guajiro, Santa Mónica. Ahora se nombra Julián Díaz. Como consecuencia de la Nueva División Político - Administrativa del Gobierno Interventor Norteamericano, la mayor parte de sus barrios se desagregan y se integran a Los Palacios. Hasta 1910 Los Palacios y Paso Real fueron anexados a la jurisdicción de San Cristóbal. Recobra su nombre original.
 
1912: Por esta fecha se instala en Paso Real, Carlos Llauró Galicia, eminente pedagogo de memoria imperecedera entre los hijos de este pueblo.
 
 
1908: Fundación de la Logia Masónica “San Andrés”. Fungiendo como su Venerable Maestro Carlos Llauró Galicia.
 
 
1915: Se construye el Central Virginia “La Francia”, por una compañía norteamericana de ese estado. Hasta finales de los años 60 cientos de colonias cañeras, de excelentes rendimientos, mantenían sus plantaciones originales, como por ejemplo, las nombradas 4 caballerías en Santa Mónica.
 

1916: Fundación de la Iglesia Católica. El Padre Claudio Ojea, recientemente fallecido, y de huella imperecedera entre nosotros, fue sacerdote de esta parroquia en la década del 40.



1917: Arriba Jerónimo Albolay a Dayaniguas. Símbolo viviente de esa playa durante más de medio siglo. Era Capitán de Puerto honorario. Esa playa ha sido el centro vacacional por excelencia de nuestro municipio. De su arraigo en nuestros corazones habla esta décima:
 
 
El arco de tu ensenada
Bañada por nuestros ríos
Y aquel largo caserío
Que era una familia amada.
El San Diego con su aguada
De azufre medicinal
Pero quien puede olvidar
Aquellos barcos de vela
Atestados de cuberas
Mariscos y calamar.
 
1922: Pedro Liz Cabezas, hijo de este pueblo, es elegido Alcalde de Los Palacios.
 
1930: El maestro Leopoldo Zaragoitía y O’ Donovan escribe una breve historia sobre Paso Real.
 
1933: Nace en Paso Quemado Liduvino Echevarria, único palaceño graduado en la prestigiosa Academia de Pintura y Escultura San Alejandro. Cuadros suyos han sido reconocidos en exposiciones nacionales e internacionales.
 

1933: Fuerte oposición a la dictadura del Presidente Machado en Paso Real. Incendian una finca en El Sabino de un Pro-Machadista conocido como Santiesteban.

1934: Manuel Díaz Palacios, Arsenio Echevarría y otros jóvenes de la localidad, participan en un desfile Abecedario en La Habana, que fue disuelto a tiros. La vivienda del ilustra Don Arsenio, aún conserva una gigantesca bandera verde del Partido ABC.
 
1936: Es elegido nuevamente Pedro Liz Cabezas, Alcalde Municipal.
 
1941: El empresario alemán Smith introduce en Dayaniguas por primera vez la siembra de arroz por trasplante, (a mota).
 
1945: Muere combatiendo contra los japoneses en el Pacífico, Baldomero Rodríguez Remedios, paracaidista del ejército de los Estados Unidos. Era natural de El Jagüey. Fue condecorado Post - Mortem por el Congreso Norteamericano. Otro pasorrealeño, Manuel Fernández, alias Manolo Pinchinche, también participó como soldado en esa contienda mundial.
 
1946: El joven Hipólito Díaz Moreira, de Santa Mónica, lanzador de un equipo habanero, ganó tres juegos en una gira por la República de Guatemala.
 
1947 - 1950: Fungen como Concejales de Barrios de Paso Real, entre otros: Martiniano Liz, Erasmo López, José Rubio, Eduardo Arrastía, Julio Francisco Vázquez, Justo Arrastía y Sara Echevarría.
 
1948: Fundación del observatorio meteorológico de Paso Real. Fueron sus primeros técnicos Carlos Miguel Barreras, Marcos Colls, Padilla y El Marinero.
 

1950: Un grupo de obreros agrícolas de Santa Mónica comparecen en la Audiencia Provincial “por hacer reclamaciones salariales al hacendado suizo Walter Stinger”. Entre ellos Evelio García, Collazo, Mirabal y López.



1952: Envasa el Central La Francia 182,536 sacos de 13 arrobas en tres meses de zafra, a la que contribuye en buena medida la producción cañera de Santa Mónica.
 
 
1953: Fundación de la Logia Carlos Llauró Galicia, de la Orden Caballeros de la Luz. Su primer Luminar lo fue Don Fausto Arsenio Rodríguez Echevarría. Esta logia a casi medio siglo de su creación, ha servido como institución propagadora de la educación, la moral y las buenas costumbres. Se inicia la construcción de un gran molino arrocero, así como de una desmotadora de algodón en Dayaniguas, por parte de una compañía norteamericana. Este complejo agro-industrial posibilitó fuentes de trabajo a cientos de pobladores. Se sembraron más de 100 caballerías de arroz y alrededor de 40 de algodón.
 
 
1954: Las Sociedades Círculo Social y Liceo, en colaboración con la Logia Carlos Llauró Galicia coauspician las verbenas durante los días 24, 25 y 26 de Diciembre. Tres renombradas orquestas de la capital amenizan estas sonadas fiestas.
 
 
1955: Se produce el desalojo de algunas familias campesinas en El Jagüey. Un triste suceso que fue ampliamente denunciado en aquella época. El abogado e intelectual Menelao Mora, funge como defensor en el juicio al efecto. El palaceño Ñico Lamelas y Fito Quiñones, natural de Bahía Honda y residente en Los Palacios, también elevaron sus voces en defensa de los perjudicados. En este propio año se devela un busto a nuestro Héroe Nacional José Martí en los “Colegios Antiguos”. Fue donado por Orlando Valle. Ofrecieron bellos discursos el Doctor William Leal Díaz de Santa Mónica, la Doctora Concepción Estrada, el Doctor Eustaquio Negrín, el maestro Radamés Martínez Echevarría, de Paso Quemado, quien fue rector de colegios norteamericanos durante las últimas décadas del Siglo XX.

 
1956: Creación de la Dirección del Movimiento 26 de Julio en Los Palacios. Alrededor de 20 pasorrealeños fueron activos militantes del 26, varios de ellos Caballeros de la Luz. Joaquín Salgado, quien llegaría a ser un alto oficial de la Seguridad se suicidó en el año 1967.
 
 
1959: Para una población de poco más de 6,000 habitantes en Paso Real de San Diego, Santa Mónica y Dayaniguas, ofrecían su excelente servicio 21 bodegas, la mitad de ellas mixtas, 2 ferreterías, 2 farmacias, 6 kioscos, 5 bares con victrolas, 2 quincallas, 7 fondas, 2 garajes con gasolineras, lubricantes, piezas de repuesto y poncheras, 1 panadería y dulcería, 3 hospedajes, 1 heladería, 1 cine, 3 tiendas de ropa y peletería, 1 sala de billar, 5 carnicerías, 1 sastrería, 2 escogidas de tabaco, 2 peluquerías, 1 guarapera, 2 sociedades de recreo, 20 autos de alquiler, 1 ruta de omnibus, numerosos vendedores ambulantes, algunos de origen árabe, con sus pequeños negocios de panes con lechón asado, tamales, helados, granizados, ropas, calzado y cuanta quincallería existía.
 
 
En la memoria del pueblo quedó grabada esta décima dedicada a una bodeguita propiedad de Máximo Rubio Martínez, situada en el camino real a Dayaniguas:
 
Arroz, garbanzo, tasajo,
Bacalao, queso, sardina,
Azúcar, sal de propina
Y aquellas ristras de ajos.
Rico chorizo, agasajo
De una buena potajada
Tocino, pan, jamonada,
Refrescos, dulce, cerveza.
Que más quisiera una mesa,
Y casi no he dicho nada.
 
Este trabajo histórico hubiera sido imposible sin la especial colaboración del Presidente de la Comisión de Historia del Municipio, Luis Martínez Zamora y del Director del Museo Rolando Cordero Alfonso. Un especial reconocimiento a Máximo Rubio Alvarez.










Esbozo Sobre el Estado del Comercio en
Paso Real de San Diego en el año 1959
 
Dedicatoria:
A mis compatriotas y a los casi 150,000 extranjeros residentes en Cuba, que ayudaron a ser posible, en 1959, que el peso cubano estuviera ligeramente por encima del dólar estadounidense.
 
Agradecimientos:
A Máximo Rubio Alvarez y al VH:. Jesús Marcos García por la valiosa, documentada y objetiva información que brindaron.
EXERGO:  Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes, de abismos que brotan por vegas y montes. Tierra en la cual no comerás el pan con escasez, no te faltará nada de ella. Deuteronimio 8, Vers. 7 y 9.
Por Omar Rubio Alvarez

INTRODUCCIÓN
Relata el cronista de la Conquista del Imperio Azteca, Don Bernal Díaz del Castillo, que al llegar a la ciudad de México en 1519, quedaron admirados de la multitud de gente y mercaderías que en su gran plaza había. Concluye su prolija exposición de géneros alimentarios, textiles y de orfebrería con estas palabras: “Entre nosotros hubo soldados que habían estado en muchas partes del mundo (...) y dijeron que plaza tan bien proporcionada y con tanto concierto y tamaño y llena de tanta gente no la habían visto”.

La clave para interpretar ese asombro es puramente económico; un comercio libre y sin trabas estatales que asciende vertiginosamente por si mismo porque su protagonista, el hombre creativo, era libre para hacerlo.
En su ameno libro de viajes “Paso por el Oriente”, el escritor cubano de la República Rodolfo Arango, expresa: “Lo cierto es que en sus recorridos se refiere a varios países asiáticos y del mundo árabe, no sólo la vista se recrea y se sorprende, como en un variado museo de artes y modas, sino que puede el viajero formarse una idea del desenvolvimiento comercial, pues en las actividades del comerciante hay un reflejo de los recursos propios del país, de su capacidad de importación, de sus posibilidades adquisitivas, en fin, del verdadero estado económico del pueblo y de la nación, en su aspecto más vital¨.

De nuevo, la abundancia y la solvencia monetaria hace que un escritor cubano, a cuatro siglos de Diaz del Castillo, y en un marco geográfico y racial diferentes, se llene de exaltación contemplativa.

La clave es similar: Un espacio democrático donde la oferta y la demanda se rigen por leyes ancestrales, que el propio hombre y su libre capacidad competitiva imponen, sin que el burocratismo estatal, los planes quinquenales o la economía centralizada, estorben su iniciativa.

El Mundo de Ayer es una famosa otra testimonial del escritor austriaco de origen judío Stefan Zweig. En uno de sus capítulos el autor describe una viaje realizado por él a la desaparecida Unión Soviética de los años treinta. Al cruzar la frontera, en la primera estación ferroviaria rusa, debió cambiar sus fuertes marcos alemanes por rublos desvalorizados, es decir, incapaces de hacer frente a una superinflación galopante de una pobreza generalizada.

La clave ahora es otra: Una economía masificada en gigantescas granjas del estado, irrentables, porque ya el individuo no es protagonista, sino actor de un papel secundario. Zweig, que alentaba un leve optimismo por aquel inmenso país y su sistema socio-económico, quedaría decepcionado para siempre.

DESARROLLO

Paso Real de San Diego, un pueblecito de la llanura sur occidental de Pinar del Río, en 1959, contaba con alrededor de 6,500 habitantes, si incluímos a Santa Mónica, su asentamiento rural más importante. Algunas zonas como Santa Bárbara y Marverde, actualmente consolareñas, integraban su geografía, así como Paso Quemado, asiento original de este pueblo que se fundó en 1820. La información analizada sólo abarca a Paso Real y Santa Mónica.
El 31 de Diciembre de 1958, en vísperas del nuevo año, decenas de parejas bailaban paradisíacamente al compás de cadenciosos boleros o rítmicos y alegres danzones. En ambas sociedades de recreo se desarrollaban animados bailes, cuya magnificencia y elegancia era notoria. Las eternas desigualdades sociales se diluían en aquellas festividades. Todos vestían pulcramente, unos con trajes, otros con sacos combinados o finas guayaberas de blanco impecable. Las mujeres con un sentido de la elegancia como nunca se volverían a ver; de trajes largos y coloridos, bien pintadas con penetrante olor a perfumería que saturaba el ambiente y tratando de dislumbrar con cuanto collar, aretes o lentejuelas que encontraban. Todo el mundo bailaba.

Yo me moría de envidia, tenía 8 años, ante aquel espectáculo indescriptible de música, cerveza, sidra, jaiboles, victrolas, enramadas y nocturno romanticismo.

Por la madrugada, al salir a la calle, —andaba con mis padres—, topamos con un tal Pablo García, un negro risueño y regordete que vendía unos enormes panes con lechón asado; rebosantes de masas, gordos y pellejitos crispeantes, con el mismo olor que debe haber en el paraíso, por 15 o 20 centavos. Cerca Joseíto el tamalero, un mulato de voz sonora, ofertaba unos suculentos tamales, humeantes, blanditos, rociados de kepchup con picantico al gusto, divididos en trozos, con sus correspondientes palillitos, también por unos centavos. De modo que el encumbrado y el de medio pelo, el pudiente comerciante y el anónimo jornalero compraban lo mismo, porque todo era muy barato.

Describir minuciosamente el enjambre de bares, bodegas, kioscos, tiendas, quincallas, fondas y vendedores ambulantes robaría un apreciado tiempo. Pero no puedo dejar de registrar aquellas preciosas victrolas, difusoras permanentes de la mejor música cubana, española y mexicana. Depositando en ellas una peseta se recibía el dorado privilegio de escuchar, entre muchas piezas musicales, nuestros más talentosos boleros, como “Nosotros”, “Dos Gardenias” y “Longina”, que hoy forman parte del patrimonio artístico de los más famosos boleristas del mundo. Con el exterminio absurdo de las victrolas se disparó un tiro a la nuca de la más natural, sencilla y expedita escuela para la apreciación del arte musical.
 
A pesar de la hora el bullicio era enorme, como si fuera una feria en una lujosa ciudad. Se decidió comer arroz con pollo a la chorrera en la fonda-bar-bodega y hospedaje de Julián Andarcio. Su costo, incluída una botella de vino español, $3.20.
 

Pasamos, ya rumbo a Santa Mónica, por el bar de Pedro Martín, porque querían tomar café express, colado en aquellas ciclópeas cafeteras Nacional. Por unos centavos te ofrecía una taza humeante, espumosa de puro néctar saborizado. En ese sitio había una sala de billar muy concurrida. El billar, un exquisito pasatiempo de origen inglés y perfeccionado por los franceses, que fue durante siglos privativo para la aristocracia europea, era degustado por nuestros jóvenes en permanente gozo y sosiego; alejándolos de vicios dañinos.

Resultó fácil llegar a Santa Mónica, simplemente contábamos con 28 autos de alquiler. Aunque muchos habían sido alquilados desde temprano hacia las sonadas fiestas bailables de Los Palacios, Fierro, Entronque de Herradura, Consolación del Sur y San Diego de los Baños.

Me excuso si se sienten abrumados por esta descripción que a los más jóvenes debe saberles a fábula, pero es imprescindible anotar que el desarrollo del comercio se abrumaba, de manera inusual, con el sistemático arribo de numerosos circos, algunos de prestigio internacional como el Santos y Artigas con su triple salto mortal aun vigente, lo de vigente se refiere al increible triple salto acrobático, no al circo, que como sabéis fue extinguido como los demás. El Nelson, cuyo baúl macabro y la enigmática metamorfosis que en su interior se operaba, continúa siendo un interesate enigma que sólo se ha repetido por la televisión. El Moreno y el Echazábal, con familias en esta comarca.

Otras formas de animación comercial lo constituían los caballitos, pequeños Disneylandias y paraíso de la niñez. El cine, toda una institución cultural, desbordado los fines de semana con permanentes estrenos de la filmografía norteamericana, argentina, mexicana y española, que eran los más apreciados, de acuerdo con nuestra idiosincracia.

Pero quien pudiera eternizar el supremo asombro que experimentaría el ilustre Bernal Díaz del Castillo, el cronista precitado, si nos fuera dable utilizar la máquina del tiempo, ficción creada por H. H. Wells (novelista inglés) y ubicándolo en 1959, se le pudiera mostrar la bodeguita de Máximo Rubio Martínez, (pudiera ser otra cualquiera), y decirle mencione usted un producto alimenticio u otro que sea menester en la vida diaria; ristras de salchichones de pura carne vacuna; rollizas jamonadas de 40 cts., la libra, superiores en calidad al jamón actual de cerdo ahumado que vale $30.00 la libra, es decir, más de 70 veces; mortadellas, chorizos en salsa riquísima, bacalaos enormes como yaguas de palma real; arenques ahumados (la delicia de los bebedores de cerveza); tasajo uruguayo; redes de longanizas colgadas del techo como telarañas; pingües tocinos, la cumbre del sabor para hacer potajes; sardinas navegando en el afrodisíaco aceite de oliva; el insuperable bonito enlatado; los variados quesos que semajaban ruedas de molino de maíz; los tipos de arroz a precios irrisorios; frijoles, garbanzos y chicharos para todos los paladares; cuatro marcas de cervezas nacionales; tres de maltas; más de 10 clases de refrescos y cigarros, a 5 y 10 centavos; panes, palitroques y galletas saladas y dulces; leche condensada y evaporada; variada dulcería; incontables latas de dulces en conserva; todo género de especias y sazones. Avituallamiento de ferretería, calzado y textil cuyos pormenores serían hasta fatigosos de designar.
 
Interrogado el Venerable Maestro de la “Resp. Logia “Montecristi” Hermano Jesús Marcos García, le preguntamos: ¿Consideras que en el ramo del comercio y la gastronomía, Cuba tenía que envidiarle a los Estados Unidos? Respuesta: Al contrario, cada día se desalojaba más a la industria foránea, por la enorme competencia y calidad de nuestros productos y sus bajos precios.
 

Por ejemplo, el puré de tomate “La Conchita” superó al famoso Del Monte y al Libby´s de procedencia yanki. El chorizo “El Miño” cubano, dejó atrás a los clásicos chorizos españoles. También quedaron relegados la jamonada, mortadella y salchichones. tradicionalmente hispanos, porque los nuestros eran más baratos y de una extraordinaria calidad. En 1959 contábamos con 362 fincas; excelentes colonias de caña, tabaco y ganado en las que laboraban cerca de 600 trabajadores. Una gran compañía arrocera y algodonera con alrededor de 250 empleados que alternaban sus jornales entre cosechas de arroz y caña. El salario medio era de $2.70, pero con un valor de compra por encima de 150.00 pesos actuales.

Voy a ilustrar lo antedicho con un ejemplo: Cinco libras de jamonada costaban $2.25; actualmente $150.00...y de calidad no vamos a hablar. Una libra de picadillo de res de primera 20 cts.; actualmente $3.50 dólares, es decir 80 pesos cubanos; 460 veces más. Alrededor de 200 personas ganaban su sustento en el comercio, el transporte y otros servicios.
 

En el extremo sur de nuestro pueblo, el Mar Caribe nos ofrendó la Playa Dayaniguas, donde desemboca el Río San Diego con sus saludables efluvios sulfurosos. Durante tres meses cobraba una inusitada vitalidad con el arribo de cientos de vacacionistas, palaceños en su mayoría, propietarios de medio centenar de embarcaciones, algunas muy veloces como las llamadas “yumas” con motor fuera de borda y que salían adonde se les antojaba a sus dueños, sin menester de permisos oficiales.

A 300 metros de la costa fondeaban los pintorescos barquitos de vela, atestados de biajaibas, pataos, pargos, camarones, langostas y cangrejos moros, vivitos y coleando todos, en sus viveros naturales diseñados en las barrigas de los barcos y, como un símbolo del cuerno de la abundancia, la Fonda de Albolay donde se freían, día y noche, en enormes sartenes las doradas y exhuberantes cuberas de la costa sur.

CONCLUSIONES:
 
En 1959, en Paso Real de San Diego y Santa Mónica ofrecían su excelente servicio: 21 bodegas (la mitad mixtas); 2 ferreterías; 2 farmacias; 6 kioscos; 5 bares con victrolas; 2 quincallas; 7 fondas; 2 servicentros o garajes; 1 panadería y dulcería; 3 hospedajes; 1 heladería; 1 cine; 3 tiendas de ropas; 5 carnicerías; 1 sastrería; 2 escogidas de tabaco; 2 peluquerías modernas; 1 guarapera; 2 sociedades de recreo y numerosos vendedores ambulantes, algunos de origen árabe.
 
En Arroyo Hondo, veguería distante a 3 Kms., de Los Palacios, un colono norteamericano nombrado Mr. Bravo, le dijo un día a su administrador Pelayo Valdés: “Pelayo, yo vivir en ciudad de la Florida muchos años, pero aquí no encontrar diferencia”. En consonancia telepática con esas palabras, Manuel de Jesús Novo, que fue Secretario de la Junta de Educación de Artemisa, nos dijo ante un grupo de palaceños: “Artemisa era una de las ciudades más encumbradas de occidente, a la par de la ciudad de Pinar del Río, pero al establecerme en Paso Real como telegrafista, ya no noté la diferencia”. ¿Qué les parece?.
Donde estaba ubicada la Farmacia Orizondo.
Calle 18, esquina a la Calle 19.


Un jefe tribal de la etnia maya, antiguos habitantes de zonas de México y Guatemala, al encontrarse con las primeras avanzadas de los conquistadores españoles, les preguntó: ¿Por qué vienen ustedes de tan lejos a estos remotos lugares? ¿Acaso sus tierras no producen alimentos en abundancia?.


jueves, 6 de diciembre de 2012



La Deforestación:
Un enemigo que visitó Los Palacios

Por: Licenciado Omar Rubio Alvarez
Secretario de la Comisión de Cultura de la
Fraternidad Palaceña.

 
Los bruscos y aterradores cambios climáticos que azotan a nuestro planeta, están a la mira escrutadora de gobiernos, universidades, instituciones científicas y hombres sabios de todas las latitudes. Sequías despiadadas enlutan a buena parte del continente africano. Inundaciones impensables cosechan destrucción y muerte. La salinización agrede la fertilidad de tierras labrantías. Las elevadas temperaturas comienzan a deshelar los polos; segura amenaza para muchos países bajos.
Ante semejantes caos, muchos temen este sea el principio del fin de la biodiversidad. Todos los análisis científicos y esquemas computarizados enfocan dos grandes causas; - “el colosal envenenamiento de la atmósfera y su respuesta de efecto invernadero... y la deforestación a escala mundial”.
En el caso concreto de nuestra isla, considerada un paraiso para los descubridores españoles del Siglo XV, la deforestación fue, en un pasado reciente, un escandaloso fenómeno generalizado. Sin tener en cuenta un proyecto de desarrollo agrícola sostenible, las “Brigadas de Desmonte y Construcción”, arrazaron con miles de hectáreas de bosques, palmares y arboledas frutales. Su climax devastador se enseñoreó durante los decenios 1960-1980; a la vista de un pueblo que sufría semejante desafuero.


Decenas de miles de palmas y árboles frutales embellecían y alimentaban a los palaceños en las paradisíacas fincas de Santa Mónica, Dayaniguas, Santa Bárbara, Arroyo Hondo, Macurijes, Santa Rosa, Guasimal, San Lorenzo, El Rincón, Corralitos... entre otras y hoy desérticas. Se llegó al absurdo de desmontar zonas aledañas a nuestras cosas, en tierras inadecuadas para el cultivo por su alto grado de salinización.
Si bien es justo decir que se llegaron a sembrar alrededor de mil caballerías de arroz, pero todo el mundo sabe, que con quinientas caballerías bien atendidas y con altos rendimientos, no era necesario abarcar tanta extensión. Lo mismo sucedió con el “Plan Viandas”. “Comarca sin árboles produce frutos violentos”, escribió José Martí, quien refiriéndose a las palmas las llamó “Novias que Esperan”. Desoyendo ese profético llamado, nuestro municipio fue practicamente deforestado. Hasta finales de los años sesenta del siglo pasado (1960), en Los Palacios, como en toda la isla, el mango, la guayaba, el mamoncillo, la calabaza, la yuca, el limón, la naranja, la toronja, el boniato, por citar algunas frutas y viandas, eran invendibles, habida cuenta de su sobreabundancia.
 
 

Es denigrante que actualmente (2002), una libra de guayabas cueste $1.70; cualquier manguito un peso; un aguacate, de 3 a 10 pesos; el boniato, que jamás campesino alguno vendió, a $0.80 centavos la libra; una calabacita, estimada siempre por su poco valor, 4 o 5 pesos. Sería interminable describir las frutas que en nuestra niñez se podrían en el suelo por su abundancia y que hoy el pueblo apenas puede comprar. Tanto más relevante como el sentido crítico de este artículo, es su mensaje futuro. Gracias a Dios desde hace algunos años se han creado fincas forestales, se siembran las márgenes calvas de los ríos y se exhorta el cuidado de la naturaleza; pero demorará muchos años rehacer lo destruído.
Finalizamos con una décima que refleja el aterrador panorama de nuestros palmares buldoceados y dinamitados estupidamente.
PALMAR
Altas mujeres cayendo
heridas sobre la tierra.
Susto de pencas. Aterra
ver esas palmas muriendo.
Cabelleras descendiendo
en astracto frenesí.
Va subiendo un colibrí.
Un angel negro se apea:
El Sol encienda una tea
desde el Cabo hasta Maisí.



 

viernes, 30 de noviembre de 2012


EMIGRACIÓN E INMIGRACIÓN
 
UNA MONEDA CON DOS CARAS DISTINTAS

Por Omar Rubio Alvarez
Licenciado en Literatura y Lengua Española
 
¨Hay algo de buque naúfrago en toda casa extranjera¨ = José Martí.
¨Cual ave que se va de su nido, tal es el hombre que se va de su lugar” = Prov. 27-8.

El afán de conquistar nuevos territorios por meras motivaciones geopolíticas, ha sido el origen de casi todas las guerras. La aventura del hombre que no se cansa de buscar la tierra de promisión, los estallidos sociales que se producen porque la igualdad sigue siendo una utopía, la caprichosa y generalmente injusta repartición de las riquezas, la intolerancia secular por razones religiosas, filosóficas o políticas, la destrucción del entorno ambiental que a largo plazo trae consigo ruina y pobreza; han propiciado, a través de la niebla de los siglos, que oleadas de pueblos, razas y lenguas hayan tenido que desplazarse hacia nuevo horizontes, en su insaciable anhelo de vivir pacífica y holgadamente. A este complejo proceso se le denomina emigración, un problema creado por el hombre.

Éxodo es el segundo libro de la Biblia donde se registra la sagrada palabra de Dios, que significa salida, partida. Narra los pormenores acerca de la reunificación y traslado a Israel del pueblo hebreo que durante varios siglos había permanecido en Egipto. La divina responsabilidad de entronizarlo en la Tierra Prometida recayó en Moisés, patriarca, profeta y guía de su pueblo, quien además era un brillante escritor. Fue educado por sacerdotes y hombres sabios de Egipto.
 
Estos acontecimientos ocurrieron 15 siglos antes del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Citamos este ejemplo para puntualizar que la emigración es un fenómeno que afecta a la humanidad desde las más remotas edades. La nación judía yace dispersa desde hace dos milenios por todos los confines de la tierra. Ellos designan como diáspora semejante calamidad, fruto natural de sus rebeliones para con Dios, aunque no olvidemos que fue, es y será siempre su pueblo elegido por adopción. En 1948, bajo el auspicio de Gran Bretaña y otras naciones de Occidente (casi 2,000 años después de haber crucificado a su Salvador) se les devuelve parte de su patria.

Con el derrumbe del Bloque Soviético en 1992, a decenas de miles de judíos se les permitió regresar a su tierra materna desde ese gigantesco país, que no les permitió su reincersión durante 70 años.

Un proceso diametralmente opuesto se debe atribuír a la nación norteamericana, cuya urdimbre demográfica se ha entretejido a través de los últimos tres siglos de su joven historia con paulatinas oleadas de inmigrantes procedentes de todos los confines de la tierra.

Una de sus ciudades más populosas es Nueva York, con más de 20 millones de habitantes. Se trata de la ciudad cosmopolita por excelencia, tanto que es un chiste yanki el que cito a continuación: Un norteamericano le dice a otro “si quieres ver chinos, latinos, judíos, alemanes, griegos, italianos o negros, no tienes que viajar a sus países de origen, ve a Nueva York, y el otro le pregunta: ¿...y norteamericanos?. Bien y tú, de turistas, porque allí apenas quedan”.

Sin embargo, a ello deben en buena y rebosante medida ser los punteros de la ciencia, el arte y la economía mundial. El pueblo emisor de emigrantes pierde a corto, mediano y largo plazo. La nación receptora de emigrantes siempre gana, porque se apropia, como caídos del cielo por venturoso azar de millones de hombres y mujeres con sus dones y talentos providenciales, de su experiencia creativa acumulada durante decenas de generaciones.

De los chinos y asiáticos, su proverbial consagración al trabajo, el ahorro de capital, la modestia y sencillez con que suelen vivir. De los latinos, el ansia de abrirse paso, su amor a la familia y su sentido de la dignidad. De los judíos, su increíble disposición natural para triunfar y crecer en cualquier sistema, su inquebrantable cohesión. De los italianos, la sagrada unidad de la familia, su fervorosa religiosidad y su exquisita cocina. De los negros, su pujanza y energía insólita, su optimismo que se cristaliza en una eterna sonrisa que contagió a norteamérica, su proclividad hacia el arte musical y los deportes.

En relación con nuestra patria, nosotros nunca fuimos un pueblo de emigrantes, sino todo lo contrario, como se demostrará más adelante. Sin embargo, los zigzagueantes y masivos éxodos de las últimas décadas han servido para desangrar la Nación Cubana.

La Iglesia Católica, siempre alerta a las condiciones temporales del hombre, que es el centro de todos los fenómenos terrenales, a través de sus misas, cartas pastorales y homílias ha implorado a los hijos de la Nación Cubana que no abandonen su suelo, que la patria ha menester de su poderosa energía creativa, porque ellos son los constructores del futuro tanto como del presente y con profundo pesar se pregunta, sin acusar a nadie: ¿Por qué el cubano se va de su tierra siendo tradicionalmente tan casero?.

En vísperas de 1959 residían de manera permanente en Cuba 159,327 extranjeros procedentes de 73 países. Alrededor de 60,000 cubanos habían tomado el camino del exilio por esa fecha. Actualmente más de un millón 500,000 cubanos viven en el exterior, fundamentalmente en Estados Unidos y países tan remotos como Australia y Chile. Desconocemos la cantidad de inmigrantes en Cuba en estos momentos, no he encontrado bibliografía al respecto. Solamente puedo afirmar que de aquella inmensa colonia de extranjeros residentes en el Municipio de Los Palacios, conformada por chinos, árabes, jamaiquinos, haitianos, italianos, americanos y españoles, solamente queda el recuerdo.

De las 73 naciones que aportaron esa abultada cifra de inmigrantes a Cuba, mencionaremos unos pocos.

Alemania 309, Canadá 272, EE.UU. 6,503, Italia 1,036, Japón 274, Francia 886, Polonia 536, Suiza 101, Inglaterra 14,421 (incluye a Jamaica), Holanda 668, China 11,834, España 74,561, Haití 27,543, Palestina 916, Siria 932, México 1,242 y Filipina 1,153.

CONCLUSIONES:

En 1869, el joven estudiante de bachillerato, José Julián Martí y Pérez, quien posteriormente sería uno de los más ilustres masones de Hispanoamérica, se le destierra a vivir en España. En la década de 1880 retornó al amado suelo patria y nuevamente es expulsado.

En 1895 decide morir o vivir en libertad, pero quiso la providencia que aquel luminoso hombre cayera sin disparar un solitario tiro contra sus semejantes. En su desmayado, flaco y pobre cuerpo había muy poco de que apropiarse. El General Ximénez de Sandoval, por ironías del destino masón también, tuvo la gran dignidad de entregar al legado histórico cubano la sortija de hierro, que al héroe siempre acompañaba, con una inscripción: CUBA. Vivió errante y herido moralmente sin su Cuba, a pesar de haber sido el periodista latino más cotizado en Estados Unidos.

 En 1837, en pleno apogeo colonial, una joven poetisa, nombrada Gertrudis Gómez de Avellaneda, se vio impulsada por sus padres, un alto oficial de la marina española y una bella camagüeyana, a decir adiós a su natal Puerto Príncipe, para residir en España de por vida.

Mientras el velero donde fue embarcada se alejaba de nuestras costas, y sus trigueños ojos apenas percibían las límpidas playas de quietas y translucidas aguas, con el trasfondo del palmar verde arcoiris de risueña cubanía, fue penetrada su alma por mórbida tristeza. Entonces escribió su famoso soneto “Al Partir”, cuyos dos versos finales tengo la plena convicción simbolizan la clave para comprender el desgarramiento emotivo que sienten los corazones de quienes involuntariamente se despiden de su patria:

Hermosa Cuba
Doquier que el hado en su furor
me impele
Tu dulce nombre halagará
mi vida.












sábado, 18 de agosto de 2012

VIEJOS VIDEOS DE NUESTRO TERRUÑO...

Ruinas del Central La Francia,  Vistas del Molino Arrocero de Los Palacios y Estadio de Béisbol, de Los Palacios, 1979.



Vista del antiguo Los Palacios, desde lo alto




sábado, 28 de julio de 2012

OSVALDO GOTERA PERUGORRÍA


 Osvaldo Gotera Perugorría

Por: Jesús Marcos García Vazquez
Maestro de la Rep. Logia “Montecristi” y
Omar Rubio Alvarez
Secretario de la Comisión de Cultura
de la Fraternidad Palaceña.

El mundo solo respeta a los que
fundan y batallan”.
José Martí.

Todos los hombres somos iguales: semejante declaración constituye el más alto homenaje que la humanidad haya tenido. Su más perfecto basamento filosófico lo establece la Biblia al considerar la criatura humana hecha a imagen y semejanza de su Creador. La Revolución Francesa reafirma este postulado, cuyo significado más profundo lo atesora y practica la Masonería Universal. Pero este principio inalienable se comprende y se manifiesta desde el punto de vista pietista, fraternal, caritativo y divino, porque en esencia, en el universo creado por Dios, nada es absolutamente igual a su semejanza.


Todos los hombres reciben, acorde con la palabra de Dios; dones, carismas, talentos, ministerios e infinidad de gracias de manera multiforme, agregándosele su libre albedrío: la más perfecta forma de libertad individual, que el hombre utiliza según el derrotero que quiera dar a su vida. De manera que es el hombre quien debe encauzar y dirigir su destino, autosuperarse intelectualmente, en pos de un crecimiento ilimitado de acuerdo con su voluntad y autoestima.

Uno de esos hombres que han correspondido con esas afirmaciones señaladas se llama Osvaldo Gotera. Hijo del pequeño pueblo de Santa Cruz de los Pinos, en el Municipio de San Cristóbal y quien de muy niño vino a residir primero al Central La Francia, después al pueblo de Paso Real de San Diego, cuando su señor padre, que era militar, fue trasladado a esos lugares. Regresa al pueblo de Santa Cruz de los Pinos, por un período de tiempo, lugar desde donde llega en definitiva al pueblo de Los Palacios. En Los Palacios transcurre la segunda parte de su niñez, adolescencia y pubertad. Llegando a una edad adulta mostrando una correcta formación. Persona jovial y agradable y fiel, practicante de la amistad y la caballerosidad. Muy acentuado en él el concepto de la gratitud. Amante de la cultura y de las actividades sociales. El deporte siempre le llamó poderosamente la atención y en su juventud practicó muy activamente el béisbol. Trabajó en la oficina de Notaría y Abogado del palaceño Armando Lemus y del Castillo, donde tuvo la extraordinaria oportunidad de compartir y trabajar en bodas en Los Palacios con Agustín Acosta, Notario Público, llamado el Poeta Nacional de Cuba, por sus excelentes poesías, entre ellas ´La Carreta¨.

Con un concepto antiracista convencido y defensor vehemente de los derechos de las personas pertenecientes a otras razas, principalmente la de color, en igualdad de condiciones a las personas de la raza blanca. Uno de sus ídolos predilectos siempre lo ha sido el General Antonio Maceo. Odia la discriminación racial y nunca ha concebido que un masón milite en lugares y organizaciones donde se excluya a un hombre por el color de su piel.

En 1954, en unión de los queridos hermanos Juan Martínez y Agustín Calderón, así como de otros palaceños en su mayoría masones, es uno de los fundadores en Los Palacios, de una logia perteneciente a la Orden Caballeros de la Luz en la República de Cuba. Presentando esta logia la peculariedad de admitir hombres de la raza negra entre su membresía, no permitidos en ese entonces dentro de las filas de la Orden Caballeros de la Luz. Esta logia se llamó “El Titán de Bronce” y con fecha 27 de Febrero de 1955, reciben para su funcionamiento Carta Dispensa, extendida por la Soberana Gran Logia de la Orden Caballeros de la Luz en la República de Cuba.

Contrajo nupcias el día 29 de Agosto del año 1953 con una brillante educadora palaceña y mujer de arraigados méritos personales, la profesora Hilda Maria Guerra Pérez. De cuya unión hubo de nacer su único hijo Osvaldo Lázaro Gotera Guerra, orgullo de persona. Osvaldito cursó estudios en dos universidades del Estado de Illinois en los Estados Unidos: La Universidad de Northwestern, en Evanston y la Universidad de Chicago, en la ciudad de Chicago, lugares donde se graduó de Ingeniero Eléctrico y obtuvo un Master en Administración de Negocios, respectivamente. Actualmente se desempeña exitosamente en la Compañia Petrolera BP Amoco, que radica en Londres, Inglaterra, con oficinas en la ciudad de Houston, Texas.

Por la forma de pensar y actuar de Osvaldo, la masonería no podía serle ajena y hacia ella dirigió su proa visionaria. Siendo iniciado en la Logia “Montecristi”, el día 9 de Noviembre del año 1956, ascendido a Compañero Masón en Abril 10 de 1957 y exaltado al Sublime Grado de Maestro Masón el 26 de Marzo de 1958. Causando baja física de su Madre Logia “Montecristi”, por Carta de Retiro, el 5 de Febrero de 1969, al abandonar su patria rumbo a España. Posee el Grado 18, de la Rama Filosófica de la Orden, otorgado por el Capítulo “Jorge R. Costa No. 92, con sede en el pueblo de San Cristóbal, Provincia de Pinar del Rio, en la década de los años 1960.

El hermano Gotera, como lo habían hecho ya cientos de miles de compatriotas, se vio impelido de tomar el camino del exilio. No ha olvidado jamás a su patria ni a su amantísimo pueblo y nos atrevemos a afirmar que su cuerpo y espíritu se fueron con él, pero su corazón sigue latiendo en las calles de su pueblo. Late y hace que su alma se llene de nostalgia ante el recuerdo de su Club Hispano Cubano, de su entrañabla Logia “Montecristi”, de los juegos de béisbol en el Estadio Rosendo Collazo, de las tertulias y conversaciones con el sapientísimo Ramón Alonso, Efrén Toledo, Alberto García, Orlando Nuñez, Evelio Velis y cuantos más. De las magistrales y bulliciosas verbenas palaceñas. De los personajes pintorescos que llenaban de buen humor criollo el entorno palaceño: Cuco Facundo, Gallo Fino, Rumbero, Pancho Salsita, Lucho el de la Filarmónica (Lucilo de la Peña Hueca), y muchos más. El recuerdo de cuando era empleado de la Oficina de Salubridad y sus compañeros de trabajo, entre ellos los recogedores de basura, Cristóbal Solano (Popa), Teófilo Reinoso y Paciano Prier. Asimismo trabajó temporalmente en distintas oficinas públicas, como el Juzgado Municipal, Junta de Educación, etc. De la vida nocturna palaceña en las primeras horas de la noche y las controversiales polémicas en el paseo de la Calle Antonio Maceo. Del antiquísimo cilindro de tracción a vapor, propiedad del constructor Matías Guerra, que en su paso lento iba dejando tras de sí un reguero de tizones y por su chimenea salían briznas ardientes que se elevaban a gran altura. Azote de los niños descalzos y peligro potencial para las casas cubiertas con techos de las pencas de la señorial Palma Real.

De todos los sentimientos humanos existentes en el corazón de un hombre, ninguno es más natural que el amor que siente por el pueblo en que vivió su primeros años, pasó su juventud y se hizo adulto. El pueblo le trae a su mente los recuerdos más íntimos y le estremece sus emociones más hondas. No se le ama porque nació o creció en él, sino porque allí se formó su personalidad juvenil, que deja profundas huellas en todo el curso de su vida. Sobre este tema del sentimiento humano, un pensador latinoamericano escribió: “El tesoro de nuestros recuerdos iniciales está formado por impresiones del lugar donde nacimos y nos criamos; cada vez que el ánimo afectado busca refugio en la propia vida interior, revivimos las escenas del hogar, de la escuela, de la calle, como si las remembranzas de la edad primera pudiesen aliviarnos en el andar accidentado de los años viriles”. Los efectos del sentimiento lugareño se sienten más en la distancia. Viviendo lejos, muy lejos, en ciertas horas de meditación llega a convertirse en esa angustia indefinible que se llama nostalgia.

En el tiempo que residió en España no mantuvo comunicación directa con su logia. En esos momentos la Madre Patria vivía bajo la dictadura de Francisco Franco y la masonería era fuertemente perseguida. No obstante le escribía a hermanos de “Montecristi” y le hacía llegar mensajes a la misma. Tan pronto pasó a residir a Chicago, Estados Unidos, de inmediato le escribe a la logia. A partir de ese momento su comunicación era muy continua.

Un hombre como el hermano Gotera, dotado de grandes cualidades y virtudes humanas, no puede estar ajeno por mucho tiempo de actividades fraternales, sociales y filantrópicas. En Chicago, lugar donde residió por muchos años, perteneció y fue un miembro descollante (todavía lo es, aunque reside en Texas), de la Resp. Logia “Antonio Maceo”. Logia fundada y nucleada por cubanos. En la Ciudad de los Vientos, también fundó, en unión del querido hermano Efrén Toledo y otros palaceños, la Asociación de Palaceños en la Ciudad de Chicago. Esta fundación se dedicaba a fines culturales, sociales y humanitarios, además de centro de unificación de los palaceños residentes en esa gran urbe. Palaceños y palaceñas que se distinguieron en su terruño en actividades culturales y sociales, fueron reconocidos y galardonados por esta asociación. Además, palaceños residentes en su lugar de origen recibieron los beneficios humanitarios de la Asociación al recibir medicamentos necesitados, no existentes a disposición en Cuba y que eran entregados por el Hno: René González Ledesma, obtenidos a través del hermano Gotera.

Palaceño ilustre, siempre ha estado pendiente de la historia del pueblo y preocupado por todos sus acontecimientos. Ha escrito dos libros sobre la historia de Los Palacios, sus personajes y hechos más sobresalientes. Estos libros se encuentran en Los Palacios, en la Biblioteca VH:. Dr. Pedro Morales Escobar de la Logia “Montecristi” y han sido leídos por una considerable cantidad de palaceños.

Desde hace varios años fijó su residencia en Katy, Houston, Texas y desde ese lugar ha logrado aglutinar a los hermanos de “Montecristi”, residentes en el exterior bajo la égida de la Asociación de Masones de Montecristi en el Exterior. Mensualmente escribe una publicación con el nombre “El Grupo Montecristi” y por conducto de sus páginas, de gran calidad técnica y literaria, conocen los hermanos del taller palaceño, diseminados en la diáspora de las actividades y marcha de su logia. Acompañan a esta publicación escritos de interés masónico, patriótico, histórico y social. En las veces que ha visitado Los Palacios, en su largo exilio, siempre ha tenido contactos con sus hermanos y ha visitado su Madre Logia.

La Logia “Montecristi” lo nombró en el mes de Febrero de 1998 Maestro Ad-Vitam, al igual que al Hno. Efrén Toledo Valdés, en reciprocidad y tributo a su abnegado y magnífico trabajo y preocupación. Muy querido y recordado en “Montecristi”, aun para los masones jóvenes que no lo conocen personalmente, pero saben de su amor, abnegación y sacrificio por su logia y su pueblo. El hermano Osvaldo Gotera, rememorando a nuestro Apóstol, pertenece al reducido y selecto grupo de los que fundan y construyen, de los que brillan con luz propia y de los que jamás olvidan el intenso celaje gris que nos cubre.

Jesús M. García Vázquez


Jesús Marcos García Vázquez

Por: Omar Rubio Alvarez
Secretario de la Comisión de Cultura
de la Fraternidad Palaceña.

“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonte tu vas, no hay obra, industria, ni ciencia, ni sabiduría”. Ecleciastes 9-10.

Hemos iniciado esta síntesis briográfica de un palaceño ilustre, con una cita bíblica profundamente realista en su sabiduría que exhorta a los hombres a movilizar todo su talento, energía positiva y conocimientos en pro de una humanidad cada vez más alta, más generosa y más libre; y uno de esos hombres, en el pequeño ámbito geográfico en que vivimos, lo es Jesús Marcos García Vázquez.


El texto de Salomón no puede ser más explícito en cuanto a su sentido temporal. El hombre debe ser una fuerza activa, movilizativa, dinámina, inteligente, de sólidas convicciones propias y no un ente pasivo, marginado, con las vulgares costumbres de vivir como un vegetal o como una criatura que pensara con el estómago o con el lado puramente material que transitoriamente el mundo ofrece.

Todo hombre debe dejar una huella visible en su paso por la tierra, y este es el caso de Jesús Marcos. El 11 de Octubre de 1967 ingresa en la masonería, con sólo 22 años de edad, e inicia una espiral ascendente dentro de su logia, historicamente de fuerte raigambre, que lo lleva a compenetrarse con los principales puestos oficiales hasta convertirse en Venerable Maestro de la Resp. y Meritoria Logia “Montecristi” entre el decenio de 1975 a 1985; altísima responsabilidad que ha ejecutado con cerebro y corazón por lo que los miembros de su augusto taller lo han confirmado como tal, salvo los años 1986, 1997 y 1998, hasta nuestros días.

Por su relevante diapasón de iniciativas de carácter institucional, recreativas, culturales y filosóficas ha sido designado como Diputado Gran Maestro de Distrito entre 1979 a 1994 y como Asesor Provincial del Gran Maestro de 1981 a 1983.

Numerosos y cargados de un profundo significado de homenaje cordial y franco han sido los honores que a este dinámico palaceño les han sido otorgados; como el muy apreciado Premio al Mérito Masónico (Alta Cámara) en 1991, ser Venerable Maestro Ad-Vitam de “Montecristi” (1978) y miembro de honor de tres meritorias logias de la nación.

Por su constancia en la investigación histórica ha logrado recopilar un voluminoso ensayo sobre su logia, desde su fundación en 1906, hasta nuestros días, que incluye un excelente cuerpo de síntesis biográficas sobre aquellos masones que han marcado su impronta en el decursar histórico de esta región.

Su contribución en la dirección organizativa de la provincia por zonas, su idea de que las logias celebrasen con fasto y solemnidad sus fiestas conmemorativas con la presencia del Gran Maestro, han contribuído a darle un especial relieve a la Masonería Pinareña.

A finales de la década de los años setenta, creó y echó a andar las denominadas “Embajadas Fraternales y Culturales de “Montecristi”, llevando las mismas al seno de muchas logias para mejorarlas cultural y fraternalmente. Posteriormente, durante su Asesoría Provincial y Gran Funcionario, realizó un gigantesco movimiento en toda la provincia pinareña que culminó en la “Antorcha de la Masonería Pinareña”, paseándose triunfalmente esta antorcha por todas las logias de Cuba.

El talento es un Don especial que nuestro Creador nos otorga gratuitamente y es deber humano utilizarlo plenamente. Explicar en detalle el abanico de actividades de índole variable que Jesús Marcos García ha dirigido en nuestro sociedad sería una extensión que este breve ensayo no admite por razones de espacio.

Bajo su égida se ha efectuado un avivamiento sin precedentes en cuanto al dinamismo que ha sabido proyectar en el seno de la Fraternidad Palaceña y que se ha materializado en un sinnúmero de exquisitos eventos culturales, recreativos, filosóficos y de carácter religioso. A su empeño se debe el mérito muy distinguido de aunar a todas las denominaciones religiosas, tradicionalmente antagónicas, en los Actos de Dar Gracias a Dios.

Uno de sus ensayos cuya temática versa en torno a la degradante magnitud de la difamación fue publicado por la Revista “Vitral”, el órgano de prensa más renombrado en nuestra patria.

Entre sus múltiples innovaciones dentro del ámbito de la masonería se destaca la redacción del Tratado Rectificador y Reflexionador del Credo Masónico, Juramentos Masónicos y Conducta a Observar”.

No podemos obviar el obsesivo amor que nuestro biografiado proyecta por su Logia “Montecristi”, uno de los templos masónicos más hermosos de la Isla, por su esplendoroso remozamiento ha poco realizado bajo su dirección. Esa belleza interna crea una atmósfera de plenitud y armonía que agrada al espíritu y que le recuerda implicitamente al masón su donaire y solemnidad visible para todo el pueblo que lo rodea.

Presidir y ministeriar son otros dones que realzan su personalidad. Con su iniciativa inspiradora de amor a la patria y a todas sus tradiciones nacionales, ha trabajado arduamente para agrupar como en una ferviente logia a los masones de “Montecristi” en la diáspora. Mancomunadamente con el VH:. Osvaldo Gotera, masón de extraordinarios kilates, se ha creado El Grupo Montecristi en el Exterior, que participa, valora y se proyecta en muchas de las direcciones de trabajo de la hoy Resp. y Meritoria Logia “Montecristi”.

Trabajador infatigable por la fraternidad en todas las esferas sociales. Mantiene reuniones periódicas con las direcciones de las demás logias fraternales que sesionan en el municipio. A instancias de él se ha creado la Fraternidad Palaceña y se ha dotado a la misma de una Comisión de Cultura, donde fue elegido su presidente. En cada trimestre se celebra, en una logia distinta, un encuentro artístico-cultural.

En sus ideas y trabajo de buscar el espacio social que nos pertenece ha inducido a la Logia “Montecristi”, en su condición de una sociedad con personalidad jurídica y social, a rendirles honores y reconocimiento a personas destacadas en el municipio; curas, monjas, médicos, etc., etc.

En este período de su veneratura (año 2002), se encuentra enfrascado en la construcción de los caneyes rústicos en el inmenso patio de “Montecristi” con el fin de crear y abrir el Club Masónico “Montecristi”, los sábados por la tarde y domingos. Ha adquirido equipos de audio para la logia, la ha remozado totalmente y la ha dotado de una excelente ventilación, gracias a la ayuda fraternal de los hermanos del exterior. Ha creado el Grupo Femenino de Apoyo a “Montecristi” (GRUFAM) y donde pueden pertenecer las esposas, viudas, madres e hijas de los miembros de la logia y se encuentra empeñado en la formación de un grupo de teatro.

En rescate a tradiciones culturales de nuestro pueblo, muy saludables y beneficiosas por cierto, todos los viernes en horas tempranas de la noche se dan cita en la confortable Biblioteca Dr. Pedro Morales Escobar de la Logia “Montecristi”, hermanos masones y jóvenes heraldos de la cultura para celebrar tertulias culturales, a instancias y promovidas por Jesús Marcos García.

Hemos apreciado someramente la creciente espiral de una personalidad, que en una sociedad abierta a todas sus posibilidades socio-culturales, podría deslumbrarnos con excitantes y novedosos proyectos participativos. Rogamos a nuestro Creador que él encuentre el espacio vital propicio para que continue su permanente ebullición intelectual.

domingo, 8 de julio de 2012

Un Pueblo: Los Palacios

Un pueblo: Los Palacios
Por Marieta Alonso
Nuestra colaboradora en Madrid, España.



Mapa del Término Municipal de Los Palacios,
con el agrego de San Diego de los Baños,
después del año 1959.
(Del Libro Recordando a Los Palacios)
  Estoy sentado en el alero de un tejado. Veo dos palomas revoloteando. Son hermosas. Caminan… ella delante y el macho detrás siguiendo sus pasos, zureando. Hablan de amor. Caigo en la cuenta de lo sólo que me siento a pesar de tantos fantasmas que me rodean. ¡No me diga que usted no cree en los güijes, en las hadas, en los elfos, en los trasgos, en las apariciones! Surgen de nuestros anhelos, sueños, miedos y créame…, existen. Yo soy uno de ellos. Y no piense en mí con benevolencia porque el final nunca está donde uno se lo espera. Ya lo verá. Si usted me lo permite le puedo contar una parte ¡no se asuste! que no va a ser toda, de la historia de este pueblo y de mi vida cuando tenía los pies en la tierra.

¿Sí?

En vida tuve la profesión de hatero. Los hatos son porciones de tierra despoblada destinadas a la cría de ganado vacuno y también de cerdos. La distribución de estos hatos era efectuada por el Cabildo encargado de conceder la merced, una especie de recompensa a los españoles que nos comprometíamos a internarnos en lo desconocido. Los espacios de tierra que no tenían dueño se llamaban realengos y pertenecían al Rey de España.

Allá por mediados del siglo XVI en el territorio que se halla entre la costa sur y la sierra del Rosario se concedieron cuatro mercedades:


Hato el Ciego y los Corrales Colindantes.
(Dibujo por Rolando J. Cordero Alfonso)
 - El hato o corral “Sabanas Nuevas” entregado a Pedro Menéndez de Avilés el 27 de Junio de 1569. Era un hombre de mal carácter. No tenía amigos. Un solitario. Mira que quise tener amistad con él pero fue imposible.


Pedro Menéndez de Avilés.









- El corral anegadizo de “Dayaniguas” entregado a Juan Gutiérrez Maribalda el 1 de Octubre de 1574. Hombre excepcional. Gran cantidad de amigos. Un jaranero. No había fiesta en la que no estuviera, tocaba la guitarra con gran maestría y bebía mucho mejor.

- El hato “El Ciego” o “Sabana del Ciego” otorgado a Juan Sánchez el 27 de Abril de 1590. Ese soy yo. No se puede hacer una idea de lo que pude trabajar para salir adelante. No crean que yo era el dueño y señor de estas tierras, los otros tampoco, éramos los usufructuarios y el derecho a permanecer en estas tierras se basaba en cómo les sacábamos rendimiento. Y oiga que yo no soy ciego. Aún me pregunto a cuento de qué vino ese nombre. Por avatares de la vida, noventa años después, mis heredades se encontraron bajo jurisdicción eclesiástica. Toda mi familia, hermanos, hijos, sobrinos, nietos, han estado siempre en el mismo lugar unas veces trabajando para unos y otras para otro, pocas para ellos. Como soy un hombre puntilloso le digo que no vaya a confundir sábana con sabana, la primera es la pieza que se pone en la cama ya sea la bajera o la encimera y la segunda es una llanura de gran extensión, sin vegetación arbórea, aunque cubierta de hierba. Dicho esto soy un hombre encantador. Bueno… como la recomendación viene de muy cerca no digo más.

- Los corrales de “Bacunagua” el de arriba y el de abajo fueron otorgados a Juan Solís el 2 de Octubre de 1599. Fue un hombre muy trabajador como pocos. Siempre dispuesto a ayudar a sus vecinos. El mejor amigo que he tenido en mi vida.

Lo que es el pueblo no se fundó hasta 1760. Cuatro casas de tablas con techo de guano, varios pozos y una Ermita. Era un terreno baldío lleno de “mocorrero”. Esa piedra, compacta, áspera, porosa, con alto contenido de hierro. El nombre de la piedra viene de “moco de herrero” por su gran semejanza con el sedimento de las fundiciones, pero no piensen que todo era así, también existían bosques de ébano, cedro, caoba. Desde que se concedieron las tierras hasta finales del siglo XVIII la actividad de la zona fue la ganadería.


Indios Siboneyes.
En esta zona de sotavento los pobladores éramos escasos. Unos pocos colonizadores blancos y algo más de siboneyes. Estos indios no eran tan guerreros como los taínos, aceptaban con mayor facilidad la servidumbre impuesta. Ellos con trabajar su conuco, pescar y cazar tenían bastante. Se sentían a gusto con la naturaleza y no tuvieron necesidad de crear una gran cultura, dedicaron todo su tiempo a nacer, crecer y morir. No, no eran muy altos, eran de baja a mediana estatura, totalmente desnudos guardaron una buena relación de equilibrio con cuanto les rodeaba. Entre sus enseres tenían grandes vasijas hechas con caracoles y otros moluscos, también de madera y piedras duras como el basalto rojo y la diorita. Ellos desconocían la cerámica y daban más importancia a la pesca que a la recolección, se nutrían de pescado, jutías, aves, tortugas, reptiles. Para la reserva de alimentos utilizaban la salazón y el ahumado. Recurrían a los pies y a las canoas como medios de transporte. Me imagino que aquellos indios que fueron capaces de crear una cultura mucho más avanzada como los mayas, aztecas e incas pensarían que los siboneyes eran un poco indolentes. Cuestión de criterios.

En 1717 cuando se estableció la Real Factoría de Tabaco en La Habana hubo una reacción enérgica por parte de los tabacaleros habaneros al monopolio estatal. La represión fue de tal envergadura que muchos criollos y canarios huyeron hacia Vuelta Abajo, región donde la autoridad de la Corona apenas existía.
Poco a poco la etapa de pastoreo fue perdiendo importancia ante las siembras de tabaco, caña y otros cultivos. La población comenzó a crecer. Se vincularon a la tierra y gradualmente fueron llegando nuevos pobladores que espantaron la soledad de estas tierras. Ya no eran tantos los animales de cuatro patas.

Hubo grandes rifirrafes entre los agricultores y los hateros que no querían perder sus vastos territorios. La Iglesia apoyó a los campesinos por lo que no tuvieron nada que hacer los ganaderos. Con tanto trasiego entre España y América se llevaron productos de esta tierra y se trajeron otros. Así fue cambiando la alimentación de los seres humanos. La papa que hoy desde aquí veo que es la base de la alimentación de millones de personas fue llevada a Europa por los conquistadores españoles como una curiosidad botánica y resultó esencial para matar el hambre. Nadie pensó que este tubérculo que en aquel entonces solo servía de alimento, diera tanto juego a la industria de cosméticos, que se saque alcohol de ella y hasta que se haga papel prensa. El progreso es algo maravilloso y visto desde aquí me siento triste por no poder participar un poco de cada época y eso que no me quejo porque la que me tocó vivir no estuvo mal.

Traje conmigo para trabajar en el hato a seis de mis hermanos. Uno de ellos acarreó de nuestra aldea semillas de cereza y las sembró detrás del bajareque. Hoy se sabe que el pH de la tierra influye en el grado de acidez o de alcalinidad pero en aquella época no teníamos ni idea. Las cerezas no hubo humano que se las comiera, en cambio, sirvieron de postre al ganado primero y a las gallinas después. No, los animales, no tienen el mismo gusto que los hombres. Nunca he visto huevos con la yema tan roja como aquellos. Un rayo acabó con el cerezo.

Cada uno de nosotros formó su familia, los hijos eran un tesoro, ahora oigo hablar de familia numerosa a lo que para nosotros era lo normal, toda acción tiene su consecuencia y así el pueblo fue creciendo en espacio y población. Tengo a mi lado un alma que ha escuchado todo lo que le he dicho a usted y quiere agregar algo de su cosecha.

Cirilo Villaverde.
 …Hoy tomo la palabra porque escribir no puedo. Permítanme presentarme: me llamo Cirilo Villaverde.

Según oigo por allá abajo dicen que he sido el único gran mito de la literatura cubana. Me tachan de escritor romántico, costumbrista, antiesclavista. Todo ello porque capté y traspasé al papel los soplos y los trazos populares, los conflictos, las tensiones, su ritmo. Lo describía todo: el campo, el hombre, sus costumbres, sus problemas, la sociedad que vivía con gran boato y la que vivía en la miseria. No crean que solo escribía obra literaria también me adentré en el mundo científico. Usé mis ojos para ver y de ahí me imagino el porqué de colocarme el cartel de “costumbrista”.

Alguien llamado Max Henríquez Ureña dijo que mi vida fue mi mejor novela. Y eso que no sabe nada de mi vida después de muerto.

Nací el veintiocho de Octubre de mil ochocientos doce en el ingenio Santiago, jurisdicción de San Diego Núñez, en la provincia de Pinar del Río. El mismo año en que Simón Bolívar inicia la campaña liberadora de Venezuela, cuando Napoleón Bonaparte batalla en Rusia y España y cuando en Cádiz surge la primera constitución española. Soy el sexto de diez hermanos. Las primeras letras las aprendí en la parroquia del ingenio donde trabajaban más de trescientos esclavos. Cuando murió mi preceptor, que era el sacristán, mi padre me envió a La Habana con una hermana viuda, mi tía, que vivía en una casa destartalada cerca de la esquina de la calle Campanario Viejo y la de Maloja. Entre la escuela y mi abuelo se me azuzó la imaginación y me empujaron a la lectura.

Cuando llegué a La Habana con mi aire de provinciano mi cabeza fue como una esponja. Absorbí todas las contradicciones de una sociedad esclavista. Las ideas de Varela, la poesía de Heredia. Todo influyó en mí. No podía ser de otro modo, las murallas se abrían y las zonas de extramuros crecían en poderío, en las plazas, barrios y calles bullían las personas con esa animación contagiosa propia de nuestro pueblo. Los nuevos ricos se alejaban del centro de la ciudad, llegaron nuevas costumbres de Europa. Los arcos de medio punto cedieron ante los dinteles rectos. Aparecieron los carruajes de lujo, el quitrín compite con las volantas. El hielo se pone de moda. Surgen las heladerías en el Paseo del Prado y en el Paseo de Tacón. En 1828 sube el primer globo aerostático mientras en tierra siguen los pregones callejeros y los mendigos congestionan los atrios de las Iglesias.

Me gradué de Bachiller en Leyes. Trabajé como abogado y en la enseñanza. Escribí en varios periódicos y revistas. Dos mundos en una misma ciudad, el barrio pobre en que vivía con mi tía y el otro donde me llevaba mi vida profesional. No me quedó más remedio que convertirme en un rebelde intelectual. Mi amistad con Narciso López y las ideas independentistas cubanas me llevaron a la cárcel, pude escapar y crucé el charco. Al llegar a los Estados Unidos de América seguí escribiendo y fomentando dichos aires. Me convertí en secretario de Narciso y me organicé en el exilio. Nunca fui rico, talvez llegué a ser un pequeño burgués..
Fue en Cuba donde escribí Cecilia Valdés o Loma del Ángel que es la novela que me hizo más famoso. Se la dediqué a todas las cubanas. Solo habla de amor… aparentemente. Ya me dirán. Pasó por las manos del censor regio, después por el sotacensor, especie de visir revisor y por último por el capitán general. Fue casi imposible que por ese tamiz sobrevivieran otras ideas, pero los buenos lectores acostumbran a leer entre líneas. Pinté al negro y al blanco como hombres, al mundo de esos dos colores como fuente de ebullición e intenté no perder el sentido humano, el histórico y surgió esa novela que me ha dado tantas alegrías. Otras obras mías son: “La Peña Blanca”, “Dos amores”, “El Guajiro”, “La joven de la flecha de oro”, “Excursión a Vuelta Abajo” en la que hablo de Los Palacios y aquí os cuento lo que escribí.

“… Poco después de las nueve llegamos al caudaloso río de Macurijes o Los Palacios. Y en la orilla izquierda, sobre una pequeña y chata colina, vimos las casas del pueblo del mismo nombre, en número de treinta o cuarenta, todas grandes, la mayor parte con techo de teja, entre las que sobresalían dos hermosas posadas y la Iglesia que es nueva, y de las más lindas de toda la Vuelta Abajo. Sobre el arco toral, en grandes letras negras leemos el nombre del arquitecto que la dirigió; era francés y se le llamaba Antonio Lacourts. La única calle de la población es tan ancha, que muy bien pueden cruzarla doce carruajes apareados sin rozarse. Al final de ella, hay en medio una gran cruz de madera que parece indicar el punto céntrico o asiento de la hacienda, en cuyos terrenos se ha fundado el pueblo de Los Palacios”.



Iglesia Católica del Pueblo de Los Palacios.
(Del Libro Recordando a Los Palacios)
  Éste pueblo puede gustar o no. Respecto a su gente hay que reconocer que tuvo, tiene y tendrá personajes muy pintorescos. Los veo desde aquí. Sus cuentos de aparecidos son famosos en toda la comarca, hablan como eruditos sobre el poder de la mente, sobre los estudios que dicen que sólo se utiliza un diez por ciento de ella. Algunos están convencidos que si se esfuerzan en utilizar más la mente llegarán a comprenden las cosas que ocurren en el más acá y que les afecta en el más allá. Y no hay quien les lleve la contraria.

Me llegó la muerte en Nueva York, el veinticuatro de octubre de mil ochocientos noventa y cuatro, cuatro días antes de cumplir ochenta y dos años y cuatro años antes de lograrse la Independencia de Cuba pero soy un hombre afortunado porque me llevaron a enterrar al cementerio de Colón en La Habana. Miro alrededor y se ha hecho un círculo inmenso de almas que dicen ser de Los Palacios y que quieren aportar su granito de arena. Por hoy es suficiente, les he dicho, pero no pasará mucho tiempo sin que volvamos a conectar con todos ustedes. Un abrazo inmenso desde el más allá a todos los palaceños que están en la tierra.

Nota del autor:
Este cuento se ha nutrido de varias fuentes para los datos, nombres y fechas. Enciclopedias, diccionarios, libros y del magnífico blog titulado “Historial Palaceño” de Osvaldo Gotera. Cualquier error que pudiera detectarse en estas líneas es culpa de su autora. Lo demás es pura fantasía.