sábado, 27 de febrero de 2010

La Canción "20 Años"

Por Jesús M. García Vázquez


Dentro de la gran variedad de canciones antológicas cubanas, que le han dado fama y gloria a Cuba y han sido cantadas por los pricipales exponentes de la canción de habla hispana, se encuentra la canción "VEINTE AÑOS".


Esta bella canción se conoció por primera vez en el año 1934 y a través de la voz inconfundible de la guanajerense María Teresa Vera, conocida como "La Dama de la Trova Cubana".


Indiscutiblemente Joaquín Nicolás de Aramburu está considerado dentro de la Institución Masónica como un símbolo más. Varias generaciones de cubanos se han formado por conducto de sus magistrales liturgias masónicas. También fue autor de una gran gama de folletos, crónicas y artículos de profundos contenidos masónicos, que nos obligan a meditar sobre nuestras vidas y encauzarlas por caminos más correctos dentro de la convivencia doméstica social.


En el pensamiento de Aramburu estába la familia como la base fundamental de la sociedad y en el seno de la misma han de convenir los amores más puros, el sacrificio tesonero para el bienestar de esta pequeña célula, una conducta irreprochable y nunca faltar al ejemplo dignificador.


En su Guanajay vivía rodeado de una aureola prestigiosa que sus conciudadanos habían levantado alrededor de él, por su excelente conducta y honrado proceder. Fue periodista y se destacó en este campo de las letras por poseer una brillante imaginación, que en su época lo llevó a convertirse en un comunicador social. Disfrutó de grandes influencias políticas y sociales que le abrieron las puertas al mundo financiero.


Dentro de su familia se destacaba, por su belleza e inteligencia, su hija Guillermina. La hermosa y culta Guillermina de Aramburu era una apasionada del mundo de la música, sobresaliendo en sus estudios de solfeo y piano. Obteniendo sobre el teclado del piano un excelente dominio interpretativo. Compartió sus inquietudes musicales con su amiga y coterránea María Teresa Vera.


A finales de la primera década del presente siglo residía en la zona del Barrio de Santa Mónica, Municipio de Los Palacios, un joven llamado Armando Valdés. Este joven, que era sobrino de la Señora Consuelo Gálvez (esposa del Señor Yeyo Arrastía), poseía un porte atractivo y elegante, de carácter alegre y simpático. En las mujeres y el juego se centraba su mayor atención, convirtiéndose en un empedernido mujeriego y jugador.


En un juego de naipes en la Playa Dayaniguas perdió hasta la mula con su silla de montar, teniendo que emprender el camino de regreso a su hogar a pie. Su tio se irritó grandemente y le censuró sus faltas. Armandito, herido en su amor propio, abadonó Santa Mónica jurando no regresar a este terruñó hasta no haberse enmendado y triunfar en la vida.


Su peregrinar lo llevó hasta el pueblo de Guanajay y allí realizó distintas faenas laborales. En su nueva estancia conoció a Guillermina de Aramburu y entre ellos nació un ardiente idilio amoroso.


Don Aramburu, lejos de rechazarle por su condición humilde, lo acogió en su hogar y le prestó todo tipo de apoyo. Ambos jóvenes se casaron y procrearon cuatro hijos, tres varones y una hembra.


Armando Valdés obtuvo éxitos en los distintos negocios que emprendió. Con la construcción de la Carretera Central se convirtió en contratista de tramos de esta vía terrestre y aumentó su caudal. Sus hijos estudiaron en los Estados Unidos y con el decursar de los años crearon una compañía importadora de maquinarias, que se denominó "Armando J. Valdés y Cia., Ingenieros Importadores.

En la fotografía aparecen de izq., a derecha: Armando J. Valdés, Guillermina Aramburu, la esposa del señor Raúl de Cárdenas, Hortensia de Cárdenas (esposa de Octavio), Octavio Valdés Aramburu y Raúl de Cárdenas, que fuera este último Vice-Presidente de la Repúblia de Cuba. ARCHIVO (OGEPE).

Después de veinte años de unión matrimonial, al Señor Armando Valdés se le conoció una amante. "De casta le viene al galgo ser rabilargo".


Guillermina, estremeida en lo más mínimo de sus fueros de mujer, soportó en silencio estoico la humillación. En la letra de una canción reflejó su dolor. "Fuí la ilusión de tu vida, un día lejano ya / hoy represento el pasado / no me puedo conformar. / Si las cosas que uno quiere se pudieran alcanzar / tú me quisieras lo mismo que veinte años atrás / Con qué tristeza miramos un amor que se nos va / es un pedazo del alma que se arranca sin piedad.


Nació la canción "VEINTE AÑOS". Esta canción se la entregó a María Teresa Vera y que nunca dijera que ella era su autora, hasta el día de su muerte. Siempre que le preguntaban a "La Dama de la Trova Cubana", sobre el origen de la canción, contestaba: "No es mía, es de una dama de la alta sociedad". Linda canción y triste su nacimiento.

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