sábado, 21 de noviembre de 2009

Instituciones Religiosas y Fraternales en Los Palacios

"La memoria es el faro que nos guía por el humano mar embravecido, desde la cuna hasta la tumbra fría". Gaspar Núñez de Arce.

Por Jesús Marcos García Vázquez
Ex-Maestro Resp. Logia “Montecristi”

La iglesia católica ha estado presente en cada uno de los grandes acontecimientos que han tenido lugar en Cuba desde su descubrimiento,
colonización, ordenamiento social y su formación e idiosincrasia como nación. Llegó a esta caribeña isla el 28 de Octubre de 1492, día de su descubrimiento, viajando a bordo de las tres naves que condujeron a sus costas al intrépido navegante genovés Cristóbal Colón y sus osados marinos. Acompañó al soberbio e impío colonizador en la fundación de los primeros asentamientos poblacionales y estuvo presente en cada creación educacional o social, aun hasta en la selección del nombre a llevar y el santo patrón a rendirle culto por los primeros pueblos constituidos.
Desde mediados del Siglo XVI los colonizadores comenzaron a introducir en Cuba negros esclavos procedentes de África en sustitución de los aborígenes naturales de esta isla, por ser los negros más fuertes y resistentes a los férreos e inhumanos trabajos a que fueron sometidos los indios. El célebre Fray Bartolomé de las Casas, Obispo de Chiapas, fue el que propuso y gestionó, para libertar a los indios de la servidumbre, el traer negros esclavos comprados a todo lo largo de las Costas de África, como si esta parte del género humano debiera carecer de los privilegios de la humanidad por la diferencia del color que les da el nombre.
El Padre las Casas recibió el merecido nombre de “Protector de los Indios”, pero a la vez debe ser considerado como el promotor de la esclavitud negra en América. Pertenecientes a las castas o razas que identificaban a los negros esclavos introducidos en Cuba estaban los congos, locumíes, mandingas, carabalíes, chalaes, ararares y otras muchas. Cada raza o casta era portadora del culto o dogma con que adoraban sus dioses en su suelo natal, siendo de estas religiones primitivas las más difundidas: la santería, practicada por los Yoruba y la Regla de Ochá.
Al convertirse Cuba en república independiente en 1902, en el pueblo de Los Palacios, al igual que en casi todas las poblaciones de la isla, solamente se conocían y practicaban como formas religiosas y de adoración a Dios el catolicismo y cultos africanos. Existía la presencia de masones desde alrededor de veinte años atrás y se encontraban en esos primeros años de la república en fase organizativa, mediante la fundación de una logia que los aglutinara y representara. Sus primeros intentos resultaron fallidos, pero el 16 de Abril de 1906 es fundada la Resp. Logia Montecristi,
Fotografía de Archivo, (OGEPE), que pese a las adversidades que se enfrentó desde su fundación se mantiene actualmente activa en su atalaya y prodigando los destellos masónicos al pueblo que representa.
La Gran Logia de la Isla de Cuba funda el 17 de Septiembre de 1907 en Los Palacios la Logia Luz de Los Palacios. El Serenísimo Gran Oriente responde y funda en Paso Real de San Diego con fecha 23 de Septiembre de 1908 la Logia San Andrés. Termina el año 1908 con tres logias masónicas en Los Palacios, dos en el casco urbano y una en el barrio de Paso Real de San Diego. Las pugnas existentes entre los masones palaceños por imponer el dominio de sus Grandes Logias, hacen que sus empeños de fundaciones logiales fracasen; la Logia Montecristi se desintegra el 26 de Junio de 1910, la Logia Luz de Los Palacios lo hace el 30 de Octubre de 1910 y por último la Logia San Andrés inclina sus columnas en Diciembre del mismo año 1910. La Logia Montecristi se reorganiza en 1912 y nuevamente se disuelve en 1917. A finales de 1924 masones dispersos de las tres logias disueltas se reúnen y se reorganizan, de esta reunión vuelve a cobrar vida la Logia Montecristi, quien a partir de ese instante se ha mantenido vertical hasta el día de hoy, a pesar de los momentos de penurias sufridos. En sus inicios trabaja en varios lugares del pueblo, el mayor tiempo transcurrió en la Calle 21, esquina a 30. Gracias a el esfuerzo de sus miembros se construyó la hermosa y cómoda casa templo que hoy ocupa en la Calle 20, entre 21 y 23.

En los primeros años de la década de 1940 se dan a conocer en Los Palacios los Caballeros de la Luz, miembros de una institución de corte fraternal con grandes influencias masónicas y netamente cubana . La Orden Caballeros de la Luz fue fundada a finales del Siglo XIX en los Estados Unidos por el masón y patriota exiliado José González Curbelo con el noble propósito de aglutinar en sus filas a hombres dispuestos a luchar por la independencia de la patria.
Los palaceños Caballeros de la Luz, nucleados en su gran mayoría por personal que se desenvolvían en las distintas esferas del comercio, en 1946 fundan una Logia en Los Palacios que bautizan con el nombre de Resp. Logia Antonio Valdés Valdés. Fotografía de Archivo, (OGEPE) en honor a este prestigioso ciudadano, masón y eminente educador que por muchos años ejerció su magisterio en territorio palaceño. En sus inicios esta logia sesionó en diferentes lugares hasta que construyeron su edificio en la Calle 26, casi esquina a la Calle 21, lugar donde se encuentra actualmente.

Las logias de la Orden Caballeros de la Luz y de los Odd-Fellows no permitían en su seno la presencia de hombres de la raza negra. Algunos masones fueron miembros. Esta discriminación social, cometida en un lugar que se le rinde culto a la fraternidad, trajo por consiguiente discrepancias con la Resp. Logia Montecristi y en sus inicios las relaciones de estas logias con la masónica no eran cordiales.
Muchos masones y aun, años más tarde, hombres pertenecientes a estas ordenes fraternales empezaron a combatir esta exclusión. Para ello fundaron grandes logias y logias similares, pero con la peculariedad que no excluyeran de sus filas a los negros, y fue fundada la Soberana Gran Logia de la Orden Caballeros de la Luz en la República de Cuba. El 27 de Febrero de 1954 en Los Palacios los masones; Juan Martínez, Agustín Calderón, Israel Pérez, Osvaldo Gotera y otros fundan la Resp. Logia “El Titán de Bronce”, bajo los auspicios de esta recién fundada Gran Logia de los Caballeros de la Luz. Esta logia inició la construcción de su Casa Templo, en la Calle Serafín Garcia, cerca de la línea del ferrocarril, pero sólo levantó las paredes.

La primera manifestación de existencia de la Orden de los Odd-Fellows en América fue dada a conocer en el sur de los Estados Unidos por Thomas Wilder en el Siglo XVIII. Rápidamente se extendió a gran parte del territorio norteamericano. A Cuba llegó procedente de los Estados Unidos y con fecha 21 de Noviembre de 1948 es fundada en la Calle Serafín García # 14 la Resp. Logia Hijos de Los Palacios # 88 de la Independiente Orden de los Odd-Fellows. Fotografía de Archivo, (OGEPE).El primer hijo de Los Palacios que recibió la iniciación en esta institución, lo fue Humberto Izquierdo Cruz, que por muchos años se desempeñó como boticario, y se convirtió en el primer Noble Grande de la recién fundada logia. Los oddfellows trabajaron en varios lugares, hasta que con su esfuerzo propio construyen su edificación logial en la Calle 26.

Hijos ilustres de Paso Real y dignos miembros de la Orden Caballeros de la Luz, guiados por el dinamismo de Fausto A. Rodríguez Echevarría, fundaron el 5 de Julio de 1953 en este pueblo una logia de esta rama fraternal, a la que le impusieron como patronímico el de Resp. Logia Carlos Llauró Galicia, en reconocimiento a tan insigne personalidad que por muchos años se desempeñó como maestro en el poblado. Llauró Galicia fue miembro de la Logia Montecristi en 1906 y posteriormente estuvo en 1908 entre los fundadores de la Logia San Andrés en Paso Real, siendo su Venerable Maestro. De la nueva creación fraternal el florido orador Rodríguez Echevarría fue su primer luminar. La Resp. Logia Carlos Llauró Galicia. Fotografía de Archivo, (OGEPE), durante su existencia ha reunido en su seno a muchos hombres respetables y diligentes, que mancomunados entre si y utilizando el concurso de sus desprendimientos espirituales, ha realizado este pequeño y apartado taller fraternal una excelente y meritísima labor. En San Diego de los Baños en 1957 se fundó una logia perteneciente a los Caballeros de la Luz, teniendo esta logia poco tiempo de duración.
Las logias fundadas en Los Palacios (Masones, Caballeros de la Luz y Oddfellows) eran exclusivamente para hombres. No obstante, cada una de ellas constituyó y auspicio una logia femenina de adopción; Hijas de la Acacia, Rebekah y Sacerdotisas del Hogar. También se crearon logias juveniles, que ayudaban a una mejor y más completa formación social y ética de sus integrantes en esa difícil edad de la adolescencia. Además de convertirse las logias juveniles en canteras idóneas, de donde robustecían su membresía las logias patrocinadoras. Orden Masónica: AJEF.

jueves, 19 de noviembre de 2009



 
PASO REAL DE SAN DIEGO


















Estación Metereológica de
Paso Real de San Diego.





Estación del Ferrocarril. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).



Antigua Farmacia Orizondo, esq. de las Calles 18 y 19. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).


Antes casas de vivienda, cine y comercio, después Tienda de Divisas. Calle 23. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).


Iglesia Católica. Extensión Calle 23. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).

PASO REAL DE SAN DIEGO
Por Jesús M. García Vázquez
(Hemos agregado información aparecida en el Libro Jesús Nazareno de Los Palacios, 250 Años de Historia, por el P. Joaquín Gaiga).Este pueblo se fundó en 1820 y su existencia, como grupo poblacional, estuvo motivada por el trasiego de viajeros y mercancias desde Dayaniguas, entonces Puerto Marítimo, hasta los Baños de San Diego y en igual sentido de San Diego a Dayaniguas. Estaba situado en una encrucijada o entronque y donde convergían cuatro caminos: el camino real que unía al embarcadero situado en la Playa Dayaniguas con San Diego de los Baños y que también era utilizado por los pobladores de hatos, corrales y vegas situado al sur y norte de Paso Real. Las arrias, jinetes, carretas y volantes en su ir y venir de La Habana a vueltabajo y de vueltabajo a La Habana, pasaban por Paso Real en su obligado itinerario.

Fue cabecera del Partido de San Diego de los Baños. Su trazado inicial obedecía a formas urbanísticas y sus calles y fabricación de viviendas y establecimientos se mantuvieron, en su desarrollo, alineadas de acuerdo al trazado original. Inicialmente el poblado la constituían una Calle Real, de sur a norte y dos calles transversales llamadas San Francisco y San Fernando, según Estéban Pichardo en su libro Geografía de la Isla de Cuba en 1830.
El censo del año 1877, brindaba los siguientes datos acerca de Paso Real: 5,122 habitantes de los cuales 3,555 eran blancos, 421 pardos y morenos esclavos, 1106 pardos y morenos libres, 25 colonos asiáticos y 15 blancos extanjeros. Volviendo un poco atrás, desde el punto de vista étnico, vale la pena preguntarnos cómo tuvo inicio un ya relevante crecimiento poblacional. Según Leopoldo Zarragoitía O'Dónavan: "El motivo que llevó a los antiguos pobladores fue el cultivo del campo y la cría del ganado. Cuando se dio comienzo al fomento del poblado, eran dueños de la totalidad de sus tierras los Herreras (numerosa y laboriosa familia de color que heredaron estas tierras de sus antepasados, negros lucumíes esclavos del Conde de la Fernandina, Don José María Herrera y Gonó, primitivo dueño de esta posesión). Los Herreras se liberaron y fueron adquiriendo con sus economías estas tierras que después fueron vendiendo a los primeros moradores blancos que se establecieron en la localidad, siendo estos particularmente asturianos y montañeses aventureros".
Según Zarragoitía el desarrollo del barrio de Paso Real fue debido también a la laboriosidad tanto de los criollos como de los peninsulares. Las ocupaciones a que se dedicaban sus primeros moradores eran en primer lugar las labores agrícolas, el comercio, por cierto muy limitado en aquella época, así como a algunos trabajos manuales y oficios como barbero, sastre, carpintero, zapatero, etc.

En 1879 Paso Real de San Diego contaba con iglesia, plaza y sus calles, de este a oeste, habían aumentado a nueve y sus nombres, la mayoría, poseían sustantivos religiosos, es decir, pertenecían a la clasificación semántica de los hagiotopónimos (nombres de santos), por ejemplo: Calle de San Fernando, San Francisco, San Joaquín, San Mariano, de la Virgen de Regla, etc.

Este pueblo fue incendiado en 1896 por las fuerzas comandadas por el General Roberto Bermúdez. En el lugar que estaba situado siempre existió un pequeño grupo poblacional que se llamó PASO QUEMADO. En la actualidad se ha expandido considerablemente hacia los cuatro puntos cardinales.

Un poco más al sur, aproximadamente dos kilómetros, en el lugar que se conocía como “Los Pozos”, cerca de la línea y apeadero del ferrocarril se asentó a principios del Siglo XX el actual Paso Real de San Diego. Este nuevo pueblo no contó con un trazado urbanístico original, como el anterior, y las calles fueron surgiendo después que los moradores construían sus casas. Existía una Calle Real, actual 18, y continúa con la 23. El resto de las vías eran practicamente callejones y las fincas quedaban muy cercanas al pueblo o dentro del mismo pueblo. Esos callejones tomaban el nombre o el apellido de los dueños de esas fincas: Los Pérez, Los Pozos, Los Herreras, Las Mercedes, El Indio, Las Quintinas, Callejón de la Iglesia, de Ramones y otros. Existían otros nombres populares como son: La Calle Triángulo (la actual 25) y Calle de las Viudas (hoy la 15).


En entrevistas realizadas se pudo determinar que algunas calles fueron bautizadas, por la población, con nombres populares como son: Carlos Llauró (actual 23) en honor a un educador que ejerció por muchos años en Paso Real y a la Logia de la Orden Caballeros de la Luz, que lleva el patronímico de Carlos Llauró Galicias y se encuentra en esa calle; Baldomero Rodríguez (actual 19), hijo de Paso Real, nació en El Jagüey, y perteneció al Ejército Norteamericano, Cuerpo de Paracaidistas y murió al finalizar la II Guerra Mundial en una misión de combate.


Consultados los libros Apéndice No. 5 de Fincas Urbanas del Término de Los Palacios y el Libro 13 del Registro de Propiedad, pudimos determinar como odónimos oficiales las siguientes calles:

Calle 23: Calle José Martí. Nombre popular Carlos Llauró Galicias.

Calle 18: Calzada de Paso Real de San Diego.

Se considera que la primera nominación a las calles de Paso Real es cuando se urbanizó el pueblo en la primera década del Siglo XX y se utiliza en las letras mayúsculas A, B, C, D, E, F y G, que son las actuales Calles 12, 15, 17, 19, 21, 25 y 27 respectivamente. Los términos oficiales actuales por números cardinales, fueron introducidos en los primeros años de la década de 1960, al igual que en Los Palacios. Los términos oficiales actuales (números cardinales) son conocidos y utilizados por el 100% de los encuestados.

Un 28% de los encuestados reconocen y usan el término de Calle Real y el apelativo de los callejones. El 24% recuerdan los nombres de José Martí y Calzada de Paso Real y las designaciones por letras que fueron oficiales en un tiempo. Los odónimos Baldomero Rodríguez y Carlos Llauró, solamente son recordados por el 1% de los encuestados.

CONCLUSIONES
1) Paso Real de San Diego, pasó por tres etapas en la designación de los nombres de sus calles, asociados a épocas históricas; los que surgieron con la fundación del pueblo, los que se asignaron en la República y los de la actualidad, es decir, los números cardinales que surgieron en la década de 1960.

2) - En el caso de Paso Real de San Diego, el pueblo antiguo, sufrió los efectos de un incendio en la Guerra de Independencia de 1895 y este cambió de lugar. Las calles antiguas desaparecieron en este poblado y en Los Palacios fueron surgiendo simultaneamente las viviendas y las calles, pero San Diego de los Baños contó desde el principio de un esquema urbanista, concebido como en otros pueblos de la isla.

3) - Curiosamente cuando se hace la designación por números cardinales, se hace coincidir el número de la Calle 23 con la calle principal o Calle Real, igual que en las grandes ciudades.

4) - Los términos más usados en los tres núcleos urbanos son los números cardinales, por ser los más recientes, por ser más prácticos y fácil de memorizar.

5) - Según datos de los encuestados se pudo constatar que el nivel cultural no determina el conocimiento de los nombres antiguos, que las personas mayores y del sexo masculino tienen mejor dominio de esos nombres.

Otros datos históricos

Baldomero Rodríguez, cuyo nombre lleva la Logia Hijos de la Luz, de Paso Real, hijo del Señor Antonio Rodríguez Santos, fue condecorado con el Corazón de Púrpura, en la Segunda Guerra Mundial, vistiendo el uniforme del cuerpo de paracaidístas del ejército norteamericano. Murió en combate, casi terminando dicha contienda bélica.
En las cercanías del pueblo del actual Paso Real de San Diego, campean todavía cinco soberbios y frondosos árboles de mango seglares bajo los cuales, según la tradición, descansó el General Antonio Maceo con su tropa.
El Señor Federico Argos, hijo de Paso Real, fue Representante a la Cámara por la provincia de Pinar del Río. El señor Manuel López Cuenca, político conocido en la provincia, fue Presidente de la Hermandad Ferrocviaria de Cuba.

En los años 1957-1958, existía servicio de omnibus desde Paso Real, hasta la Playa de Dayaniguas, siendo uno de los propietarios Orlando Hernández Ibañez, hijo del Señor Armando Hernández, que fue por muchos años Jefe de la Estación de Ferrocarriles de Paso Real, habiendo trabajado también en Las Cañas y Herradura.

Tiendas de Víveres de Serafín Álvarez, Hermógenes Ramos, José Selga, Martín Chang, Pedro Martín. En Paso Quemado, tienda de víveres del señor Nicolás Ramos.

Farmacias de "Orizondo", de Alfredo Orizondo y "Caballero", de Raúl Caballero. Más tarde de Manolo Fernández, hijo de la profesora Rosalía Martínez. Manolo también vistió el uniforme del ejército norteamericano en la segunda guerra mundial. Escogida de tabaco de Julián Saldívar.

La señora María del Carmen Herrera Rojas, bisabuela de María Luisa Abreu, fue esclava durante la época colonial. Vivió en el barrio de Paso Real de San Diego, lugar donde años más tarde fue propietaria de un pedazo de terreno. Los padres de María Luisa: Salomé Pérez y Andrea Herrera. María Luisa, que residía en la conocida Finca Los Pozos, en el barrio de Paso Real, forma parte del ejecutivo del Municipio de Los Palacios en el Exilio, así como miembro de la provincial de los municipios, residiendo en la ciudad de Miami, Florida.