jueves, 24 de diciembre de 2009


Los Palacios, fotografiado desde el
Molino Arrocero Los Palacios, S.A.,
situado en el Terraplén al
antiguo Central La Francia.
"La persona sin un conocimiento de su historia pasada, sus orígenes y su cultura es como un árbol sin raíces. Marcus Garvey.

Fotografías: Andrés López.

A la izquierda (hacia el oeste), Calle Lens (actual Calle 31). Horizontalmente, Calle Floirán Núñez (actual Calle 18). Frente al campo de béisbol, Calle Jovellar (actual Calle 29).

A la izquierda, al fondo, Almacén del Ferrocarril. Secciones de la Calle Antonio Maceo (actual Calle 23). Esquina de Bárcena.

En primer plano terreno en el cual hoy en día se encuentran muchas construcciones de vivienda y la correspondiente extensión de las calles. Al fondo, parte de la campiña palaceña (noroeste).


Al centro, el Terraplén al Central La Francia. Izquierda arriba Transbordador de Caña. Al centro abajo, entrada al Molino Arrocero. En el horizonte otra parte de la campiña palaceña y mucho más al fondo parte de la Cordillera de los Órganos.















sábado, 19 de diciembre de 2009

El Cuarto Poder en Los Palacios

"La vida no es un don gratuito ni objeto de juego y lujo; se obtiene con una madurez de juicio y se consolida con una gran severidad de costumbres." Luis Cautelar.
Por Jesús Marcos García Vázquez
Ex-Maestro de la Resp. Logia "Montecristi"

En su magistral obra “El Espíritu de las Leyes” (1748-1750), el barón de Montesquieu establece los tres poderes existentes en un estado democrático; ejecutivo, legislativo y judicial. Años más adelante otros pensadores sociales y políticos establecieron la existencia de un cuarto poder representado por la prensa, que constituye una poderosa institución que puede ser un medio fundamental de crítica de los gobiernos, lo que siempre es conveniente en la democracia.

Este cuarto poder se puso de manifiesto en Los Palacios cuando el proyecto de construcción del paseo llegaba solamente de la esquina de Barcenas (Calle Warren y Calle Antonio Maceo (actuales Calles 20 y 23), hasta frente al entonces Club Hispano Cubano en la Calle Serafín García, (actual Calle 28), quedando tres cuadras hacía el oeste sin recibir los beneficios de esta construcción. De inmediato las voces de protesta se hicieron sentir y en la imprenta “El Esfuerzo” de Alberto Fontela se ideó la impresión de un cártel que exhibía a un hombre elegantemente vestido de la cintura para arriba (de cuello y corbata, saco y sombrero) y en calzoncillos. Acompañaba a este cártel un letrero que decía: ASÍ QUEDARÁ EL PASEO DE LOS PALACIOS. De este cómico e ingenioso cártel se hicieron infinidad de copias, las que fueron situadas en lugares públicos. Los políticos del pueblo se vieron obligados a reflexionar ante este novedoso hecho y obtener los fondos económicos necesarios para llevar la construcción del paseo hasta el lugar deseado.

En Los Palacios siempre se contó con fuerzas vivas dentro de la población que lo situaron en posiciones cimeras en las esferas sociales, recreativas y culturales. El espíritu creativo de los palaceños se puso de manifiesto en las diversas publicaciones a que dieron origen:

- “La Antorcha del Progreso”, en el año 1907 ve la luz esta pequeña revista de tirada quincenal que se convierte en la primera publicación palaceña, publicada por la Resp., y Meritoria Logia "Montecristi", de la orden masónica, de reciente fundación por esa fecha. Además de su corte de contenido masónico, aparecían en sus páginas artículos de carácter cultural, histórico, social y anuncios comerciales. Su Director lo fue el Hno: Juan G. González y su Administrador Francisco Gutiérrez.

- “El Mosquito”, revista ilustrada, de salida mensual, surgiendo su primer número en Febrero de 1920. De carácter social y político. Directores y Propietarios: Octavio S. Martínez y Manuel Medel Nodarse, Administrador: Andrés Álvarez Nodarse, Jefe de Redacción: Armando Valverde.


- “El Faro”, tabloide de salida semanal, fundado en 1928, de corte social, anuncios y político. Su Director Antonio Valdés Falero, hijo del prestigioso educador Antonio Valdés Valdés.

- “La Saeta”, fundado en 1929, periódico de salida semanal y de carácter social y político. Sus páginas servían de hostigamiento y crítica al gobierno de Machado. Fundado y dirigido por Armando L. Lemus del Castillo, lo que le permitió después ingresar en la Escuela de Periodismo.

- “El Clarín”, periódico de salida quincenal. En sus páginas se anunciaban productos y comercios, además de temas sociales, deportivos y políticos. Fundado en 1934 y dirigido por Julio Chavarri, conocido popularmente por el Marqués de la Cabaña.


- “El Esfuerzo”, fundado por el Padre Claudio Ojea en 1942, de tirada quincenal, Fue su Director Tomás Cabrera Bustillo, Sub-Director: Miguel Díaz Machó, Administrador: Abelardo Fúster Crespo y Jefe de Circulación: Sergio Puig Nardo.
Esta publicación se editaba en una imprenta de su propiedad creada por el Padre Ojea y situada en un recinto de la catequesis. Se dedicaba este periódico a anuncios comerciales, secciones sociales y de literatura.

- “La Voz de la Parroquia”, publicación mensual de la Parroquia Jesús Nazareno de Los Palacios. Fue fundado en Enero de 1954 y sus páginas sólo se dedicaban a asuntos religiosos y de la iglesia.

- “El Látigo”, fundado en San Diego de los Baños en 1956 por Ángel Valdés, quien era su director. Salida quincenal. Anuncios de comercios de la localidad y productos. Crónicas sociales y deportivas. Sus oficinas se encontraban en la Calle Amistad de San Diego.

- “Rebeldía Estudiantil”, esta pequeña publicación apareció a mediado del año 1956, dirigida por la profesora María del Pino Guerra y escrita por los alumnos de séptimo y octavo grados de la “Academia Luz y Caballero”. Se imprimía en la imprenta “El Esfuerzo” del pueblo.

- “El Relámpago”, fue fundado a finales del año 1956 por un grupo de jóvenes palaceños, en su mayoría estudiantes. Su tirada era semanal y consistía en una publicación de una sola página, hecha en un mimeógrafo, donado por el Señor Higinio Hevia. Su director: Efrén Toledo Valdés, Jefe de Redacción: Orlando Gotera, Ilustrador: Luís Ramírez Cabañas, Mecanógrafo: Leonel Abay, Jefes de Circulación: Silvio Petreca y Luís Jacinto Bárbaro Puentes Fernández (Pilingo). Su precio era de $0.05 (cinco centavos) y se dedicaba a anuncios del comercio del pueblo, chismecitos y temas juveniles, crónicas de cine y letras de las canciones en boga. El sol se eclipsó cuando llegó la temporada de verano y se les ocurrió publicar el dibujo de una hermosa muchacha en traje de baño, dibujado por el joven Luis Ramírez Cabañas. Este número llegó a las manos del Cura Párroco de la Iglesia de Los Palacios, el Padre Salvador, español de pura cepa y muy recordado por su forma despótica y soez, un émulo de Torquemada. El Padro Salvador, la emprendió contra los jóvenes editores de la publicación y desde el púlpito aconsejaba a las madres que no permitieran que sus hijas tuvieran relaciones con aquellos "jóvenes desviados de las buenas costumbres". El hostigamiento del Padre Salvador llevó a la desaparición de la publicación.

- “El Palaceño”, al desaparecer el periodiquito juvenil “El Relámpago” a principios de 1957, sirvió de idea para que otros palaceños, con más recursos e influencias, fundaran una revista ilustrada mensual con el nombre de “El Palaceño”. Aparecía mensualmente con un valor de diez centavos ($0.10). En sus páginas no publicaban artículos con tendencia a la ficción, más bien su tendencia era social y económica mediante los anuncios. Algunas entrevistas a personalidades del mundo industrial de la localidad, fueron publicadas en sus páginas, y en cuanto a lo político fue desde su inicio muy conservadora.

- “Sol”, con el objeto de suprimir el nombre regionalista a la revista El Palaceño y dotarla de uno más universal en Enero de 1958 se comienza a llamar “Sol”, con el eslogan “La Revista de Vueltabajo”. Esta revista era miembro de la Asociación Nacional de la Prensa Plana y contribuía al retiro periodístico. Su Consejo de Redacción se encontraba en Los Palacios y se editaba en la Imprenta Hermanos Trujillo de Artemisa. Su Presidente y Director fue Evelio Velis Medina, Vice-Director: Félix Ortega Fúster, Secretaria: Margarita Barroso Viñas y Jefe de Redacción: Eloy E. Cruz Delgado. La misma era protegida por las siguientes instituciones locales: Club Hispano Cubano, Asociación de Colonos del Central La Francia y Cámara de Comercio de Los Palacios. Se vendía en todos los pueblos de la provincia y se anunciaban en casas comerciales de distintos lugares del territorio pinareño.

Imprentas:
Existieron varias imprentas, se recuerdan las de:
- Imprenta “Vivanco”, Calle Antoio Maceo, (actual Calle 23). Años 1930.
- Imprenta de Luís Estrada, Calle Antonio Maceo, (actual Calle 23). Años 1930-1940.
- Imprenta “El Esfuerzo”, Calle Antonio Maceo, (actual Calle 23). Primero en la Catequesis, del Padre Claudio Ojea (1942-1946), después de Alberto Fontela y el Poder Popular (1946-1979)

En Los Palacios diariamente se leían los periódicos habaneros; Diario de la Marina, El País, El Mundo, Excelsior, Ataja, Prensa Libre y otros. Las revistas semanales; Bohemia, Vanidades, Carteles, Romances, Ecos, Life en español y otras más. Qué decir de las Selecciones del Reader Digest y del semanario cómico “Zig-Zag”. Los llamados muñequitos (cómic) con las andanzas de los personajes de Walt Disney, Tarzán, El Llanero Solitario y muchos más de este mundo maravilloso y mágico del agrado de todos, niños y mayores. En la céntrica Calle AntonioMaceo, (actual Calle 23), en lo que pudiera llamarse el “down-town” palaceño, se encontraba la barbería de Jesús Romero y en el frontispicio del edificio un enorme letrero que decía “Publicaciones Romero”. En aquel lugar, además de un pelado o un afeitado, se podían obtener algunas de estas publicaciones. Los repartidores de periódicos los vendían por la calle y lo llevaban al hogar de los suscriptores, además de los estanquillos de venta, como el existente en la vidriera del Hotel Casanueva.
Bien probado queda a través de esta reseña, cómo “El Cuarto Poder” ha sido y es anhelo nunca extinguido del alma de los hijos de este pedazo de tierra cubana, que jamás fue remiso este pueblo ni a la idea de la libertad, ni a la sed de cultura, ni al impulso de la generosidad humana.

Bibliografía:

-La Antorcha del Progreso. Cuba en la Mano (Archivo Nacional)
-Periódico “El Esfuerzo” (Museo de Los Palacios)
-Revista “El Mosquito” (Museo de Los Palacios)
-Archivos de la Gran Logia de Cuba de AL y AM.
-Archivos de la Logia Montecristi.
--El Espíritu de las Leyes (Barón de Montesquieu)
-Recordando a Los Palacios, Tomo I y II (Osvaldo Gotera)
-Entrevistas a: Orlando Núñez y Tomás Cabrera.

martes, 15 de diciembre de 2009

2da. La Respetable y Meritoria


Logia "Montecristi" y su Fundación

Por Jesús Marcos García Vázquez
Ex- Maestro de la Logia "Montecristi"


En la sesión del 11 de Febrero de 1942 nuevamente se habla de la construcción de una casa templo y de crear los fondos necesarios para tal obra. La Logia “Montecristi” logra obtener el organizar y patrocinar la tradicional verbena del 1, 2 y 3 de Mayo y que las ganancias que obtenga de este festejo sean utilizadas para construir la casa templo. La celebración de la verbena les produjo una ganancia de $1,092.23.

Reunidos en sesión, el 16 de Agosto de 1942, varios hermanos informan a la logia que tienen conocimiento que en la Calle Warren, (actual Calle 20), entre las Calles Antonio Maceo y José Martí (actuales Calle 20, entre Calle 23 y Calle 21) existe un solar de buenas proporciones propiedad del Sr. Olayo Fuentes Rodríguez y que este lo vende en la suma de $200.00. La logia nombra a los Hnos: Ramón Martínez Deibe y Antonio Abay para que se encarguen de la adquisición de este solar para la logia, si reune los requisitos elementales para la construcción de la casa templo.

En la sesión del 7 de Octubre de 1942, varios hermanos se manifiestan en que el importe de lo obtenido por la verbena y remanentes del fondo especial, no deben estar guardados en la caja fuerte del establecimiento del Hno: Mariano Méndez Rodríguez, El Encanto. Que deben estar depositados en la Caja Postal de Ahorros o en el banco en La Habana, donde tiene su depósitos la Gran Logia. No se toma acuerdo sobre el asunto.

En sesión celebrada, mediante convocatoria extraordinaria, el 23 de Octubre se da cuenta con una moción suscrita por los Hnos: Pablo Más, ( a la derecha), Luis F. Domínguez, Antonio Más, Vicente Lam, Genaro Delgado, Ramón Martínez Deibe y José Menéndez Cardama, en que proponen que se abra una cuenta a nombre de la logia en la Caja Postal de Ahorros y en la misma sean depositados los fondos de este taller. A esta moción se suman algunos hermanos. Puesta a votación la logia acuerda que esos fondos se mantengan depositados en la caja del establecimiento El Encanto, propiedad del Hno: Mariano Méndez.

En los primeros meses del año 1943, nuevamente el ansiado deseo de construir la casa templo se apodera de los miembros de “Montecristi”. Para este propósito celebran sesiones extraordinarias, hacen planes, presentan proyectos, adquieren por el valor de $200.00 el solar situado en la Calle Warren, (actual Calle 20), propiedad del Sr. Olayo Fuentes Rodríguez, y lugar donde se construirá la proyectada edificación. Ponen en venta la casa templo y otra vez, en busca de fondos económicos, se dedican a la emisión de bonos-pagaré por un valor de $5.00 cada uno. A pesar de oposición en este sentido, debido a la falta de fondos suficientes, la logia, en su sesión del 6 de Octubre de 1943, acuerda comenzar la obra de construcción de la Casa Templo.

El día 9 de Noviembre de 1943 fue una fecha fatídica para la Logia “Montecristi”. En ese día un voraz incendio destruyó totalmente la tienda “El Encanto”, propiedad del Hno: Mariano Méndez, y también su casa vivienda, adjunta a la tienda. Muy poco se pudo salvar del siniestro. Los fondos de la logia para la construcción del templo, que estaban depositados en la caja fuerte del establecimiento, fueron devorados integramente por las llamas.

En la sesión del 10 de Noviembre de 1943, el Hno: Lucilo Díaz Fernández, a la sazón Alcalde de Los Palacios, informa ampliamente a la logia sobre el suceso: “que todo se destruyó y el establecimiento no estaba asegurado”. Varios hermanos se pronuncian que de inmediato se detenga la construcción de la casa templo y se utilicen los materiales existentes, así como el importe de los bonos-pagaré que en lo adelante adquieran los hermanos, para construir la tienda “El Encanto” y la vivienda del Hno: Mariano Méndez. Se convoca la logia para sesión extraordinaria el 15 de Diciembre, para tratar sobre el asunto.

En la sesión extraordinaria convocada, la logia determina “que sobre el Hno: Mariano no debe existir reclamación alguna y acuerda liberarlo de toda responsabilidad por los fondos de la logia, depositados en la caja de su establecimiento, y que se quemaron en el incendio. Ya que la logia no aceptó la proposición de depositar estos fondos en un banco o en la Caja Postal de Ahorros y acordó mantenerlos en ese lugar”.

“Montecristi” puso a disposición del Hno: Méndez, para la construcción de su tienda, todos los materiales que habían adquirido para la fabricación de su casa templo y todo el efectivo existente. La fabricación de la tienda, que a apartir de ese momento comenzó a llamarse “El Nuevo Encanto”, concluyó en el mes de Julio de 1945. La logia, en sesión celebrada el 25 de Julio de 1945, acuerda que el Hno: Mariano Méndez suscriba un documento notarial, haciendo constar en el mismo la deuda que tiene del edificio construído en la Calle Maceo No. 54, (actual Calle 23), con la Logia “Montecristi” y varios hermanos del taller. Son nombrados los Hnos: César Odriozola, Emilio Puentes, Mateo Gómez y Santos Fernández para fiscalizar la deuda y revisar el documento y que primero debe hacerse un borrador de esta documentación, para darlo a conocer a la logia.

Después de la fecha del 9 de Noviembre de 1943, día en que la logia pierde todas las finanzas destinadas a la construcción de su templo en el incendio de la tienda “El Encanto”, por varios años los hermanos de “Montecristi” abandonaron la idea de la construcción de su Casa Templo.

En el año 1947 ocupa la Veneratura el VH:. Aurelio Fúster Crespo, (a la izquierda) y concibe la idea de construir la Casa Templo en el mismo lugar donde celebran sus sesiones. Para este propósito, el cual fue apoyado, solicita el concurso económico de la logia. Con fecha 1 de Abril de ese año 1947 se dirige en carta al Ayuntamiento de Los Palacios en solicitud de permiso para la construcción de un edificio de mampostería y tejas y cuyos planos adjunta a la solicitud. También informa al Ayuntamiento, en su solicitud, que el edificio será edificado en un solar propiedad de la Iglesia Jesús Nazareno de este pueblo y cuya posesión tiene la Logia “Montecristi” hace más de 25 años.

El Hno: Fúster obtiene del presbítero Joaquín Valdés Pérez, Cura Párroco de Los Palacios en ese entonces, certificación de reconocimiento de posesión de la logia del terreno, lo que legalizan ante el Notario Público Dr. Alberto Jardines Lozano. Con fecha 3 de Abril el Ayuntamiento de Los Palacios concede la licencia de fabricación y con fecha 2 de Junio de ese año 1947, el Hno. Fúster Crespo, V/Maestro, le informa al Ayuntamiento de la terminación de la obra.

La edificación construída amplió considerablemente las dimensiones de la Casa Templo. La estructura quedó en forma de L, y una parte daba para la Calle José Martí (actual Calle 21) y la otra para la Calle José Palacios, (actual Calle 30). La entrada principal era por la Calle José Martí. Las paredes fueron construídas de mampostería (ladrillos) y se mantenía el techo de madera y tejas criollas. El amplio portal, de una punta a la otra, fue dotado de una baranda.

Aunque la nueva edificación poseía más amplitud y brindaba más comodidad al trabajo logial, los hermanos de “Montecristi” aún no estaban satisfechos y mostraban su inconformidad, deseaban una Casa Templo nueva.

En el año 1951 el deseo de construir su Casa Templo, nuevamente se apodera de los masones palaceños. Temprano en la fecha del 7 de Febrero de 1951 presentan moción sobre este sentido y se acuerda que cada miembro contribuya, como mínimo, con la suma de $10.00 y se acuerda que sea convocada la logia a una sesión especial para tratar el asunto. La sesión especial se celebró el 28 de Febrero y en la misma se dio cuenta con una moción suscrita por siete hermanos, donde proponían que se ratifique el aporte de $10.00, como mínimo de contribución económica por parte de los hermanos, y que se nombre una comisión para que estudie todo lo relacionado con la construcción del templo e informe periódicamente a la logia. Esta moción es acordada en todas sus partes y se crea una comisión denominada “Comisión de Estudios y Finanzas Pro Casa Templo”. Fueron nombrados para integrar este comisión, los hermanos Pedro Martín, Eligio Rodríguez, Félix María Fernández, José Rodríguez Fraga, Nicolás Morales Suteras, José María Pérez Paula, José Menéndez Cardama, Emilio Díaz, Abelardo Dancausse, José Fontela Sordo y Avelino Rodríguez.

La Comisión de Estudios y Finanzas Pro Casa Templo se reune el 5 de Marzo de 1951 y acuerda nombrar la directiva de este comisión. El Hno. Félix María Fernández es nombrado Presidente y los hermanos José María Pérez Paula y José Menéndez, Secretario y Tesorero respectivamente. Los demás integrantes de la comisión serán Vocales. Entre otros acuerdos tomados por la comisión figura el de reunirse todos los lunes y que el templo se construya con el producto de una colecta entre todos y cada uno de los miembros de la logia; un aporte del tesoro de la logia y cualquier otro aporte, siempre sin infringir el código masónico.

La comisión exhorta, en un acta impresa, que los miembros del taller aporten la mayor cantidad que le permitan sus recursos económicos y se les concede un plazo de un año para realizar los aportes. También solicitan el aporte de materiales, herramientas y transporte, así como el trabajo físico. Este acuerdo y planteamientos de la comisión fue acordado por la logia en la sesión del 7 de Marzo de 1951.

De inmediato la logia comenzó a trabajar en el acopio de los fondos financieros para comenzar la obra. En la sesión especial convocada para el 1 de Septiembre de 1952, el Hno. Félix M. Fernández, V/Maestro, le explica a la logia que los fondos disponibles para la fabricación son de $4,000.00 y que los costos de la fabricación se aprecian en alrededor de $10,000.00. Que había la necesidad de suscribir un título de póliza con el Banco de Capitalización Hogar Propio por la cantidad de $5,000.00, ya que tenemos la necesidad de esa suma. Pagando mensualmente una póliza de $40.00. La logia acuerda que se suscriba dicho préstamo para que se comience de inmediato la obra. Al siguiente día es suscrito el convenio.

En el mes de Junio de 1955 se firma contrato de construcción de la Casa Tempo con el contratista Hno: Obdulio Millán, miembro de la Resp. Logia “Vida Espontánea”. El precio de construcción fue convenido en la suma de $8,600.00. Son nombrados en comisión los Hnos. Félix M. Fernández, Emilio Díaz Fernández y Secundino Fernández Cadermo, para que realicen los trámites concernientes con el Banco Hogar Propio a fin de facilitar la obtención de los cinco mil pesos solicitados.

Las gestiones con la entidad Hogar Propio fueron infructuosas. Este banco impuso determinadas formalidades, imposibles de cumplir. Los trabajos de construcción de la Casa Templo, ya habían comenzado.

De nuevo se encuentran los masones de “Montecristi” para llevar a feliz término la terminación de su Casa Templo, con la misma situación adversa que siempre gravitó sobre ellos: la carencia de fondos financieros.

Los miembros de “Montecristi” se crecen ante esta situación. Muchos hermanos hacen aportes extraordinarios. La logia acuerda pasar los fondos de Beneficencia y el Panteón para el tesoro de la logia y que sean utilizados en la construcción de la Casa Templo. La Logia AJEF y las Hijas de la Acacia envían su modesta cooperación. El Capítulo Filosófico “José R. Costa No. 92”, de los valles de San Cristóbal, envía una contribución de $60.00.

En la noche del 24 de Octubre de 1956, en Sesión Extraordinaria, se le informa a la logia del agotamiento de los fondos económicos para poder terminar la obra y que según los cálculos más conservadores faltan alrededor de $1,800.00. Acuerdan poner de inmediato en venta la actual Casa Templo de Martí No. 95, en un precio que oscile entre $1,300.00 y $1,500.00. Esta edificación fue comprada por el Hno: Rufino Páez Crespo, pagando por su adquisición la suma de $1,500.00.

Las elecciones generales de la Logia “Montecristi” para el año 1956, estaban señaladas para el domingo 9 de Diciembre. Estas elecciones fueron suspendidas para celebrarlas en la nueva Casa Templo el domingo 30 de Diciembre. Siendo estas elecciones la primera sesión que celebró la Logia “Montecristi” en su nueva sede social.

Al fin los hermanos de “Montecristi” convertían en realidad sus ilusiones, surgidas en los albores de 1924, de construir su Casa Templo. Esto fue posible a merced del tesón y perseverancia desplegado, cualidades que siempre han distinguido a los miembros de esta logia. Penoso y triste que una pléyade de legítimos hermanos, entre de ellos, Ramón Fiallo Borges, Antonio Valdés Valdés, Pablo Más Díaz, Julián López Suárez (a la derecha), y José María Pérez Paula no hayan podido llegar al final de la jornada y sus ojos recrearse ante la culminación del anhelado templo, por encontrarse morando en el Eterno Oriente.

Los masones de “Montecristi” se mudan a su nueva casa (actual Resp. y Meritoria Logia "Montecristi", Calle Ave. Warren, (actual Calle 20, a la izq.), con el mismo mobiliario que tenían en la anterior y con ciertas necesidades. El nuevo templo carecía de agua, aún no existía el Acueducto de Los Palacios. Aunque el solar comprado poseía un pozo, este estaba seco y tuvieron que profundizarlo para su uso. Fue dotado de una bomba eléctrica de extracción de agua, y fue resuelta esta situación. Más adelante fue construído el cuarto de desahogo al fondo el edificio, cercado el solar, construída la pared muro que por el lateral derecho separa la logia del almacén de Miguel J. Abay y construída la baranda en el frente, que la separa de la acera pública. El cielo raso de la cámara, en forma de cúpula, fue bellamente decorado por un pintor del pueblo de Viñales, a un costo de $300.00. Este pintor se llamó Ibrahim Delgado.

Un carpintero ebanista de Paso Real, Jacinto Rodríguez, les fabricó los tres sitiales, con sus mesitas, que se encuentran en la Veneratura y las Vigilancias a un costo de $60.00. Este carpintero diseño las butacas de la cámara y les dio el precio de $6.00 cada una, incluyendo en su terminación el lacrado y barnización. Algunos hermanos, logias y profanos donaron butacas a la logia.

Durante años el mobiliario de la logia se combinó entre las nuevas y relucientes butacas y las viejas sillas del anterior templo. En el año 1985 se construyeron 42 butacas idénticas a las construídas por el carpintero Jacinto Rodríguez y se retiraron las añejas sillas.

En la sesión del 8 de Julio de 1959, faltando pocos meses para cumplirse tres años que los masones de “Montecristi” habitaban su nueva sede, el Hno: René Nardo Ipsán se expresa en relación a la inauguración y consagración de la Casa Templo y se discute extensamente sobre este asunto. Se crea una comisión con el nombre de “Comisión de Inauguración y Festejos de la Casa Templo de la Resp. Logia “Montecristi” y es facultada esta comisión para que se ocupen de todo lo concerniente con este gran evento, que se invite al Gran Maestro para este acto y fue señalada la fecha del 29 de Noviembre de 1959 para la consagración de la Casa Templo. La comisión quedó integrada de los hermanos Félix M. Fernández, René Nardo Ipsán, Nicolás Morales Suteras, Luis Herrera Alfonso, Oscar Díaz Machó, Higinio Hevia Hano, José Fontela Sordo, José Antonio Ipsán Hernández, Emilio Díaz Fernández y Oscar Ipsán Hernández.

En la sesión celebrada el 9 de Septiembre de 1959 la Logia “Montecristi” se ve en la penosa necesidad de suspender la inauguración y consagración de la Casa Templo, motivado por la “crisis especial” por la que atravezaba la Logia “Montecristi” en esos momentos. Su Venerable Maestro, el Hno. Félix M. Fernández, había solicitado su renuncia y pedido Carta de Retiro. La logia por unanimidad, en sesión celebrada el 23 de Septiembre, acordó no concederle la renuncia y no otorgarle la Carta de Retiro.

Por esta “crisis especial” que atravezó “Montecristi” en 1959, atravezó también la Gran Logia, todas las logias de Cuba, la familia cubana y demás sociedades. Nada ni nadie quedó al margen de la vorágine de pasiones que se apoderó de todos los sectores de la sociedad cubana, producidos estos aires pasionales por una transformación en lo político, económico y social que una revolución triunfante comenzaba a experimentar.

¡Qué ironía del destino!. Los masones de “Montecristi”, después de tanto sacrificio y batallar, poseen su nueva morada y hasta el día de hoy esta CASA TEMPLO NO HA SIDO CONSAGRADA.

domingo, 13 de diciembre de 2009

(1ra.)La Respetable y Meritoria

Logia "Montecristi"

y su Fundación (1ra. parte)

Por Jesús Marcos García
Ex-Venerable Maestro de Montecristi

En la primavera de 1906, es fundada la Respetable y Meritoria Logia “Montecristi”. Cuando se crea una obra que persigue fines altruístas y nobles empeños, aunque su nacimiento esté identificado con la humildad y sencillez más absoluta y tenga, en sus primeros pasos, que vencer escollos insalvables; con el decursar de los años y la suma a esta obra de genuinos valores humanos, que acuden a ella guidados por la luz bienhechora que irradia, paulatinamente se va robusteciendo y dignificando en sus sublimes propósitos.

Logrando, mediante el aporte mancomundado de las distintas generaciones comprometidas con el hermoso y fecundo ideal, que la misma alcance dimensiones colosales y ocupe un lugar preferencial en la sociedad donde se desenvuelve. Así ha sucedido con la Logia “Montecristi” y así sucede con toda creación que persiga el mejoramiento espiritural y felicidad de la especie humana, guiando a los hombres por el camino del amor y la fraternidad.

El dìa 16 de Abril del mencionado año 1906, en la Calle José Martí, (actual Calle 21), esquina con la Calle Serafín García (actual Calle 28), existía en esa época una cuartería en forma de “L”, que sus frentes daban para ambas calles. En ese lugar residía en 1906, el Hermano Luis Romero Ravelo, Maestro Fundador de la Logia “Montecristi”. En ese lugar se reunieron el 16 de Abril un grupo de hermanos masones residentes en el Municipio de Los Palacios y fundaron la Logia “Montecristi”. El acto de fundación y varias tnidas más tuvieron lugar en una habitación de la vivienda, ocupaa por el Hermano Romero, que formaba parte de la cuartería. Según versiones de la Señora Sara Romero, hija de Luis Romero, posteriormente la logia adquirió unaw habitaciones, dentro de la propia cuartería, y las habilitó para el trabjao logial masónico. En este sitio tuvo su sede social “Montecristi”, hasta el 26 de Junio de 1910, en que batió sus columnas. En este lugar se construyó una tarja cuya fotografía de ARCHIVO (OGEPE) insertamos, con la inscripción correspondiente conmemorando el hecho histórico.

El 4 de Abril del año 1912, por segunda vez los hermanos de “Montecristi” se organizan en funciones logiales y levantan columnas masónicas en Los Palacios. Estuvieron trabajando logialmente organizados hasta el mes de Septiembre de 1915, en que la Alta Cámara en su Sesión Semestral les retira la Carta Patente. En ese segundo período de organización se desconoce con certeza en los lugaress que sesionaba pero se presume que las tenidas logiales se celebraban en los hogares de los miembros de la logia. Por carecer por más de tres años de sede social fue uno de los motivos que valorizó la alta Cámara para retirarles la Carta Patente.

En los meses finales del año 1923, los masones de la disuelta Logia “Montecristi” comienzan por hacer gestiones y contactos para nuevamente constituir la logia. En esta oportunidad eran guiados por el Hno: Ramón Fiallo Borges, (a la izq.), en cuya morada se reunían. En Enero de 1924 eligen el cuadro directivo de la logia y solicitan Carta Dispensa a la Gran Logia Occidental de Cuba, con sede en Güines, Habana. La Carta Dispensa les fue otorgada con fecha 3 de Febrero de 1924 y el 29 Febrero de ese año bisiesto de 1924 viene a los valles palaceños el Hno: José Alberto Bec, Venerable Maestro de la Logia “Paz y Concordia” de los valles de Pinar del Río y quien era a la vez el Diputado Provincial del Gran Maestro de la Gran Logia Occidental, para constituir la Logia “Montecristi” y hacerles entrega de la Carta Dispensa. Este ceremonial, como todas las reuniones y sesiones celebradas, se llevaron a efecto en una habitación del hogar del Hno: Ramón Fiallo. Clasificándose este hecho y esta fecha como el comienzo de la tercera y última etapa de la organización logial de “Montecristi”. Etapa que ha llegado gloriosa y victoriosamente hasta el día de hoy.

En la sesión del 15 de Marzo tratan sobre la instalación de la logia en una casa alquilada en la Calle Warren (actual Calle 20). El domicilio del Hno: Ramón Fiallo Borges, V/Maestro, situada en la Calle Serafín García, (actual Calle 28, a la derecha), esquina con la Calle Ramón Cruz (actual Calle 19), lugar donde años más tarde residió el Sr. Antonio Martínez, y donde operó una tintorería, sirvió de lugar de reunión para los masones de “Montecristi” y de Casa-Templo para la instalación de la logia y celebrar cuatro sesiones, 29 de Febrero y los días 1, 15 y 29 de Marzo.

Con fecha 5 de Abril de 1924 celebra la Logia “Montecristi” su primera sesión en la casa alquilada en la Calle Warren, (actual Calle 20). En esta sesión designan al Hno: José María Pérez Paula, (a la derecha), para que se hiciere cargo de la compra de la madera y todo lo concerniente en la reparación del inmueble, por estar urgentemente necesitado de reparación. Esta casa era una edificación de madera y techo de tejas y se encontraba situada casi al frente, en la acera contraria, del lugar donde el Hno: Higinio Hevia Hano tenía el almacén de los productos de La Tropical, firma cervecera, de cuya firma fue su representante por muchos años en Los Palacios. Esta vivienda, de construcción solariega, dejó de existir en En la década de los años treinta y en ese lugar se construyó un conjunto de casas contiguas unas a las otras.

En la sesión celebrada el 5 de Diciembre de 1924 el Secretario da cuenta a la logia con el documento de compra de una casa para la logia. Esta edificación, propiedad de la familia de Genarito Valdés, (Secretario que fue del Juzgado Municipal de Los Palacios), consistía en una casa de paredes de madera y techo de tejas criollas. Se encontraba bastante desvencijada y necesitada de reparación. Su frente daba para la Calle José Palacios (actual Calle 30), esquina a la Calle José Martí, (actual Calle 21). En esta propia sesión se nombra al Hno: José María Pérez Paula para que dirigiera los trabajos de reparación de la casa adquirida y su acondicionamiento para el trabajo logial.

Todo cabe indicar que la sesión correspondiente al 3 de Abril de 1925, fue la primera tenida que se celebró en la casa adquirida. Al comenzar el acta se impone “y reunidos en la Casa-Templo de esta Resp. Logia”. Las anteriores actas decían “y reunidos en el local que ocupa esta Resp. Logia”.

Después de una jornada de sacrificio y tesón, los masones de “Montecristi” poseen su Casa Templo y son propietarios de la misma. Esta era una casa pequeña y aunque le habían hecho reparaciones, aún carecía de las comodidades propias para el ejercicio de una logia, de un excelente mobiliario y otros menesteres. Como baño, una letrina existente en el patio.

Cuanta grandeza de espíritu y entrega a la masonería demostraron los hermanos de “Montecristi” de aquella generación. Eran hombres, en su gran mayoría pobres y eran momentos económicos difíciles. En busca de los fondos económicos necesitados, además de sacrificios personales, daban bailes y funciones de cine, tanto en Los Palacios, como en el Central y Paso Real. Todas las sesiones se pasaban dos sacos, una era destinado para la Casa Templo y el otro para Beneficencia. El de Beneficencia todas las sesiones estaba comprometido en ayuda a personas necesitadas de la población. No todo era ganancia en sus empeños. En un baile que dieron en Paso Real se perdió la cantidad de $33.31, así también con una función de cine en el Central La Francia. No obstante estar la Logia “Montecristi” batallando por adquirir su Casa Templo y todo lo necesitado para el trabajo masónico, no dejaron un sólo momento de mantener su participación social, propia de la masonería, y de realizar labor benéfica.

En sesión celebrada el 27 de Noviembre de 1925 se fijó la fecha del 20 de Diciembre para la Consagración de la Casa Templo e invitar al Gran Maestro, IH:. Carlos Piñeiro Crespo y Grandes Funcionarios a este acto y a la vez recibir la Carta Patente, que fue acordada por la Gran Logia extenderle a “Montecristi”, en la Sesión Semestral de ese año.
Los hermanos de “Montecristi” aspiraban tener una casa templo más decorosa y en la sesión del 13 de Agosto de 1926 varios hermanos proponen la construcción de una casa templo o reconstrucción total con ampliación de la actual. En la sesión del 8 de Octubre de 1926 una comisión nombrada al efecto, presenta un informe y aconsejan a la logia, que al no existir los fondos necesarios para cometer esta obra, por el momento se realicen reparaciones y ampliación de la actual casa templo para acondicionarla mejor al trabajo logial. La logia acuerda el dictamen aconsejativo de esta comisión y acuerdan suspender los trabajos masónicos hasta que se terminen los trabajos de reparación.

Con fecha 26 de Noviembre de 1926, ser reunen los masones de “Montecristi” para celebrar sesión en su casa templo reconstruída y más ampliada; se mantenían las paredes de tablas y el techo, con cielo raso interior, de tejas criollas. En estas condiciones, los hermanos de “Montecristi” desisten por el momento de sus propósitos de construir su casa templo. Eran años muy difíciles en el orden económico y muchos hermanos valiosos tuvieron que abandonar las filas de “Montecristi”, motivados por su penuria económica. (Continuará con la 2da. Parte).

jueves, 3 de diciembre de 2009

L. Bárcena -Testimonios Sobre Acontecimientos Históricos en el T.M., de Los Palacios

Los Palacios de Mis Recuerdos

Por Leonel A. Bárcena Dancausse


Comenzaremos con algo que nunca he podido borrar de mis recuerdos: La Playa Dayaniguas, y la Semana Santa. Los ratos que pasábamos en unión de los queridos amigos, Andrés López, Rafael Fernández, Dámaso Atanes (Pire), Herminio Sánchez (Mino). Se creó un club llamado “Los Corsarios”, cuyo cocinero era el “Gran Gatico”. A duras penas hicimos una casa en la playa, con la ayuda de Miguel Fuentes, el cual nos prestó el tractor que pertenecía al Depart. de Agricultura, pues era la única forma a veces de llegar a la playa. Ahí transportábamos los materiales. Nos ayudó en los materiales Armando Brito, que nos facilitó unos buenos horcones. Hicimos colectas entre todos para recaudar fondos y comprar los materiales restantes. Recordamos a Erasmo López, con su tanque del agua para repartir el agua, para el consumo de todas las familias que estaban en la playa. Arbolay, que vivía casi todo el tiempo en la playa.
Recordamos los bailes del Club Hispano Cubano, a cuya directiva pertenecía. Baile de los Enamorados, Baile de la Guayabera, Navidad y Año Nuevo, Baile de Carnaval. Los equipos de voleibol. En las noches nos reuníamos en la sociedad, familias a presenciar los programas de televisión y algunas personas se sentaban en el portal a hacer cuentos y algunos de nosotros para ver las bellas palaceñas pasear por las aceras del paseo.
Una anécdota que viene a la mente: En un juego de beisbol en el terreno donde estaba el cuartel nuevo de la Guardia Rural, vino de visita Manolo de la Reguera y al anunciarlo, el locutor Benjamín García, lo llamó Manolo de la Regadera.
Recordamos los incendios del Pinar de Dorta, que sucedían casi todos los años y la Guardia Rural, salía a recoger personal en las calles para apagar el fuego. En la fotografía a la izquierda, de izq., a derecha: El Grupo Terror de los Mares, compuesto por Dámaso Atanes (Pire), Rafael Fernández, Andrés López, Leonel Bárcena y Roberto Albolay. Año 1954. Fotografía ARCHIVO (OGEPE).
Los envases de piña que estaban situados frente de los seis colegios en la Calle Céspedes (actual Calle 24) y otro en el Trust, esquina de las calles Luis A. Fernández (actual Calle 25) y Froilán Nuñez, (actual Calle 18).
La funeraria de Julián López y Luisa, en la Calle Serafín García, (actual Calle 28). La zapatería de Javier Ipsán, al lado de la farmacia Lamelas, calle Antonio Maceo (actual Call 23). Envase de piña situado en el Reparto Nueva Era, en el cual trabajó Aguedo y Francisco Ojeda, tapando los barriles de piña. El trapiche de caña de Hipólito Mora, que hacía raspadura y guarapo.
El Matadero Municipal, al lado del puente de la carretera que va para Paso Quemado. Las reses que iban a sacrificar eran llevadas por el pueblo al matadero. Aunque algo inhumano en su contenido real, resultaba de diversión para los muchachos.
La Molinera de Joseíto Diaz, que estaba en la esquina de Serafín García (actual Calle 28) y Calle Ramón Cruz, (actual Calle 19). Otra molinera de maíz había en la calle Ajuria (actual Calle 22 y Calle Antonio Maceo (actual Calle 23), de Raúl Díaz y después de Cuco Peña.
Personas que tenían negocios en el portal de nuestro comercio: Chicho (El Ranero) Tabares; José Ramón Blanco, remendón de zapatos; Tranco (El Limpiabotas); José María (El Lechonero). Recordamos con verdadero cariño el consultorio de los esposos Dr. José Ponce de León y la Dra. Zenia Nuñez, en la Calle Warren, (actual Calle 20), que después se mudaron para la calle Ajuria (actual Calle 22), en las casas de Germán Abay. A Andrés Valdés Falero, “especialista” en el papeleo relacionado con el asunto electoral. José Soto, escribano de las secciones del ayuntamiento.

En el año 1963, el día 10 de Agosto, contraje matrimonio con mi querida Cary, acontecimiento que positivamente cambió mi vida para siempre, Gracias a Dios.

Leonel A. Bárcena Dancausse, residente en la Calle Luis A. Fernández, (actual Calle 25), en unión de su esposa Zoa Caridad Vidal Medina y sus suegros Mariano Vidal e Isabel Medina, cuando salió de Los Palacios, rumbo a España. Nosotros, siempre hemos tenido el privilegio de considerar a Mariano, la querida Isa, a Leonel y Cary, como parte integral de nuestra familia. Con ellos vivimos momentos difíciles, pero también momentos muy felices, de los cuales guardamos recuerdos imborrables. Leonel ha querido contribuir con sus recuerdos palaceños. Nos ha manifestado que muchos de sus recuerdos se duplican con los ya publicados, pero desea compartir con los lectores algunas cosas que están todavía muy fijas en su mente y en la de muchos palaceños.

C. Bárcena =Testimonios Sobre Acontecimientos Históricos en el T.M., de Los Palacios



Mi Querido Central La Francia
Por Zoa C. Vidal Medina (Cary)


Mucho antes de que yo naciera hubieron dos o tres administradores de origen americano en el Central La Francia. Uno de ellos fue Mr. Hinorio (no sabemos realmente como se escribe). Después fue Pedro E. Cajigal y de Primer Maquinista Guillermo Samalea. En ese época se comunicaba el Central La Francia con Los Palacios, por unos carritos de líneas que se llamaban “Cuchis”, cuyos dueños fueron Cipriano Cruz Acosta y su socio Waldo Roque, cuyo principal conductor era Juan Padilla. Estos “Cuchis”, además de ir a Los Palacios, iban a todas las colonias del central.

Recordamos muy bien la Oficina de Correos, cuya administradora fue Veneranda Corchero (Coco), esposa de Cipriano Cruz Acosta (mis queridos e inolvidables padrinos). Después de la Señora Corchero hubieron otros más, entre los que recuerdo a Mario Pérez, hijo de Amalia León y de Fortunato (Chino) Pérez, el cual fue barbero del central. Por último recuerdo a Vicente Llano, (nuestro querido Chente).

Teníamos el Centro Comercial, cuyo primer administrador fue Nano Nores. En éste lugar trabajaron varios dependientes entre ellos Antonio Bárcena (mi suegro). Antes del primero de Enero de 1959, fue dependiente Crescencio Rodríguez (Chencho).
Recordamos el puesto de víveres, viandas y frutas de Pablo Hernández. La fonda de Julio Ipsán y su hijo Mario, donde la comida era deliciosa, servida por nuestro querido “Tio Mario”.
El botiquín, donde primeramente trabajaba Félix Chávez, que inyectaba a las personas que lo necesitaban. Después vino José Antonio Leza (nuestro querido Leza, que servía hasta para remedio), con su ayudante y hermano Eduardo. El Médico del Central era el Dr. Pedro Morales Escobar, que vivía en Los Palacios y venía al central en su carrito de línea, conducido por Rufino Páez.

La primera maestra que yo conocí fue Carolina Soto y después Aleida Fúster Sosa (la querida Señorita Lila), la cual todos admiramos y queremos. Fue Maestra de 1ro., a 6to., Grado. Ella está casada con Arturo Gómez. Entre los otros maestros que recuerdo está Ernestina Besú y Jorgelina Toledo. Yo trabajé como suplente de pre-escolar y como maestra de Tercer Grado, y pasé después a trabajar a Los Palacios.

Recuerdo igualmente el Cuartel de la Guardia Rural, cuyos miembros fueron González, Rufino Gotera, Febles, Soler, Vicente Llano, Manuel Hidalgo, Andarcio, Delgado, Santiaguito. Algunos solamente estaban dos o tres meses y eran trasladados.
En la Oficina del Central trabajaban César Nardo, Félix Chávez, Tomás Fernández, Cuevas, Aniceto Valdés, Fleitas, Eladio Valverde, Nelson Fernández y su mensajero Pascual Garcia Ferrero (Pascualito), éste último también servía de sereno en el central junto con Cayetano Guerrero. También recordamos al Jefe de Almacén Francisco Fernández (el niño). A la derecha fotografía de empleados del Central La Francia. Entre otros, Tomasito Fernández, César Nardo, Nelson Fernández y Aniceto Valdés. Fotografía ARCHIVO (OGEPE).


Al lado del central había un kiosko de la Familia Domínguez, donde los trabajadores iban a tomar café y comer otras chucherías. Estaba abierto mientras el central trabajaba.
La Sociedad Club Progresista, con su cantina atendida por Alejo Urrutía y Genoveva Chávez. Los barracones de los trabajadores eventuales. La panadería de Ramón Cabrera y el bar de Alejandro Valdés.
También recordamos la carnicería de nuestro querido Silvestre Arrugueta, que después la tuvo Mario Ramírez, con su ayudante Félix Herrera Rojan (Felito), hijo de Mima Aleja y Reimundo.
El Jefe de Campo fue Fumero, también Franco, Fraga. El jefe del batey era Alejandro Valdés y el recogedor de basura y encargado de transportar diferentes cosas de un lugar a otro era Luciano Pita, padre de nuestro querido Juanito Pita. También teníamos los reparadores de la línea. Antiguamente trabajó Antonio Bárcena, Eufemio Lugo y Betancourt y otros más que no recordamos sus nombres.

Después de Samalea, estuvo Bigorra y como administradores Luis Camps, Guillermo Espinosa y cuando los dueños eran Simeón Ferro Martínez, Ignacio Carvajal y Lobo, fue Julio Nores Rabassa. En ese tiempo Ernestina Besú (cuñada de Julio) y Mimí Izquierdo (esposa de Julio) organizaron una verbena y tómbola para recaudar fondos para construir la Capilla del Central La Francia, que con la ayuda de la Administración y los nuevos dueños se hizo una bella realidad y todos trabajamos en ella. A la izq., Capilla Católica del Central La Francia. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).
En el teléfono del central en la zafra, trabajaban como recepcionistas Agnelia Ipsán Hernández y Evelia Ipsán Hernández (que son primas hermanas).
Han pasado muchos años y muchas personas con las cuales compartimos nuestros buenos y malos ratos, ya no existen físicamente, pero sí en nuestros recuerdos. Los momentos de nuestra niñez y juventud en el querido Central La Francia, acuden a nuestra mente con tanta frecuencia que el poderlos expresar de cualquier forma no me resulta difícil.

Zoa Caridad (Cary) Vidal Medina, Maestra Normalista, que ejerció su profesión en el Central La Francia y en Los Palacios. Contrajo matrimonio con Leonel A. Bárcena Dancausse, viviendo con sus padres Mariano Vidal e Isabel Medina, en la calle Luis A. Fernández, (actual Calle 25), esquina con la calle Froilán Nuñez, (actual Calle 18). Partió la familia hacia España, residiendo después en la ciudad de Chicago, Illinois, y actualmente en la ciudad de Hialeah, Florida.

E.L. Medina-Testimonios Sobre Acontecimientos Históricos en el T.M., de Los Palacios

"Para preservar la integridad de la identidad colectiva de un pueblo, es necesario acceder a sus símbolos culturales". Elizabeth Liz Medina

Memorias Palaceñas

Por Eleuterio León Medina

Figuras que ocuparon cargos Administrativos y de Seguridad en Los Palacios, en ciertas épocas: Alcaldes Pedro Liz, en dos ocasiones (1922-1936); Emilio Puentes (1933, de facto). Jefe de Policia, Antonio Badosa (El Teniente Villa); Sargento José León; Cabo Alberto Acosta y miembro del cuerpo, el policía Emilio. (A la derecha fotografía donde aparece el señor Pedro Liz, Alcalde de Los Palacios en la ocasión, al lado del conductor del vehículo, con motivo de un concurso de belleza. (Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).

Nuestro amigo Pánfilo Herrera, veterano de la Guerra de Independencia, muy amigo de Pedro Liz y padre de Antonio Herrera, este que fué dirigente obrero y miembro del Sindicato de Trabajadores Azucareros del Central La Francia.

Nos contaba Pánfilo, según historias pasadas de generaciones en generaciones, que alrededor de la segunda mitad del siglo XIX, en el pequeño pueblecito de Los Palacios, el padre de Paciano Prier, que también se llamaba Paciano, por las tardes, con una escalera y un mechón con petróleo, encendía mechones en varias calles del pueblo, entonces formado de 15 o 20 casas de guano y que el ganado vacuno y los caballos venían por las noches a las casas y por la mañana estaban todos los portales de tierras, llenos de las porquerias de los animales.

Paciano Prier, el hijo, trabajó en la Jefatura de Salubridad, mucho tiempo después, en unión de Cristóbal Solano, (Popa) y Teófilo Reinoso, que recogían la basura del pueblo en un carro tirado por una mula.

Antiguos Jefes de Salubridad: Doctores Planas y Rojas. En una ocasión un médico del vecino pueblo de San Cristóbal, de apellido Echevarria, venía todas las semanas al pueblo de Los Palacios, a desempeñar el cargo. El Dr. Rojas, muy amigo mio, preso conmigo en la cárcel de Pinar del Rio, (Maceo 18). El Dr. Rojas, vivió en la casa que fabricó frente donde se encontraba últimamente la Junta Municipal Electoral. Dicha casa pasó luego a ser residencia del Dr. Puentes y más tarde de la familia del Dr. Morales Escobar.


A la izquierda, (Años 1940-44), fotografía del Alcalde del T.M., de Los Palacios, Dr. Lucilo Díaz Fernández, rodeado del Cuerpo de la Policía Municipal. De pie, de izq., a derecha, aparecen entre otros, (4) Juan Victorero, (5) Ramón Barroso y (6) Yiyo Cuala. Sentados, de izq., a derecha, el Jefe del Cuerpo (2) Víctor Jiménez, (3) Dr. Lucilo Díaz, (4) Francisco Sánchez y (5) el Señor Soto, vecino del pueblo de Paso Real. (Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).
La corriente eléctrica se recibía en el pueblo por entonces, de Artemisa o directamente de La Habana, (no recordamos exactamente), cuando el ingeniero eléctrico Gabriel Maristany, instaló en la Calle Serafín Garcia, (actual Calle 28), esquina a la Calle José Martí, (actual Calle 21), una planta eléctrica con el buen amigo Rafael Brito, de administrador. La primera noche la planta no funcionó y el pueblo se incomodó un poco contra el Señor Maristany. El Maestro Don Antonio Valdés Valdés, que siempre caminaba con su paraguas.

El gigantesco tanque de agua, construido por el Señor Betancourt, donde existía la fábrica de hielo, en las Calles Warren (actual Calle 20) y Ramón Cruz, (actual Calle 19), donde parte de su construcción básica permanecía visible hasta los años sesenta. Este lugar, conjuntamente con el Parque y su fuente, formaban parte de lo que pasó a llamarse “Reparto Betancourt”. Esta cuadra completa fue adquirida mucho más tarde por el Señor Tomás Guerra, nativo de Islas Canarias, donde fabricó su residencia y en cuyos terrenos se estableció la Academia de Enseñanza Privada, “José de la Luz y Caballero”, dirigida por sus hijas, las profesoras Hilda Maria y Maria del Pino, lugar educacional donde estudiaron muchos jóvenes palaceños y de los alrededores, que se convirtieron tiempo después en útiles profesionales que sirvieron a la comunidad en general.

Antiguos maestros: Antonio “Ñico” Castro, padre de Rosalina Castro. El maestro Castro, hubo de trasladarse y ubicarse en el pueblo de Santa Cruz de Los Pinos, donde ejerció igualmente su profesión. El Maestro Ambrosio Sotolongo, la Profesoras Fortuna Medel, Amparo Martínez Valle y Amparo Martínez Rodríguez.

Familias palaceñas: Al lado del Colegio de Sotolongo, en la Calle Céspedes, (actual Calle 24), vivía la familia de Agapito Martínez, el gallero; al otro lado la familia de Guillermo Suárez, otro gallero y padre del conocido sastre palaceño Gabo Suárez; después la casa ocupada por Prado y Angelina Franchi y después, la panaderia y dulcería de Serra. Seguidamente vivíó la familia de Mario “Mayito” Fúster, padre del Doctor Emilio Fúster Sosa (dentista que ejerció muchos años en Los Palacios, antes de abandonar la isla y radicarse durante mucho tiempo en la República de Puerto Rico, antes de trasladarse a la ciudad de Miami, en los EE.UU.). En la esquina, (José Martí (actual Calle 21) y Calle Céspedes) (actual Calle 24), una talabarteria de un moro, al frente de la Ferretería La Unión de Emilio Gómez, con Mateo Gómez, como socio.

Otros comercios: Almacén de Víveres El Dragón Chino, de Carlos Lau, en la calle que conducía al Cementerio Viejo (Serafín Garcia), (actual Calle 28), cerca del domicilio de la familia Cabrera, que yo tanto visitaba. Farmacia de Ramón Ramírez, en la Calle Antonio Maceo, (actual Calle 23), casi esquina a Piñera, (actual Calle 26), después de Mario Cabrera y después del Dr. Lucilo Díaz Fernández. Años atrás, la farmacia de Víctor Diaz.

Viejas anécdotas: En Taco-Taco, era de dominio popular el decir relacionado con el lugar conocido por Bacunagua. Existía un señor de avanzada edad, que trasladaba muy a menudo una lata de agua en la cabeza y al preguntársle, ¿Que llevaba en la lata? Contestába: “AGUA”. Se cree que de ahí surgió la frase: “VA CON AGUA”, por lo tanto la palabra “BACUNAGUA”. ¿Qué creen ustedes?

También existía en el pueblo de Los Palacios, el comentario popular relacionado con el Dr. Delgado, que fue Jefe de Salubridad y su célebre trigémino, un aparatico que hubo de aplicar en la nariz en su consulta a un señor algo retrasado mental nombrado Alipio, y éste señor salió corriendo y gritando por todo el pueblo.

Regresando a Bacunagua diremos que era un pequeño poblado campesino, donde vivían entre otras las familias Remedios y Evoras, con una bodega de víveres (tienda mixta), un salón de escogidas de tabaco, donde los 25 de Diciembre se celebraban bailes, al igual que después lo hicieron en Fierro, (Barrio Limones), con las mejores orquestas nacionales.

Frente a la bodega de Evora habia un camino vecinal que salía hacía el norte a la Carretera Central, hasta Carabelas, con fincas llenas de sembrados de cañas y tabaco a ambos lados. Desde Fierro, existía una carretera que conducía hasta Rancho Mundito, (Barrio Limones), ya en la Sierra del Rosario.

En el Entronque de Los Palacios, teníamos la fonda de Periquín y la bodega de Pulido.

En el año 1920, ya estaba el Central Los Palacios, (pequeño ingenio azucarero), moliendo cañas de la zona de Macurijes, fincas de Benito Remedios, de Paso Real y Santa Mónica, finca de los Leales. El administrador era un señor de apellido Manatine. Jefe de Máquinas o del Ingenio era Sotolongo. Para ir al central habia un camino que pasaba por el cementerio viejo, situado en la esquina de las Calles Lens (actual Calle 31) y Serafín García, (actual Calle 28).

La economía del pueblo por entonces era bastante buena. Habia un banco llamado Popular. El Central La Francia (1916), barrio de Macurijes. Administrador Cagigal. Jefe del Batey, Gillo Nuñez; Secretario de Oficina, Vicentico Medel. Existían las carnicerías de Arrugueta. También residía la familia de los Chávez.

Nos recordamos que en unión de Pepe Dorta, que mucho después, fue conductor de los omnibus de Los Palacios a La Habana (El Directo), recogíamos cañas en una carretilla. También César Barroso, que hubo de formar parte de la Guardia Rural en Los Palacios, y llegó hasta el grado de sargento.

José Capote, tenía una panadería detrás de la casa de la familia Bárcenas. Cerca Mariano Méndez, que después fue propietario de la tienda de ropa El Encanto, y más tarde del Nuevo Encanto, al quemarse el primer establecimiento, situado en la esquina de las calles Antonio Maceo (actual Calle 23) y Piñera (actual Calle 26), cuando vino de España, tenía una sastrería.. En la misma calle Higinio Alvarez tenía una sombrerería, donde arreglaba sombreros. Esquina conocida popularmente como la Esquina de Aquilinito.

Recordamos cuando César Barroso, Pepe Dorta y yo, llegábamos a la panadería a las cinco de la mañana y José Capote, nos daba a cada uno dos panes blancos y a cada uno también, sacos de panes para llevarlos en el CUCHI al Central La Francia, para la bodega comercial. Como ha llovido.

En la Esquina de Bárcenas, había un establecimiento de víveres y fonda, y tenían un billar y jugábamos. Bárcenas nos enseñaba a jugar al billar. Había en el centro de la mesa de billar, cinco palitos blancos, con 6 huecos a los lados, donde caían las bolas del billar. Tenía tres bolas blancas. Se decía que se jugaba a la viuda; luego vino el tradicional Chicago-Billar.

Higinio Hevia, que fue representante de los productos de la Cervecería La Tropical, en la Avenida Warren, (actual Calle 20), que entraba al pueblo desde el Entronque con la Carretera Central, hubo de comprarle a Betancourt como 100 parcelas de terreno. El Dr. Gaudencio Castro, tenía las escrituras de los solares inscriptos en el Registro de la Propiedad de San Cristóbal. Todos éstos solares fueron vendidos por Higinio. Hice los contratos privados y más tarde se hizo a través del Notario Dr. Alberto Jardines y Notario Ernesto Dominguez. Por ellos trabajé haciendo matrimonios. Las escrituras se llevaban a la Zona Fiscal de Consolación del Sur y luego, se inscribían en el Registro de la Propiedad de San Cristóbal, cabecera del Partido Judicial.


En el Reparto Betancourt, donde existía el parque de su nombre con una fuente luminosa, que fue construída en los años 20, en ruta al Entronque de Los Palacios, se construyó en la década de los años 30, (no recordamos exactamente la fecha), una pista circular de alrededor de medio kilómetro, para carreras de automóviles. Participaron en la carrera Bienvenido Martínez, Baletón, un tal Llarine y otros más. A las máquinas Ford, las llamaban Fotingos. Ganó la carrera Llarine. Todos los fotingos Ford fallaron y no llegaron al final. (A la derecha, uno de los autos participantes en la carrera. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE). Casi todo el pueblo de Los Palacios, fue a presenciar las carreras.

En el Reparto Norton, (Ave. Warren), (actual Calle 20), el chalet donde vivió el Juez Municipal, Dr. Jacinto Carluch.

Nos gustaba mucho la carrera de derecho, por lo cual hube de abandonar la profesión de barbero, cuando vendí la barbería, situada en la Calle Antonio Maceo, (actual Calle 23), casí esquina a la Calle Piñera (actual Calle 26), al señor Jesús Romero. Me gradué de Procurador Público y siendo Procurador Universitario, empezé a estudiar derecho.

En el Reparto Nueva Era, tenían propiedades Higinio Alvarez, (que fué Alcalde de Los Palacios); igualmente Benito Remedios. El padre de Alberto Garcia, conocido político palaceño, que usualmente tenía en sus manos un tabaco apagado, tenía una relojería, en la calle Antonio Maceo, (actual Calle 23).

También en el Reparto Nueva Era, Benito Remedios, tenía una fábrica de conservas de piña y el administrador era José Maria Viñas, (Cheme), que era muy buena persona, hijo de Eusebio Viñas. Frente a la fábrica, estaban los chuchos del ferrocarril del Central La Francia que se usaba también por el popular CUCHI, que conducía a los trabajadores del central y que residían en Los Palacios y los alrededores. Todavía hasta hace solo pocos años, se veían las bases de cemento de la fábrica de conservas, frente a las líneas del ferrocarril occidental

Los nombres de las calles del pueblo de Los Palacios, fueron sustituídos por números después del año 1959. La Calle Ramón Cruz (Calle 19), terminaba en la Finca de Cuco Machó. En la esquina de las calles Ramón Cruz (19) y Serafín García (Calle 28), donde comienza el camino que conducía a La Majagua, pasando por el naranjal de la familia Lugo, el Señor José (Joseíto) Díaz, tenía un molino, donde vendía maíz y harina. Cerca vivia Calinga, el planchador. Al comienzo del camino, vivía la familia del hermano masón de la Resp. Logia Montecristi, Agustín Calderón.

Este camino salía a la Carretera Central, frente al lugar conocido como Perico Garcia, donde residía la familia García (Bienvenido, Pedro, Ramón). También existía una bodega, propiedad del Señor Eligio Rodríguez.

Por los años 20 y 30, residían en el pueblo, entre otras, las familias de Emilio Sosa, Isidro Chávez, Félix Cobo, Juan Obregoso, Vicente Medel, Manuel Verde, Dr. Armando Valverde, el Farmacéutico Víctor Diaz, Antonio Bárcenas, Capdevila, Higinio Hevia padre e hijo, Luis A. Fernández, Alfredo Rodríguez, que formaban parte muy principal del núcleo que mantenía la economía del municipio. También Juan Remedios y Antonio Santos.

El Señor Piñera, fallecido a la edad de 80 años, padre de Rosa y Josefa Piñera. Se cree que la Calle Piñera, (Calle 26), lleva su nombre. En ésta calle, esquina a la calle José Martí (Calle 23), estaba situado el almacén de víveres del Sr. Juan Fernández, esposo de Juanita Medel y padre de Anibal Fernández.

En la Calle Iglesias (Calle 32), esquina a la Calle José Mártí, (actual Calle 21), Higinio Hevia tenía un lugar donde tostaba café; al frente Manuel Verde poseía una tienda de víveres, cerca de la iglesia.

Cuando en unión de Luis Estrada ayudábamos como sacristanes o monaguillos en la iglesia, recordamos que hubimos de recibir algunos “cocotazos”, del Padre Cura Pepe. En una ocasión Luis Estrada y yo nos subimos en la azotea de la iglesia y empezamos a tocar las campanas como si hubiera fuego y desde entonces no pudimos asistir más a la iglesia. Fiallo era el Jefe de la Policía y el Alcalde era Filiberto Azcuy. De ésto hace como 70 o 75 años. ¡Como ha llovido!.

Eleuterio León Médina, cariñosamente conocido por Medina El Barbero, Procurador, y que cuando salió para los Estados Unidos, vivía en la Calle Piñera, (actual Calle 26) , es uno de los palaceños apasionados con su querido pueblo, con su pensamiento siempre puesto a través de todos los años de exilio, en su lugar de origen. Residente que fue de la ciudad de Nueva York, EE.UU., en unión de su esposa Graciela , sus hijos Rubén y Thelma y nietos.


R. Nardo -Testimonios Sobre Acontecimientos Históricos en el T.M., de Los Palacios

Central La Francia - ("Virginia")
Por René Nardo Ipsán

El Central La Francia (en plena molienda) Fotografía: ARCHIVO (OGEPE), fue fundado en el año 1916 (llamado primeramente Virginia), propiedad norteamericana entonces. En los años 30 uno de los administradores que recordamos era un señor de apellido Salazar. Después le siguieron Pedro Cajigal y el señor Camps.
Todavía con propiedad americana, existieron problemas económicos en los cuales intervino un señor nombrado Belisario Hernández y pasa el central a ser propiedad de una compañia de abogados radicados en la ciudad de La Habana. En ésta situación un colono de Santa Marta, en Camagüey, nombrado Guillermo Espinosa, se hace cargo del central al arrendarlo por la cantidad de $60,000 anuales, ejerciendo también el cargo de administrador.

Hace tan sólo una zafra el Señor Espinosa y una compañía integrada entre otros por el hombre de negocios y político pinareño Simeón Ferro, así como Ignacio Carvajal , ofrecen al Señor Espinosa una cantidad de dinero que cubre el gasto de arrendamiento (años 40) y una ganancia bastante proporcional, por los derechos de la administración, todo lo cual es aceptado.

A la izquierda, transbordador de caña en Los Palacios. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).

Ocupando la presidencia de la República el Dr. Ramón Grau San Martín y siendo Ministro del Trabajo, el Dr. Carlos Prío Socarrás, los nuevos arrendatarios (Ferro, Carvajal, etc.,) adquirieron el central azucarero por la cantidad de $800,000. Es nombrado un nuevo administrador en la persona de Julio Nores y se inicia una época de mejoramiento en la capacidad de molienda del central, para beneficio de los trabajadores y vecinos y de la industria en general.

Con la incorporación de nuevos técnicos relacionados con la maquinaria y producción en general, tales como el español Bigorra (Jefe de Maquinaria muy capacitado); después Fernando Castellano y con la cooperación del personal ya existente, éste central toma una positiva dirección.

Durante cierto auge económico que disfrutan los nuevos propietarios, se construye en el terraplén que conducía al central, el Molino Arrocero Los Palacios, S.A., uno de los más grandes de la América Latina, con equipos automáticos y usando técnica muy avanzada para procesar el arroz, desde su secamiento hasta su envase, cubriendo todas las facetas necesarias. Tanto Simeón Ferro, como Ignacio Carvajal también formaban parte de ésta compañía, junto a otros miembros de la familia.


Llega el año 1959 y poco después la nacionalización del Central La Francia. Nuevo administrador, Bolívar Simón.

El Central La Francia se señala como uno de los que tiene que desaparecer de acuerdo con el plan del Che Guevara, entonces Ministro de Industria. Este plan consistía en desmantelar 61 de los 161 centrales funcionando por entonces en la Isla de Cuba. Tan sólo quedarían 100 en operación. Así se comenzó el desmantelamiento y fin del central La Francia, en la década de los años 60.

René Nardo Ipsán, residente en la Calle Sol, (actual Calle 27), en unión de su esposa Mercedes y su hija Susana, cuando hubo de salir del país . Trabajó por muchos años en el Central La Francia y ocupó la Veneratura de la Respetable Logia “Montecristi”, por varios períodos. También ocupó cargos en la Gran Logia de Cuba. Actualmente residiendo en la ciudad de Hialeah, en la Florida. en unión de su esposa, hija, y nietos.

E. Toledo -Testimonios Sobre Acontecimientos Históricos en el T.M., de Los Palacios

"Solo tenemos parte en la gloria de nuestros antepasados cuando con nuestros esfuerzos tratamos de asemejarnos a ellos". Moliere.

Sucesos ocurridos en el municipio palaceño

Por Efrén Toledo Valdés


Diciembre 12, 1941.
Choque de trenes en “El Tibisí”.
Alrededor de las 2:00 p.m., de ese día chocaron de frente bajo una lluvia torrencial, dos trenes de carga (arena) que viajaban hacia y desde La Habana. Estábamos en medio de la Segunda Guerra Mundial y se estaba edificando la base aérea de La Cayuga, en San Antonio de los Baños y el tráfico de trenes de arena era incesante. El choque de estos trenes se debió a un lamentable error cometido por el telegrafista de la Estación de Ferrocarril de Los Palacios, el Sr. José (Pepengo) Tapia, padre del amigo Gustavo Tapias, éste último que llegó a ser Secretario del Juzgado Municipal. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE).

Noviembre 9, 1943. Fuego en la Tienda de Ropas “El Encanto”, de Mariano Méndez, situado en la esquina de las Calles Antonio Maceo (actual Calle 23) y Serafín García (actual Calle 28). Anécdota relacionada con el Padre Cura Ojea y la profesora Tonita Capote: “La mejor oración ahora Tonita es un cubo de agua”, dijo el Cura a Tonita en medio del fuego. Se destacó el hecho de que sin haber bomberos, el fuego no salió de la tienda de ropas de Mariano.

Octubre 27, 1945. Sábado. Sobre la 1:00 p.m., en un accidente en el lugar conocido por Fierro, (Carretera Central), murió mi padre Bautista Toledo, cuando viajando en un camión cargado de piedras, para finalizar la construcción de la carretera de Paso Real (de la cual era el contratista), hubo de partirse el camión por el peso y mi padre no pudo salir del mismo.

Marzo 9, 1950. Sábado. Murió el señor Germán Abay, propietario de la Ferretería Abay, residente en la Calle Ajuria (actual Calle 22). Lo enterraron el domingo. Primer entierro visto por mi que tuviera música de fondo al salir. En el trayecto, la quitaron.

Septiembre 9, 1950. Este día domingo sobre las 3:30 p.m., se produjo un accidente en la carretera al Entronque de Los Palacios, (a la izquierda. Fotografía: ARCHIVO (OGEPE), cerca de la finca del Dr. Lucilo Díaz, cuando chocó un automóvil Chevrolet propiedad de Pedro (Perico) Fúster, contra una palma. Murieron en el accidente, Julio Cruz, chofer de los omnibus y Ruco. Heridos el propio Perico Fúster, Pablo García y Alfredo Chávez, (Pacheco).



Octubre 10, 1950. Visita el pueblo de Los Palacios, el Presidente de la República Dr. Carlos Prio Socarrás. Almorzó en el Club Hispano Cubano. Lo acompañaba Aureliano Sánchez Arango, Ministro de Educación y el General Quirino Uría López, Jefe del Cuerpo de la Policía Nacional. El motivo era el homenaje que se le brindaba a Uría por ser hijo de Los Palacios. (Nota curiosa) Cuando Benjamín Valdés amenizaba el acto a través del equipo de amplificadores del Club Hispano Cubano, dijo: “Ofrecemos un HOMENAJE PÓSTUMO!!, a nuestro Presidente Carlos Prío”.

Efrén Toledo Valdés, residente en la Calle Céspedes, (actual Calle 24), en unión de su querida madre, la conocida educadora palaceña Ana Maria Valdés, cuando hubo de salir de Cuba. Empleado de los Ferrocarriles Occidentales de Cuba, por mucho tiempo y miembro distinguido de la Respetable Logia de la Orden Masónica “Montecristi”. Residió en la ciudad de Hialeah, Florida, en unión de su esposa Carmelina y sus hijos, Efrén, Alexis y Richard, después de haber vivido varios años en la ciudad de Chicago, Illinois. Falleció en la ciudad de Miami, Florida.


A. López -Testimonios Sobre Acontecimientos Históricos en el T.M., de Los Palacios

Breves Notas Sobre Nuestro Querido Los Palacios
Por Andrés López Capote

Relacionado con nuestra profesión, nos viene a la mente el fotógrafo Gilberto Mojena, que tenía un estudio de fotografías, en la cuartería de Aquilinito en la Calle Antonio Maceo (actual Calle 23), y después el fotógrafo Pozo, en la Calle A. Maceo, (actual Calle 23), que creo vino después de Mojena y por último el que suscribe. En la cuartería de Aquilinito, existió un tren de alquilar bicicletas, propiedad de Gil, y en el cual trabajaba Chocolate, hijo de Reyes.

Algo presente en nuestra memoria son los bailes del Club Hispano Cubano, del cual formé parte de su directiva, que eran el Baile de Carnaval el 24 de Febrero, el Baile de la Guayabera en el mes de Agosto y por último el día 31 de Diciembre, por la despedida del año. Algunas ocasiones se daba un baile intermedio, pero recuerdo que no dada buenos resultados. Teníamos las Fiestas del Patrón Jesús de Nazareno, (Verbena), los días alrededor del 3 de Mayo.
El circo Montalvo y otros muchos más, pero que eran tradicionales; el circo teatro de Bolito Landa. Un caso que nos divertía mucho era el hecho del público gritándole a la gente guanajo, cuando trataban de subirse a la guanajera después de empezada la función para que la otra parte del público no los viera. Aunque creo que esto no tenga algo que ver con la historia de nuestro pueblo de Los Palacios, si estimo que forma parte muy integral de nuestra existencia y regresa a nuestra mente como recuerdos agradables. A la izq., celebración deportiva en el antiguo Club Hispano Cubano, situado en la Calle José Martí, (actual Calle 23).

Algo que ha sido olvidado es la existencia de una de las más antiguas lavanderías en el pueblo, la lavandería de chinos situada al lado de la casa de vivienda de la familia de Emilio Gómez, frente a la Farmacia de José Menéndez. También existieron las lavanderías de Fico, en la Calle José Martí, (actual Calle 21); Lara en la Calle Antonio Maceo (actual Calle 23); Heriberto, Panchito, en la Calle Serafín Garcia (actual Calle 28) y Armando Calderón, en la Calle José Martí, (actual Calle 21).

Formando parte muy especial en la vida palaceña, se encontraban los “boteros”, que iban a La Habana y prestaban servicios muy esenciales: Faustino Ramos, Tavo Sordo, Tomás Fuentes, Angelito Quevedo, José Arango (Cheo el Cabo), Jesús y el cojo, hijo de Faustino. Existe una anécdota relacionada con el Cojo de Faustino, se refiere a que él montaba más pasajeros que los que en realidad tenía capacidad para ello y se comenta que en una ocasión, una señora de edad se quejaba del asiento incómodo por la cantidad de personas y cuando llegaron a Artemisa para desayunar, que ya había amanecido, “la viejita estaba ya sentada en el espaldar del asiento y como no cabía por el techo, parecía una cotorrita”.

De los recuerdos de la niñez, nos vienen a la mente siempre los nombres de nuestros primeros maestros: Chaly Valverde, Petra Castro que era la que tocaba el piano y Amparito que era la conserje, esto en el Kindergarten; después tuve a Fé María Rodríguez, Clarita, Don Antonio Valdés Valdés, que fue reemplazado por Ulpiano Rodriguez y Aurorita Más que reemplazó al maestro Ambrosio Sotolongo. De los 6 colegios recuerdo a Amparo Martínez Rodríguez, que creo era conocida cariñosamente como Amparo la Gorda y Amparo Martínez Valle, que también era cariñosamente conocida como Amparo la Flaca. Más antiguas eran Fortuna Medel, cuyo nombre lleva el Centro Escolar, situado en las Calles Piñera, (actual Calle 26) y Ramón Cruz (actual Calle 19).

Hablando de los maestros, existía una anécdota relacionada con el maestro Juan Arana, que iba al colegio caminando (este quedaba por la carretera que conduce a Paso Real) y un chofer le dijo al maestro que podía montar en su automóvil, a lo que el maestro le contestó: “Gracias, pero voy apurado”. El maestro Arana, se destacaba por su elevada estatura y sus pronunciadas extremidades.

Teníamos a Arbolay en Dayaniguas. Y hay que recordar al cura párroco Claudio Ojea. Frente a la Iglesia, en la esquina opuesta, existía una edificación muy antigua, lugar conocido ultimamente como la Catequesis, (Fotografía de la Catequesis a la derecha. ARCHIVO (OGEPE), donde se ofrecían clases de imprenta, carpintería, etc., auspiciadas por la Iglesia. Y casi frente a la Iglesia , hacía la derecha, estaba situado uno de los edificios más viejos del pueblo conocido como la Antigua Colonia Española. También al Chino Sereno, de una estatura alta y un cuerpo fuerte, que hacía las veces de sereno por las noches en el pueblo. Del Chino el Sereno, también existe una anécdota. Existía en el pueblo una persona que ocupaba un cargo de importancia en la localidad, que estaba enamorado. Una noche, Félix Ortega, (Felucho), que trabajaba con nosotros en la tienda de víveres, haciendo una de sus maldades cambió los sillones que las familias dejaban en los portales, de unos a otros, pero comentó que no lo había hecho con los sillones de los personajes de que hemos hecho mención anteriormente. Cuando por la mañana el Chino Sereno, estaba tratando de averiguar quién había sido el culpable de dicho cambio, dando manotazos en el mostrador, comentaba con nosotros la situación diciendo que iba a coger preso al culpable. Yo sin darme cuenta, le manifesté que “eso que no habían cambiado los sillones de fulano y fulana” y enseguida El Chino vino a decirme que entonces “tú sabes algo de quién lo hizo”.

De las funerarias, existían las de Morejón y Perico. Este pertenecía a la Logia Caballeros de la Luz y lo nombraron en la Comisión de Salud, para ir a visitar a los enfermos graves. De los médicos viejos recordamos al Dr. Valverde, que lo mismo te curaba, que te sacaba una muela.

Andrés López Capote, residente en la Calle José Martí, (actual Calle 21) en unión de su esposa Nieves y sus hijos, Andresito y Pablo, cuando salió de Los Palacios. Propietario de la Tienda de Víveres “La Revolución”, situada en la Calle Antonio Maceo, (actual Calle 23), frente al Club Hispano Cubano. Se convirtió en un excelente fotógrafo profesional, que prestó sus servicios a tantos palaceños, y al cual, debemos agradecerle profundamente su cooperación con el aporte de extraordinarias fotos de nuestro pueblo, a través del tiempo. Falleció en la ciudad de Hialeah, Florida, EE.UU.